Los seis autores, junto al coordinador del encuentro, José Ignacio Lapido (segundo isquierda).

Retiro creativo en la Marquesa

Convocados por la SGAE seis autores se encierran a componer canciones como para dar un concierto mañana sábado en La Expositiva

juan jesús garcía

Viernes, 13 de noviembre 2015, 00:19

Seis autores de estilos de generaciones, procedencias y estilos muy distintos, se han recluido en una suerte de 'ejercicios espirituales' para compartir la creación en ... un taller organizado por la SGAE en el hotel Darabenaz. Se trata de la Semana del Autor en su decimoséptima edición, que ha tenido en La Habana su comienzo, sigue en Granada y termina en Madrid.

Publicidad

Repartidos de dos en dos por la dependencias del cortijo La Marquesa, y con el apoyo como 'tutor' de José Ignacio Lapido - «más bien coordinador porque no son ningunos noveles y tiene carreras hechas y discos ya publicados» puntualiza el guitarrista de los Cero- desde el lunes y hasta el sábado han tenido que plantar, abonar y recoger las canciones suficientes como para dar un concierto mañana sábado en la coqueta sala Expositiva. «Tener tiempo y espacio para hacer lo que más me gusta, hacer música, es un sueño" resume Antonio Álvarez (Pechina 1970) que tiene por pareja al zaragozano Ricardo Vicente, conocido por estar en grupos como Tachenko y La Costa Brava. A ellos les ha tocado un torreón con fantásticas vistas a la sierra "un lujazo" describe con picardía el cantante de la Picolíssima.

Canción para El Secadero

En el extremo opuesto, al lado de la piscina, en un una salón a modo de vivero acristalado, y rodeados por el jardín se esmeran Inma Claudio y Juan Trova (Granada 1964), al que está claro que le hubiese gustado haber estado en el Taller de La Habana (donde sí fue el malagueño/granadino Alberto Alcalá). Para el compositor de 'Segundo corazón' ha sido "una experiencia interesante, ya que hemos compartido estilos distintos, enriqueciéndonos unos a otros y -precisa- es también muy interesante que alguien te diga que los que haces es muy malo" concluye entre risas. Y no le falta razón, que tanto se aprende con el refuerzo positivo como con el negativo.

No debe ser el caso del tinerfeño Alberto Cañete y la habanera Jamila Castillo, que ya se sabe la histórica cercanía entre ambas islas, que llegó a su máxima interacción musical con las canciones, las mejores que hizo nunca, Silvio Rodríguez de marinero en Canarias. Jamila ya había estado aquí actuando, «inspirándose en la tradición boleristica» dijo la crítica de esa voz que rememora a las grandes autoras del Filin. Lo hizo en el Secadero, y a su dueño dedica una de las piezas que ha compuesto aquí: 'La copla de José Luis', «porque me conmovió lo que sucedió con aquel entrañable local, que no fue un hecho aislado y de Granada, ya que la persecución a la música en directo es generalizada y está acabando con el semillero de la cultura musical».

Escalera arriba y escalera abajo circula Lapido, para el que «ver crecer las canciones es ver como ver crecer a un hijo. A mi, que soy mucho más lento, me hubiera sido difícil haber participado por el corto espacio de tiempo, pero ellos han superado con creces el plazo: ha habido interacción y ha sido un estímulo y un reto. Me ha reconfortado el gran amor por la música que he visto en ellos».

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Suscríbete durante los 3 primeros meses por 1 €

Publicidad