Cruzada contra el ruido en el centro de Granada por los «botellones para mayores»

A principios de esta semana, María Antonia colgó una pancarta en el balcón de su piso para denunciar que «el ruido les impide vivir». En declaraciones al periódico IDEAL, la afectada afirma que, desde el pasado 25 de junio, la comunidad de vecinos «ha presentado ya seis escritos al Ayuntamiento, otro a la Junta de Andalucía y una queja ante el Defensor del Pueblo Andaluz», la cual ha sido admitida a trámite.

Pese a su insistencia, la única respuesta que ha recibido María Antonia de parte del Ayuntamiento es que es «están haciendo una medición en la Plaza del Carmen desde el 20 de julio, con el fin de valorar la incidencia que los conciertos y bailes están generando sobre el cumplimiento de los objetivos de calidad acústica».

No obstante, la presidenta de dicha comunidad ha decidido llevar esta cruzada por su cuenta, contactando con un despacho de abogados para hacer una medición de ruidos propia.Los resultados, a los que ha tenido acceso este periódico, darían la razón a los vecinos al superar en casi 20 decibelios el máximo permitido por el Reglamento de Protección contra la Contaminación Acústica en Andalucía.

Detrás de las mediciones, los límites y los decibelios, se encuentran los problemas que todo este ruido causa en los vecinos. Como consecuencia del mismo, María Antonia afirma estar «en tratamiento médico para poder descansar bien», ya que explica que el buen tiempo empeora la situación, llegando a celebrarse «hasta tres conciertos en la misma semana».

En el centro de las quejas de la afectada se encuentran los conciertos para baile que se iniciaron «hace casi cinco años» y los cuales, según ella, se han convertido en «un botellón para personas mayores que aprovechan el evento para beber en la calle y quedarse hasta tarde». Del mismo modo, María Antonia denuncia que estos eventos están acabando «casi a las 00.30 horas de la madrugada» -como atestigua el estudio que ha encargado- en vez de a las 23.30, cuando tendrían que finalizar según el programa oficial.

A pesar de que el ruido de las actuaciones musicales es la principal queja de esta comunidad, su presidenta afirma que no es su único problema acústico. En este sentido, María Antonia recuerda que, debido al «continuo paso de autobuses y a la actividad turística habitual», la calle Reyes Católicos es «una zona de prevención acústica, según el Mapa de Ruidos de Granada empleado por el propio Ayuntamiento».

Para los vecinos, la nueva disposición de los autobuses agrava su situación, ya que «genera mucho ruido el tráfico de los cinco semáforos que hay de Plaza del Carmen a Puerta Real, así como el aumento de la frecuencia del transporte público».

A todo ello, además, añaden los «múltiples eventos» deportivos o comerciales que también utilizan la plaza, como ocurrió recientemente con la llegada de la Vuelta Ciclista. Asimismo, recuerdan que en Corpus o Semana Santa este lugar también acoge otros festejos. Por ello, piden que, al menos con los conciertos, «las actuaciones se repartan por las decenas de plazas de la ciudad».

«Somos los únicos habitantes que quedan en la plaza, y las autoridades no nos hacen caso», lamenta María Antonia, recordando que el resto de edificios de la zona tienen un uso público o comercial, como pasa con el propio Ayuntamiento, la sede de la ONCE o las diversas tiendas.