El puerto retiene a 2.084 cruceristas esta temporada, a pesar de haber perdido nueve escalas de lujo

La dársena granadina se ha preparado durante los meses que ha durado el estado de alarma para reactivar con seguridad la temporada de cruceros, que arranca el 16 de octubre y para la que se ha desembolsado 200.000 euros para poner en marcha el protocolo contra la Covid-19. La Autoridad Portuaria luchó para que Granada fuera reconocida como puerto seguro de cara al restablecimiento de las líneas con pasajeros y ahora espera recibir a 2.084 cruceristas que desembarcarán en Motril. La cifra ha descendido en 112 en la última semana ya que el puerto ha recibido la cancelación de una escala que estaba prevista el 22 de septiembre e iba a arrancar la temporada. Finalmente, los cruceros comenzarán a llegar el 16 de octubre y la temporada se prolongará hasta al 22 de noviembre.

El impacto de la crisis sanitaria se ha dejado notar. Las navieras se han visto obligadas a cancelar las escalas desde finales de marzo hasta agosto por la pandemia, incluso algunas compañías estadounidenses no retomarán sus travesías hasta finales de octubre. El puerto de Motril no ha quedado exento del impacto de la pandemia y de las 12 escalas que había programadas se han mantenido el 50%. Solo seis cruceros harán una parada en Granada lo que queda de este 2020.

La anulación de las escalas ha supuesto la pérdida de más del 80% de los pasajeros de la temporada, además de la pérdida de una compañía de cruceros Norwegian Cruises lines. Este 2020 se esperaba recibir a un total de 8.813 pasajeros y 4.848 tripulantes.

Del mismo modo, la suspensión de tráficos de pasajeros afectará a tres nuevas escalas de la compañía de lujo Seaborn Cruises y la cancelación de las escalas de Oceanía Cruises, que es el segmento que más se ha visto afectado con un total de ocho escalas anuladas.

Los cruceros de lujo han reducido su capacidad al 50% por las recomendaciones sanitarias. A su llegada, los pasajeros encontrarán actividades al aire libre, así como senderismo, cicloturismo o la oportunidad de jugar al golf.

El regreso de las navieras se hará con la puesta en marcha de planes de prevención contra el virus. Las líneas de cruceros y los puertos acuerdan los protocolos antes a establecer en las rutas antes de que se realice cualquier viaje. En caso de que se produzca un brote a bordo, los operadores de cruceros deben asegurarse de que los pasajeros puedan recibir tratamiento médico y repatriación. Los buques deben ser desviados al puerto más cercano si se produce un caso en los cruceros, de acuerdo con la Autoridad Portuaria.

Por esta razón, la dársena motrileña ha adaptado sus instalaciones y ha adaptado sus protocolos. El puerto cuenta con un nuevo sistema con arcos con cámara termográfica para el control de pasajeros, pulverizadores de agua ozonizada, arcos para la desinfección de vehículos ligeros y pesados, sistemas de higiene y desinfección en aseos, y un servicio sanitario, atendido por un médico y un enfermero, equipado con material de atención primaria.

La tripulación y los pasajeros que lleguen a Granada deberán ser informados sobre las medidas locales sanitarias que hay establecidas. El presidente de la Autoridad Portuaria, José García Fuentes, apunta que la continuidad de las rutas de cruceros que, por ahora hay previstas, dependerá del avance de la situación sanitaria y de las pautas que establezca el Gobierno central. Señala que los pasajeros que lleguen en crucero no deberán guardar cuarentena ya que antes de embarcar cada naviera hace las pruebas pertinentes y les toma la temperatura, al igual que se hará en la dársena cuando desembarquen. Sin embargo, al regresar a sus países, según las restricciones que tengan en vigor, en algunos casos los viajeros si que tendrán que permanecer aislados.

Para impulsar el turismo de cruceros en los próximos años, el Puerto llegó a un acuerdo con el Ayuntamiento de Granada con la finalidad de promocionar el destino. El año pasado, el 50% de los viajeros que llegaron en barco a Motril hicieron excursiones, pero la otra mitad se quedó en la Costa Tropical.