Tradición y modernidad en La Guardia de Salobreña
Al Agua ·
La playa de Salobreña es una zona familiar que ha adquirido relevancia para los amantes del buceo y los deportes acuáticos por la singularidad de sus fondos marinos
Entre el Peñón de Salobreña y la Azucarera del Guadalfeo hay ganas de quedarse. Visitar la playa de La Guardia es recuperar los veranos de ... la infancia con crema hasta las cejas y las manos pringosas de helado. Rodeada de chiringuitos míticos, como El Rufino, que no parecen cambiar con los años y donde los platos de pescaíto frito invitan alargar la sobremesa para después echarse la siesta con el ruido de las olas de fondo. Ir es no querer volver. Es dejar la sombrilla y la toalla extendida en la arena hasta la caída del sol en un ambiente familiar con olor a salitre y tradición. Tradición de pasar las horas muertas enterrando los pies en la arena caliente o no querer abandonar el agua cristalina por mucho que se arruguen los dedos.
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La Guardia es el tupper de tortilla de patatas, filete empanado y sandía con los tuyos, pero también es la playa de la modernidad donde aburrirse está prohibido y los intranquilos pueden optar por las actividades náuticas, kayak, cursos de navegación, padelsurf, submarinismo o pesca con caña. La Guardia tiene casi un kilómetro de playa rodeada de campo, con vistas al peñón y al Castillo de Salobreña.
Características
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Parking cuenta con una zona de aparcamiento no controlado con capacidad para 100 coches
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Restauración los bañistas disponen de cuatro establecimientos a pie de playa
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Concesiones la playa cuenta con servicio de hamacas, un punto de baño accesible y servicio de hidropedades y deportes acuáticos
Al ser una zona semiurbana el acceso en coche es directo a través del parking junto a la antigua azucarera o cruzando el añejo salobreñero, aunque también se puede acceder fácilmente a pie sin dejarse los pulmones por el camino. Está formada por arena oscura y grava. Las 2, 75 hectáreas de playa tienden a llenarse un 30%, sin que se produzcan aglomeraciones o sea una playa masificada, aunque en picos de temporada alta se ocupa hasta un 70% de los arenales.
La playa cuenta con los principales servicios. En verano se instalan dos módulos de Salvamento, una torre de vigilancia, dos módulos de aseo y una decena de duchas, así como tres concesiones de hamacas, dos de actividades náuticas, tres puestos de hidropedales y dos quioscos de helado. Tiene un parking con capacidad para 100 vehículos y posee un punto de baño asistido para aquellas personas con movilidad reducida, un servicio que se ha tenido en cuenta a la hora de otorgarle la bandera azul al municipio. Las playas de Salobreña se parcelan a consecuencia de la crisis sanitaria para que los bañistas puedan guardar la distancia de seguridad, además hay servicio de limpieza continuo.
A la belleza visible en su entorno, se le suma también el encanto que guardan sus aguas. Hay un mundo submarino entero por descubrir. La playa se encuentra dentro de la La Zona de Especial Conservación Acantilados y Fondos Marinos Tesorillo-Salobreña. En estos fondos se pueden encontrar criaturas espectaculares, algunas de ellas amenazadas, como la tortuga boba o el coral naranja en los arrecifes, lo que ha hecho que durante los últimos años se haya extendido como destino turístico para los amantes del buceo y la naturaleza.
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