El acto de presentación de la imagen tuvo que ser aplazado por la pandemia. J. M.

El Cristo del Santo Sepulcro, en su urna tras la restauración

El estudio de José María Rodríguez-Acosta ha devuelto a su origen esta imagen de finales del siglo XVII o comienzos del XVIII

Lunes, 22 de noviembre 2021, 00:19

Desde hace meses podemos contemplar la imagen del Cristo Yacente del Santo Sepulcro en su urna de la parroquia de San Gil y Santa Ana. ... A ella regresó tras la intervención realizada en el taller de la Cuesta de Gomérez de la empresa Conservación y Restauración de Arte de la Cuesta de Gomérez que dirige José María Rodríguez-Acosta. Se hizo esta intervención «por el mal estado que presentaba la imagen, sobre todo tras comprobar que la cabeza estaba mal sujeta al tronco» como señaló el vicehermano mayor de la cofradía, Juan Luis Ubiña. Fue el encargado de realizar la presentación de la exposición que realizó el responsable de este trabajo.

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Rodríguez-Acosta expuso todos los criterios profesionales empleados en esta intervención. Se trata de una imagen histórica de la ciudad, perteneciente desde el siglo XVII a la cofradía del Santo Sepulcro que se encontraba establecida en la iglesia de Santiago, junto a la calle Elvira. Después pasó a la iglesia de San Gil que fue desmontada en 1868 y se trasladó a Santa Ana junto a la imagen de Nuestra Señora de la Soledad, de José de Mora. El restaurador señaló en sus palabras que lo principal «fue resolver sobre todo el problema de la fijación de la cabeza al tronco que se encontraba en muy mal estado y el de los repintes que la imagen ha sufrido a lo largo del tiempo, algo muy habitual en la escultura».

Valor histórico

La presentación se tuvo que aplazar bastante tiempo por la pandemia y en ella explicó el responsable del proceso que la talla tiene «un valor histórico y popular» aunque no sea «una imagen de un gran valor artístico», como indicó el restaurador ante los asistentes al acto de presentación.

La intervención está calificada por Rodríguez Acosta como «de carácter conservativo en la que hemos actuado más sobre el aspecto de la conservación de la imagen más que en la estética de la misma». El restaurador aseguró ante la presencia de los hermanos que «no hemos querido en ningún momento ni nos lo planteamos, eliminar la policromía porque es ya de tipo histórico que hacen que la imagen tenga una realidad que es la que conocemos todos y hacerlo hubiera puesto en evidencia una policromía tal vez excesivamente limpia».

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El equipo de restauración trabajó para «actuar sobre los problemas más inmediatos y no sobre esos otros que tal vez hubieran llegado más lejos pero hubieran sido más impactantes para la visión del espectador», indicó el responsable de la intervención. Rodríguez-Acosta también señaló que «la imagen tenía notables desprendimientos de la capa de fijación de la policromía».

El acto contó con la presencia de la hermana mayor de la cofradía, Blanca Sánchez-Agesta, y del párroco Manuel García Gálvez. Además, distintos representantes de cofradías de la parroquia y de la vecina de San Pedro y San Pablo, además del párroco, Manuel García Gálvez. Estaba presente el Subdelegado de Defensa en Granada, Federico González-Vico, junto a un representante de la Base Aérea de Armilla y el vocal de Arte y Ornato de la Federación de Cofradías, José Manuel Gómez.

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