El proyecto del espigón de La Rábita estará listo a final de año

Además, los técnicos de la administración continuarán los estudios y análisis en Castillo de Baños, que forma parte de Polopos-La Mamola, para que esta zona de la costa granadina esté protegida y tenga una anchura de playa adecuada. En septiembre se descartó la actuación de regeneración prevista por el impacto ambiental que suponía para el fondo marino.

La Dirección General de Calidad y Evaluación Ambiental del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico emitió un informe en el que desaconsejaba el proyecto para la creación de playa con un espigón al existir una comunidad relevante con gran biodiversidad en la zona y la presencia de posidonia oceánica, una especie marina que está incluida en el régimen de protección especial de flora amenazada. El ministerio trata de salvar las trabas a través de distintas alternativas para poder acometer la defensa.

Los proyectos que esperan Castell de Ferro y los dos que espera Albuñol (La Rábita y El Pozuelo), que ya estaban redactados volvieron a empezar de cero y han estado en revisión por parte del Centro de Estudios y Experimentación de Obras Públicas tras detectar cambios en la dinámica de las playas. El secretario de Estado ha explicado que el inicio de nuevos procedimientos se produjo porque las defensas proyectadas no garantizaban la conservación de las playas.

Por último, el espigón de Salobreña está en fase de supervisión técnica. Ya se ha culminado la tramitación ambiental, que es más compleja que en otras playas por la presencia de lapas protegidas. Una vez que se incluyan algunas medidas correctivas necesarias, el Ejecutivo aprobará el proyecto para su licitación. Para ejecutar las seis defensas que quedan, el Gobierno destinará partidas a través de los presupuestos o, si se pueden completar antes de 2026, no descarta destinar fondos europeos a la ejecución de los espigones.

Por su parte, la alcaldesa de Motril, Luisa García Chamorro, que ha celebrado que este será el último año del escalón en Playa Granada, ha agradecido al Gobierno «su sensibilidad» y a los empresarios de la Costa el ahínco con el que han defendido las infraestructuras de la comarca. El espigón tiene un plazo de ejecución de ocho meses. Las obras se licitaron por un presupuesto de salida de 7,5 millones de euros, aunque la empresa adjudicataria ha planteado que su construcción costará 4,7 millones. Con la llegada de la defensa, el Ayuntamiento podrá crear un gran corredor verde, valorado en 2,5 millones de euros y que se acometerá también con ayudas europeas.