El puerto de Motril, preparado para recibir barcos con agua y repartirla con camiones

El puerto de Motril, aunque no ha recibido comunicación oficial de la administración andaluza, destaca que sus instalaciones se encuentran preparadas y a disposición de la Junta para dichos tráficos y cuentan además con la infraestructura necesaria para poder suministrar agua a las regiones en caso de ser necesario. El puerto señala que, al igual que otros graneles líquidos y dependiendo de su destino, el agua como mercancía podría viajar en camiones cisterna hasta lugares de almacenamiento o bidones de reserva de plantas de tratamiento sin necesidad de acometer obras, dependiendo de lo que exija la administración andaluza en caso de que la sequía obligue a tomar estas medidas extremas.

La dársena granadina ya se hace cargo de mercancías similares como el alcohol o melaza e incluso ha transportado agua para rellenar algunos acuarios de parques temáticos. «El puerto está preparado y disponible para lo que requiera la Junta de Andalucía. Tenemos disponibilidad en los muelles suficiente y operadores, empresas especializadas en el manejo de graneles líquidos», ha asegurado José García Fuentes, presidente de la Autoridad Portuaria.

La Junta ha señalado además que para estar preparados si las lluvias siguen sin llegar, el Consejo de Gobierno del próximo martes aprobará una nueva estrategia contra la sequía con medidas y actuaciones de emergencia a corto plazo dirigidas principalmente al abastecimiento de la población en situaciones extremas, a la recuperación y activación de sondeos y pozos de emergencia.

En Granada, de acuerdo con los últimos datos de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir, los embalses se encuentran de media al 20% de su capacidad. El consumo humano está garantizado por ahora y solo se ha tenido que activar una de las reservas. En la capital existen al menos 15 reservas de agua que se emplean en caso de emergencia. La Empresa Municipal de Abastecimiento y Saneamiento de Granada (Emasagra) extrae el suministro de agua de los embalses de Canales y Quentar. Además, la empresa cuenta con 14 pozos de extracción de agua del acuífero de la Vega de Granada, que funcionan en caso de ser necesario y para extraer agua de estas reservas se debe contar con la autorización de la CHG. Parte de estas reservas hídricas se construyeron durante la sequía de 1995, que obligó al Ayuntamiento de la capital a excavar, junto a la Confederación, 10 pozos. En 2005, otro periodo sin precipitaciones, favoreció que se hicieran otros cuatro.

Emasagra, consciente de la emergencia climática y la sequía pertinaz, se ha puesto como meta en un futuro poder reutilizar de forma efectiva el agua, al igual que emplea energía renovables en sus procesos de transformación para favorecer la descarbonización.

Por su parte, Aguasvira, que abastece a 22 municipios y más de 155.000 habitantes, se nutre del manantial de Deifontes en un 85%. El 15% restante de agua se obtiene de siete manantiales y 14 sondeos o pozos. De igual forma, puede recibir suministro de un pozo de emergencia ubicado en el área Metropolitana, en las inmediaciones de la Ronda Sur y la Vega granadina, que ya se está empleando.

De momento, a diferencia de otras poblaciones, la provincia no tiene en marcha restricciones para el uso del agua, aunque en los municipios cuyo suministro depende de Aguasvira los 22 ayuntamientos han emitido bandos desaconsejando ciertas prácticas y han hecho un llamamiento a la responsabilidad de sus vecinos por la sequía. Es el caso de localidades con gran peso poblacional como Atarfe, Maracena, Albolote, Vegas del Genil, Pinos Puente o Santa Fe, a las que se suman otras de un tamaño menor como Fuente Vaqueros, Víznar, Alfacar, Íllora, Chauchina, Láchar, Cogollos Vega, Nívar o Valderrubio. Los escritos, emitidos en verano y que se mantienen, impiden el baldeo de calles y aceras con agua potable, además del lavado y limpieza de vehículos fuera de los establecimientos autorizados.

El campo si que pasa penas y restricciones para el riego. Los cultivos de secano como el cereal de la zona norte de la provincia va n a verse de nuevo mermados, al igual que el olivar. En la Vega y en el litoral granadino los agricultores cruzan los dedos para que llueva. En la comarca costera la situación es crítica y agónica para el campo en el Valle de Río Verde (Almuñécar, Jete, Otívar y Lentejí).

Pese a la situación de sequía extrema para la agricultura, donde las fincas se riegan con agua salada cada 100 días y el 80% de los pozos no tienen agua o no es hábil por la salinidad, el litoral no tiene restricciones y el abastecimiento humano está garantizado hasta verano, según explica la Mancomunidad de Municipios de la Costa. Si se corta un poco el grifo para entonces, la población de una veintena de municipios (350.000 habitantes) podría tener agua un año más, pero la sequía no ha llegado aún a ese extremo.