Los restaurantes del Centro acumulan pérdidas desde el mes de marzo. RAMÓN L. PÉREZ

La hostelería arrastra diez meses de pérdidas y vaticina el cierre de 1.200 empresas en Granada

Pese a que apenas hacen caja, los negocios tienen que asumir el coste de impuestos, suministros o alquiler de locales. Estas son sus cuentas.

Javier Morales

Granada

Lunes, 1 de febrero 2021, 01:09

Lo gritaron en la Gran Vía, en Puerta Real y hasta en la Circunvalación:«¡Queremos trabajar!» Pero el coronavirus no da tregua a los hosteleros. ... Tras el confinamiento 'duro' de la pasada primavera llegó un verano descafeinado, semanas de restricciones más suaves, otro cierre de la actividad no esencial y, ahora, una tercera ola –hay quien habla de tsunami– que ya ha obligado a bajar la persiana en 42 municipios granadinos, arrastrando decenas de negocios. Muchos, sobre todo empresarios del sector hotelero, ni siquiera la han vuelto a levantar desde marzo. Otros han podido mantener su actividad, pero haciendo cajas que no llegan a compensar los gastos. 2020 fue para ellos un año negro lleno de números rojos.

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Quieren trabajar, pero la situación sanitaria no lo permite. Ellos lo comprenden, y a renglón seguido recuerdan que son el sector económico más afectado por la pandemia –en especial en Granada, golpeada por la segunda ola con más fuerza que otras provincias andaluzas– y que no reciben ayudas que les permitan amortiguar la caída. En esta época de cuentas con signo negativo, los trabajadores en ERTE dependen de la prestación estatal y los empresarios de los créditos ICO, de préstamos bancarios o, en los mejores casos, de los ahorros acumulados en otras épocas. Consideran que gestos como la reducción de la tasa municipal de terrazas de la capital o las subvenciones anunciadas por la Junta de Andalucía son insuficientes para un sector que genera en torno al 14% de la riqueza de la provincia.

Una de cada cuatro empresas

No pueden cuadrar la caja y, lo peor, no ven horizonte para la vuelta de algo similar a la 'antigua normalidad'. «Se perderá de un 25 a un 30% de las empresas, 1.200 de las 5.000 que hay en Granada. Hablamos de empresas pequeñas, de autónomos, de pymes. Nadie nos ayuda, ni hay un plan de futuro, tampoco. Si nos cierran por la pandemia, tendrán que compensarnos con ayudas, no pueden dejarnos tirados». Son palabras de Gregorio García, presidente de la Federación Provincial de Empresas de Hostelería yTurismo, en una síntesis del problema en el que está sumido el sector que lleva repitiendo desde marzo, ante los medios y frente a sus compañeros en las movilizaciones.

García defiende que los establecimientos cumplen con las medidas necesarias para disminuir la probabilidad de contagio. Sugiere planes promovidos por las administraciones para hacerlos más seguros, como colocar medidores de dióxido de carbono que identifiguen cuándo el ambiente está 'cargado' y la transmisión del patógeno es más fácil. Cuando detecten que la concentración es alta, se podría ventilar el espacio. También se podrían instalar filtros de aire. «Son planes a futuro que se deberían estar poniendo en marcha para optimizar los locales. No basta con cerrar siempre.Y si cierran, que vaya acompañado de ayudas, porque si no, así no podemos seguir». García pide «ayudas diferentes y más contundentes».

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Todo para que los números encuentren el equilibrio. IDEAL solicitó a un restaurante, un pub, un guía turístico, un camping y un hotel los gastos de un mes medio del último trimestre de 2020. Sirven como ejemplo para ilustrar esa reivindicación que los hosteleros mantienen desde hace ya diez meses:siguen abonando gastos, con poca o nula facturación y sin subvenciones directas.

El Pescaíto de Carmela adjunta un completo informe de gastos. Los del último mes, el de diciembre, dejan un desembolso total de 47.832 euros. El restaurante ha vendido alrededor de 46.500. La diferencia no es tan pronunciada como en otros casos, pero si se atiende a los números de todo el año, la conclusión es que ha entrado en caja solo un 36% de lo que entró en 2019. «Salvo en el mes de agosto, cuando se ganó algo, en el resto de meses desde marzo estamos perdiendo dinero. Nosotros tuvimos la certeza en marzo de que esto sería largo, nos provisionamos bien de crédito y estamos aguantando», cuenta José Fernández, al frente de este negocio. Las cifras se pueden sostener en negativo hasta comienzos del verano. «Luego no sé lo que tendríamos que hacer. O inyectar dinero propio como personas físicas, o pedir más préstamos».

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Hasta 32.000 euros

Raúl López, portavoz en Granada de la plataforma Andalucía de Noche y dueño de un pub en Ganivet, sugiere una horquilla de gastos en la que se mueven los locales de copas el Centro. En la tabla que acompaña a esta página queda reflejada la media entre los desembolsos más elevados y los más moderados. En el escenario de mayor dispendio, el de un establecimiento con más tamaño, empleados y medios, la cuantía puede ascender a 32.200 euros.

De acuerdo con López, los establecimientos de este tipo vendieron en 2020 entre un 8 y un 30% de lo que facturaban en 2019. Dependiendo del establecimiento, las pérdidas se han podido reducir en mayor o menor medida en las semanas de apertura con restricciones de aforo y horarios. Pero el agujero sigue siendo profundo: es casi imposible compensar los periodos de cierre total, señalan otras fuentes.

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«Es una ruina, esto es terrible», subraya. Los más afectados son los negocios que no tienen terraza. «Hay muchas cosas que hacer para mejorar la situación. Si nos dicen que somos el problema, que nos den ayudas. El Ayuntamiento no nos ayuda con las tasas municipales.Andalucía nos da dos duros, mil euros, con requisitos muy difíciles. Y el Gobierno central absolutamente nada, nos cobran impuestos de sociedades por adelantado por una actividad que no hemos podido desempeñar», concluye el portavoz de Andalucía de Noche en Granada.

Sin turistas

En 2019, Granada batió un récord de visitantes, al recibir a cinco millones de turistas. Los datos de 2020 aún son provisionales, pero es posible hacer una estimación. Si se suman las cifras de la Encuesta de Coyuntura Turística de Andalucía correspondientes al primer y tercer trimestre del año –en el segundo la movilidad estuvo limitada y, por tanto, el número no es significativo– el total de turistas llegados a la provincia el pasado año es de 1,6 millones.

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602.709 euros de pérdida en dos hoteles familiares: «El sector está desamparado»

Ignacio Sáez de Tejada está al frente de los dos hoteles Dauro, que suman 602.709 euros de pérdidas en 2020. Uno de ellos cerró en marzo y desde entonces no ha registrado ninguna pernoctación. El Dauro 2 ha mantenido su actividad en periodos en los que las restricciones por la pandemia lo han permitido. «Hemos intentado coger alguna reserva, pero el porcentaje de ocupación ha sido del 18%». A pesar de todo, siguen pagando el mantenimiento de los establecimientos, que es elevado –más incluso de lo habitual– al estar vacío. Hay que abonar los costes de extintores, programas informáticos, centralitas de incendios, impuestos municipales, sueldos, seguridad social, desinsección... «Las pérdidas de estos meses se asumen de dos maneras: o tienes ahorrado y te lo gastas, o no tienes y pides prestado, que es lo que estamos haciendo (...) No entendemos por qué el sector turístico ha quedado desamparado. Cuando hubo crisis financiera hubo ayudas a los bancos.Cuando no se vendían coches, hubo planes renove, pero al sector turístico no le han hecho caso». Cree que 2021 será muy similar. Lo mismo sucede en los cámpings. Desde el de Playa Poniente, Carmen López cuenta que han podido soportar los últimos meses porque no tienen deudas. Aun así, la escasa clientela que han tenido semanas atrás no ha podido compensar los gastos de un negocio cuyo mantenimiento tiene un alto coste.

Bares, pubs y restaurantes 'comen' del turismo, pero pueden subsistir con el cliente local. Sin embargo, quienes dependen exclusivamente de los llegados de fuera de la provincia, como los hoteles, cámpings o guías turísticos, han reducido sus ingresos al mínimo –cuando no a cero– durante las semanas de cierre provincial y de municipios.

Miguel Campos, presidente de la asociación de Guías e Intérpretes del Patrimonio de Granada, explica que se ha instalado en la Alhambra un puesto de información y –antes del cierre de la provincia– había como mucho entre ocho o diez visitas al día a repartir entre unos 700 guías, autónomos, mayoritariamente. «Vivimos de la subvención por cese de actividad y de un crédito ICO pedido en su momento. Allí no se gana para nada. La situación es trágica y no vemos horizonte. Si nos dijeran 'en octubre vuelve la normalidad' haríamos nuestras cuentas, pero nadie sabe».

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Juan Peláez preside la asociación que aglutina a las agencias de viajes de la provincia, y muestra el gasto de la suya, Cultural Travel. Mantiene una oficina abierta en la que trabaja él mismo, durante dos horas al día. Ahora ha 'rescatado' a una empleada que estaba en ERTE y hace teletrabajo. «En septiembre no vendimos nada», recuerda. Simplemente atienden a clientes que posponen o cancelan sus viajes, mientras hacen gestiones para promocionar la empresa y mantener el contacto con los clientes, «pero realmente la venta es cero». Asegura que el 40% de las agencias han presentado expedientes de suspensión de actividad o quiebra. En su caso, ha aprovechado los recursos económicos propios para subsistir hasta el pasado mes de diciembre. De ahora en adelante depende de créditos ICO. Como otros compañeros, vive en la cuerda floja tras meses de pérdidas.

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