«Los mismos que votan a Vox tienen los invernaderos de Albuñol llenos de migrantes»

Albuñol se convertía entonces en el municipio con mayor apoyo porcentual a este partido por el empuje de diez agricultores jóvenes que decían estar «hartos». En el texto se ofrecían hace ya cuatro años muchas claves que ahora se han confirmado.

En 2018, el 20,16% de los que votaron dieron su respaldo a Vox, que pasó de contar en Albuñol con dos papeletas en 2015 a 491 en 2018. Pese a este subidón de Vox, la campaña electoral realizada por esta formación y la presencia de la líder del partido en Salobreña, Macarena Olona, el apoyo a esta formación se ha ralentizado el 19J. Esta vez, el 19J, Vox ha cosechado 644 papeletas. Suponen 153 más que en 2018, pero no llegan para superar al PSOE, segunda fuerza más votada, que le gana al obtener 689.

José Jesús López, presidente del Partido Popular en Albuñol, explica la situación tras el 19J. «Hemos ganado por primera vez en todas las mesas electorales del municipio», explica por teléfono. «Nos ha dado una subida de adrenalina y se ve gente nueva», son las consecuencias directas. «Vamos a preparar un congreso local el mes de julio para nombrar una nueva ejecutiva, que salga gente más joven».

El reto son ahora las elecciones del año que viene. «Aquí ha sido siempre muy difícil hacer cosas, nos llevamos bien con la gente, pero en las municipales es más complicado». «El resultado ha sido por Juanma (Moreno Bonilla). Es quien ha pegado el tirón, porque es una persona muy centrada».

Respecto al resultado de Vox, ofrece su valoración. «Salió con muchísima fuerza en 2018. Terrible. Se montó la de dios. Parecía que todo el mundo era de Vox. Pero esta vez el albuñolero se lo ha pensado bien y ha votado con luces». Y ofrece otra clave: «Es que el PSOE ha hecho una campaña de hace treinta años, y Vox lo mismo, pensando en otras epocas». Más allá del reto de las municipales, tiene claro el futuro a corto plazo. «El sistema se ha cargado a Podemos, se ha cargado a Ciudadanos y se cargará a Vox».

El día después del 19J, lunes, Albuñol es una localidad en calma chicha. Son las tres de la tarde. La chavalada sale del colegio público Natalio Rivas en camiseta y con su mochila. Van caminando hacia sus casas para almorzar. En la plaza del Ayuntamiento, tres adolescentes se cobijan en un banco a la sombra. Tienen 15, 16 y 17 años y sus nombres indican perfectamente su procedencia, su origen. Nacidos todos en España, han vivido en Madrid o en Barcelona, pero sus familias terminaron volviendo a Albuñol, donde residen. Se les ve felices, con sus camisetas de Marvel y sus rapados a la moda.

Uno de ellos explica que no siguen la campaña electoral. «Estamos más tiempo en la calle que viendo las noticias en la tele», se explica. Otro más dice que entienden algo de política: «Sé diferenciar entre anarquismo y comunismo, por ejemplo», comparte satisfecho. La chica es la más lanzada responde sin tapujos a las preguntas sobre Vox y su discurso político sobre la migración u otros aspectos.

«Nuestros padres son de origen marroquí», avanza. «Hay mucho ignorante que sigue a Vox». Cree que mienten mucho. «No dicen la verdad», expresa. Recuerda entonces una polémica entorno a una política de Vox que defendió los piropos en la calle a las mujeres. «Deberían quitarles el micrófono a algunas». «La verdad es que de ese partido no me gusta nada», zanja.

Dei y Khadi están sentadas en un banco en la calle 28 de Febrero. La primera está embarazada. El papá juega con su primer hijo. Sonríen. Chapurrean con tiento el español y se declaran felices de vivir en este municipio. Ellas, senegalesas, el país de la 'teranga', término que se utiliza para describir la hospitalidad con que Senegal recibe a los extranjeros, llevan coloridos vestidos con tonos ocres y amarillos. «No podemos votar», dicen para explicar su desconocimiento de la campaña. «Estamos muy contentas de vivir en Albuñol», insisten. Y cuentan para terminar que trabajan en los invernaderos.

Esta imagen entronca centralmente con lo expresado en el reportaje citado anteriormente y publicado en 2018. El portavoz de Vox reconocía entonces que los inmigrantes «no dan ningún tipo de problema» en Albuñol y que la convivencia es buena. «No estamos en contra. Lo que defendemos es que la inmigración esté regulada, que si vienen 8 ó 10 meses a trabajar, después puedan volver a su país porque cuando se les acaba el empleo... no tienen nada que hacer aquí.

Calle 28 de Febrero abajo, tres amigas se encuentran de tertulia en el Café Deyavu. María, Amanda y Sonia, de 28, 24 y 30 años de edad no han votado este 19J. «Estábamos de fiesta», comparten mientras se ríen a carcajadas. «Yo ni me acordé de que había elecciones», confiesa una. Sus profesiones son limpiadora, una; los invernaderos otra, y ama de casa la tercera, «porque soy madre soltera». Respecto a su ideología y la situación política del municipio, queda resumida en dos de sus frases. «Supongo que somos de izquierdas, porque somos pobres». «Los mismos que votan a Vox tienen los invernaderos de Albuñol llenos de migrantes».