Salobreña llora la pérdida de la Cofradía de la Humildad tras 256 años de devoción

Este último año, la cofradía había experimentado un resurgir: pasó de tener 49 hermanos en 2023 a 105 en 2024. «No salieron 200 nazarenos porque faltaban hábitos», señalan desde la cofradía. Las actividades culturales y mejoras en la organización interna habían renovado la participación y el entusiasmo de esta histórica hermandad.

El problema comenzó cuando la junta directiva de ese momento, decidió cesar al capataz del paso, una medida tomada tras una serie de desencuentros entre el capataz y miembros de la hermandad. Según fuentes de la hermandad, la devota se amparó en su derecho como hermana mayor para tomar esta decisión, que inicialmente contó con el respaldo del párroco de la localidad salobreñera.

Sin embargo, un grupo reducido de devotos, cuestionó la autoridad de la hermana mayor y empezó a presionar para revertir la decisión. Poco después, el párroco, dejó de respaldar a la hermana mayor y convocó una reunión extraordinaria en la que disolvió la junta directiva y nombró una gestora para dirigir la cofradía.

Fuentes cercanas señalan que la gestora, formada por personas que «no pertenecían activamente a la hermandad», no logró mantener las actividades que se venían realizando ni la unión entre los hermanos.

«Si se hubiera respetado la decisión de la hermana mayor, todo habría seguido adelante, aunque con algunos cambios. Ahora no tenemos nada», defienden.

A lo largo de 2024, la inactividad de la gestora ha llevado a que se abandonaran las actividades tradicionales, como el cobro de cuotas de los hermanos y la organización de los eventos. Ante esta situación, el párroco declaró oficialmente la disolución de la cofradía, dejando al Señor de la Humildad sin procesión por primera vez en décadas.

El párroco, ha rechazado hacer declaraciones al respecto, limitándose a señalar «falta de fraternidad» como la causa principal de la decisión.

Según los feligreses, la solución pasa principalmente por la intervención activa del párroco y el Arzobispado de Granada. El párroco podría solicitar los estatutos. En este caso, debe presentar la solicitud al Arzobispado para regularizar la situación jurídica de la cofradía. Esto implicaría registrar la hermandad como una entidad oficial con autonomía para gestionarse.

Mientras tanto, el cristo permanece en su templo, testigo silencioso de los años de fervor y entrega de sus hermanos, y de los desencuentros que acabaron con una tradición de siglos.

Fundada en siglo XVIII (1769), la Cofradía del Señor de la Humildad, conocida popularmente en sus inicios como la Cofradía del «Crudillo», nació con un propósito: garantizar un entierro digno a los hermanos más necesitados. Desde sus inicios, esta hermandad se convirtió en un símbolo de caridad y solidaridad, reflejando el espíritu de ayuda mutua que definían.

Sin embargo, la Guerra Civil dejó su huella en Salobreña y, como ocurrió en muchos otros lugares, destruyeron la imagen original del Cristo . Décadas más tarde, crearon la actual talla, obra del reconocido imaginero Antonio Barbero Medina.

En 2004, se adaptó a un trono sevillano. Este cambio no solo influyó en la estética de la procesión, sino también en el estilo de su paso, añadiendo un toque diferencial y de belleza que lo consolidó como uno de los grandes atractivos de la Semana Santa de Salobreña. La cofradía estrenaba el año pasado los candelabros del paso y un nuevo exorno floral.

Cada Martes Santo, el Casco Antiguo, con sus empinadas y estrechas calles, se convierte en el escenario de la devoción de todo un pueblo.

Bajo las trabajaderas del paso, 28 jóvenes costaleros cargan el peso del Cristo con el estilo sevillano, mostrando una combinación de valentía, sacrificio y devoción.