El retratista de las estrellas que usa Gualchos de lienzo

Desde hace unos meses el artista llena de murales costumbristas distintos puntos de la localidad para deleite de vecinos y visitantes con la esperanza de que su trabajo no pase desapercibido. El Ayuntamiento de Gualchos confía en él para cambiar la imagen de algunos puntos de la localidad que considera desaprovechados. «La idea de animar el pueblo con grandes murales surgió hace 4 años cuando Indalecio realizó un primer fresco en la calle diques. Se había derribado una vivienda para ensanchar una calle y se dibujó el mural para darle atractivo», explica la alcaldesa, Toñi Antequera. «Este año hemos tenido la oportunidad de restaurarlo, estaba un poco desgastado y contratamos a Indalecio para que embellecerá el pueblo», destaca. «El ayuntamiento siempre ha apoyado su trabajo, de hecho está prevista una exposición de su pintura a partir del 14 de julio, esperamos que potencie su actividad», dice.

Indalecio llena de frescos cinco tramos de escaleras que desembocan en la plaza de España de Castell de Ferro. El acceso de levante del municipio, que deja en el margen izquierdo el gran azul, muestra obras colosales con imágenes tradicionales , costumbristas de pesca y agricultura y de las raíces del pueblo. Una mujer cosiendo redes de pesca, agricultores labrando, unas barcas descansando sobre la orilla, un anciano con su burro o un mural en honor a la devoción marinera por la Virgen del Carmen son algunos de los pasajes que acabarán plasmados en las paredes. Este mes junio el pintor terminará una obra para la que ha invertido una semana por fresco.

«Soy de Rubite pero llevo casi toda la vida en Gualchos-Castell de Ferro y es para mi un honor haber participado en este proyecto», manifiesta Indalecio.

El artista lleva 50 años pintando. Comenzó a pintar por copiar a su hermano cuando apenas tenía 12 años. Cogió un pincel y le picó el gusanillo. Era talentoso y le regalaron un maletín con óleos. Sin haber recibido más formación que su experiencia, las obras de Indalecio son admiradas por sus vecinos y seres queridos. Su «capilla sixtina» está ubicada en el bar Mare Nostrum donde ha podido hacer a su antojo. Su corriente es el expresionismo y tiene predilección por los retratos. Antonio Banderas, Ana Belén o el exfutbolista Hugo Sánchez tienen algunas de sus obras.

«Les he pintado a todos y les regalé unos retratos para ver si me podían echar una mano para entrar en el mundillo. Con Hugo Sánchez si logré colocar algunos cuadros, le gustaron», explica.

Lo único a lo que aspira Indalecio con las pinturas que adornan Gualchos es que la gente se pare a mirarlas unos segundos y sea un incentivo para los visitantes. Además de la pintura, Indalecio ha hecho también sus pinitos en la escritura. Ha publicado cuatro novelas y tiene otras dos en el tintero. «He hecho lo que he podido para dedicarme a lo que me gustaba, pero a veces la pasión es difícil de llevar, la realidad la estropea. Ahora que tengo más tiempo no voy a desaprovechar la oportunidad. Me estoy moviendo para dar a conocer mi trabajo, tengo Instagram y redes sociales», concluye esperanzado.