Ryanair impide viajar a un granadino que tiene parálisis cerebral con su silla de ruedas

Salieron el miércoles pasado desde el aeropuerto de Málaga y ayer, cuando iban a terminar unas vacaciones perfectas, Ryanair le cerró en sus narices la puerta del avión en el aeropuerto de Luton. La compañía aérea le impidió volar alegando que su silla de ruedas superaba las dimensiones fijadas para poder ubicarla en la bodega.

La decisión de la compañía sorprendió al joven. Viajó hasta londres a bordo de la misma empresa sin ningún tipo de incidentes y con la misma silla. «Me dijeron que el personal del aeropuerto de Málaga había cometido una negligencia al dejarme volar. Mi vuelo salía ayer a las 14. 45 horas y me he quedado en tierra. Le expliqué a los responsables en el mostrador que podía reclinar el asiento para que se ajustara a la normativa, pero no me hicieron caso«, explica el chico.

«Mi silla mide 90 centímetros. Hay maletas que miden lo mismo y la altura máxima fijada para las sillas es de 81 centímetros. Yo no lo sabía y no me esperaba que después de haber viajado hasta Londres me pusieran pegas a la vuelta«, lamenta. Para Ismail no es tanto el tiempo que ha perdido de espera en Reino Unido -tiempo en el que ha dejado de hacer una entrevista de trabajo en un medio de comunicación local, una reunión familiar o una cita para tramitar su pensión- como la impotencia que siente al verse «limitado ante la sociedad» por su discapacidad. «Me parece injusto llegar a la puerta de embarque y sentirme humillado. Es incongruente que te hagan más difícil lo que ya es difícil sin más. Estoy acostumbrado como persona con discapacidad a sufrir complicaciones a la hora de viajar, pero todos somos humanos y tenemos que tener los mismos derechos«, apunta.

Ante el imprevisto, el aeropuerto le ha cambiado el vuelo y hoy a las 15. 10 sale de regreso a España con easyjet. «Nos hemos quedado una noche más en el hotel. Cuando vuelva a Málaga pondré una queja formal a la compañía y consultaré con un abogado emprender medidas legales o solicitar una indemnización«, dice Ismail. El joven, que es todo un ejemplo de superación, ha difundido su incidente en redes sociales para concienciar a las aerolíneas el problema al que exponen a los pasajeros que, como él, viajan en silla de ruedas.

«He tenido problemas con otras compañías aéreas. Los trabajadores no tienen cuidado o no saben utilizar las sillas y se rompen. Para viajar dentro del avión no hay mayor inconveniente. Nos dan un asiento adaptado, pero los obstáculos para acceder a algunas instalaciones y viajar siguen siendo muchos». «El viaje ha estado muy bien. Londres me ha encantado y no dejaré que este episodio ensombrezca lo que he vivido«, concluye.

Este medio se ha puesto en contacto con la aerolínea sin haber obtenido aún respuesta.