A los criterios de evaluación de la sede no les salen las cuentas

Sin embargo, la valoración publicada era más bien de carácter cualitativo o valorativo, en la que se emplearon términos descriptivos como «excelente», «óptimo» o «muy positivo»; aun así, el documento oficial también incluye una tabla en la que se aproximan estos criterios a valores numéricos, que normalmente oscilan entre los cero y los tres puntos.

Luis Molina, catedrático de Organización de Empresas en la Universidad de Granada (UGR), se propuso convertir este examen en cifras concretas y tratar de entender el proceso de decisión que ha acabado con la agencia en la ciudad gallega, lo que no ha hecho sino espolear que el cuestionamiento sobre el mismo desde la óptica granadina.

Molina confirma en conversación con este periódico que las cuentas no salen. «Han dejado bastante fácil» extrapolar las valoraciones a valores exactos, afirma, y apunta a que el mismo BOE presenta señales de que era Granada la candidata que obtuvo la mejor puntuación en este conjunto de criterios. Esta manera de evaluar, dividiendo el resultado final en múltiples apartados que se valoran por separado, explica el catedrático, es muy habitual en su ámbito profesional, al igual que en la mayor parte del sector público y administrativo, «y en general siempre que hay que tomar una decisión compleja, que depende de muchos factores, y quieres que el resultado obtenido sea racional».

Según sus resultados, la capital granadina habría obtenido 81 de los 84 puntos posibles, aunque existen margen de error porque algunos criterios no están evaluados con claridad. Alicante habría obtenido en este sentido 76 puntos; A Coruña, 74. Esto se debe a que hay tres apartados en los que no puede obtener la calificación más alta. El primero de ellos es la tasa de paro, inferior a la media nacional; el segundo, la asunción de costes financieros, que no se remitió al comité de evaluación; y el análisis de impacto, del que se señala que faltan detalles.

Incluso teniendo en cuenta el margen de error, explica Molina, «no hay ninguna variante» en la que la ciudad gallega obtuviese el primer lugar. «En casi todas las opciones sale Granada, y en el peor de los casos quedaría empatada con Alicante».

De hecho, señala el catedrático, el propio documento presenta un «acta general de provisión», que también puede llamarse dictamen o resolución, en la que por lo general se ordenan las ofertas «de mayor a menor nivel de preferencia».Granada aparece aquí en primer lugar, seguida de Alicante, mientras que A Coruña se queda en tercer lugar. «Es el punto que se les ha escapado más», asegura Molina. En todo caso, señala que esto tendría una defensa muy complicada «para un eventual recurso» de la decisión.

En todo caso, Luis Molina deja claro que los resultados que haya obtenido el comité de evaluación no tienen por qué ser iguales que los suyos. «Yo no voy a decir que la verdad sea lo que yo he hecho; puede que esté confundido», recalca en un contexto en el que se suceden las dudas sobre este sistema de puntuación.En todo caso, explica, el problema tiene fácil solución. «Que publiquen las valoraciones en detalle; con que ellos ofrezcan el baremo, lo tienen solucionado». Por el momento, este extremo no se ha producido.