La cuarta muerte de un 'sin hogar' alerta sobre la indigencia en Granada
Varias asociaciones crean 'La Calle Mata' con el objetivo de involucrar a entidades públicas y privadas en la puesta en marcha de albergues y viviendas sociales
Lunes, 23 de abril 2018, 02:39
Los días de Farid Slila transcurrían entre Gran Vía y la plaza del mercado de San Agustín acompañado por algún amigo. Según los registros de ... Cruz Roja, en los que figuraba desde hace dos años, nació en la zona norte del Atlas, en Boulemane, un pueblo cuya lengua es el bereber y que se alza a más de 2.000 metros de altitud de la región marroquí de Fez-Mequinez. Los trabajadores y voluntarios de Cruz Roja recuerdan que Farid era una persona sociable. Una de las voluntarias no olvida cómo fue una de sus primeras noches en las calles asistiendo a las personas sin hogar porque este hombre hizo unas bromas para que se sintiese cómoda. El coordinador del equipo de voluntarios de la entidad, Edison, cuenta que «Farid siempre tenía unas palabras de aliento, pese a su situación». Tenía problemas con el alcohol, pasó por Proyecto Hombre y en los últimos meses había pernoctado en el Centro de Alta Tolerancia (CEAT), según los registros de Cruz Roja. El próximo 24 de abril, cumpliría 52 años, pero no ha llegado a esa edad porque «vivía en la calle», así lo expresan desde la plataforma recién creada 'La Calle Mata' que se ha formado a raíz de la cuarta muerte «por estas causas» en pocos meses. Una quinta persona sin hogar fue hallada muerta en la planta de reciclaje porque se encontraba en un contenedor de cartones, aunque aún se investigan las causas del fallecimiento.
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Lo que precipitó el final de Farid fue una parada cardiaca, pero «sufría una infección respiratoria, que es una patología común a todas las personas sin hogar» explica Manuel Sánchez, miembro de la Asociación Pro Derechos Humanos que forma parte de este foro.
La plataforma La Calle Mata está formada por la Asociación Pro Derechos Humanos de Andalucía (PDHA), la Asociación Andaluza por la Solidaridad y la Paz (ASPA), la Fundación Vivienda Digna y la Asociación Primera Vivienda.
Estas organizaciones cuentan con una larga experiencia en este tipo de trabajo. Aunque la plataforma acaba de nacer han establecido entre sus prioridades «animar y asesorar a las entidades públicas y privadas a dar una utilidad social de sus intalaciones», explica Manuel Sánchez. También quieren que «se conozca que hay muchas instalaciones en desuso en la ciudad y gente que las necesita», añade.
Es un esfuerzo más que se suma al trabajo habitual de estas asociaciones, para dar solución al problema de las personas sin hogar, ante el repunte de fallecimientos de indigentes en las calles granadinas.
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En «cada homenaje que hemos celebrado por alguna de las cuatro personas fallecidas hemos coincidido las mismas organizaciones y hemos decidido dar un paso más en este sentido», ha explicado Manuel Sánchez a este medio.
Según la plataforma, «hay unas 200 personas sin hogar en la ciudad, acorde a la información de un informe realizado hace dos años por la Junta de Andalucía«, comenta Manuel. La diferencia entre los datos que ofrecía Cruz Roja hace unos meses –que en diciembre tenía un registro de poco más de un centenar– puede ser debido a las fluctuaciones de la gente que llega o se marcha de Granada. Unos movimientos de la población sin hogar que se incrementan con la llegada del buen tiempo, «las personas que suelen venir a la ciudad en esta época son más jóvenes», informan desde Cruz Roja.
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La calle no es una elección
Manuel Sánchez afirma no estar en contacto directo con las personas sin hogar aunque conoce por otros miembros de la asociación los principales motivos por los que las personas sintecho rechazan las viviendas o alojamientos que el Ayuntamiento facilita: «La salud mental de muchas de ellas, el desarraigo con la sociedad, las adicciones al alcohol o drogas y las mascotas son algunos», explica Manuel Sánchez.
El último punto es importante porque para «estas personas, esos animales son la única familia que tienen».
Cruz Roja ha intentado contactar con la familia de Farid sin éxito, no han encontrado a nadie. Cuando Farid descendió el Atlas era ajeno a que su muerte le sobrevendría de forma precoz provocada por habitar las calles de Granada, un fallecimiento que ha dado pie a que las asociaciones dedicadas a luchar contra el sinhogarismo busquen soluciones urgentes.
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El Ayuntamiento espera la respuesta del Arzobispado para la cesión de espacios
La Consejería de Derechos Sociales ha solicitado al Arzobispado de Granada la cesión de espacios en desuso y que podrían tener una utilidad social. Jemi Sanchez, concejala de Derechos Sociales, ha señalado que son «pisos o edificios para ponerlos a disposición de personas sin hogar y familias en riesgo de pérdida de vivienda, entre otros casos» . Sin embargo, y pese a mostrar una «buena disposición al principio, no hemos vuelto a tener noticias», ha apuntado Sánchez. En la propuesta del Ayuntamiento a la curia, «se garantiza el buen uso de las instalaciones, nosotros seríamos responsables de las mismas, pero nada», explicó la concejala.
El Ayuntamiento busca desde hace meses inmuebles en alquiler para estas personas a través de la iniciativa 'housing first'. Por el momento, han encontrado cuatro viviendas de alquiler privado y «esperan disponer de una quinta para comenzar el proceso de selección» y posterior ocupación.
La experiencia en otras ciudades es que las personas que se acogen a este programa experimentan una mejoría a nivel social, familiar y de salud pasados dos meses siempre que se hace por propia voluntad.
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