El oleaje parte por la mitad el velero encallado en la Punta de la Mona de La Herradura
Una cuadrilla de operarios se encarga del desguace del barco ante la mirada del propietario y sus familiares
La imagen del velero partido en dos en la Punta de la Mona quedará como una de las postales del verano en la Costa de ... Granada. Pese a los esfuerzos del proietario por dejarlo en la tarde del sábado amarrado para resistir el embate de la solas, el agua entró en el casco y en la mañana de este domingo ha aparecido completamente destrozado.
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El acceso a esta pequeña lengua de arena entre rocas que hay justo se traspasa al mítico Chambao de Joaquín está protegido por las clásicas tiras de plástico rojiblancas para impedir el paso. Abajo en la arena, una cuadrilla con chalecos amarillos y cascos blancos han empezado ya el desguace del velero. El dueño, gorra y gafas de sol como atuendo, observa las maniobras acompañado de sus familiares y amigos. El propietario es un residente en las urbanizaciones de la Punta de la Mona. Procede de un país del Este de Europa.
Si bien la idea era en la jornada del sábado la de tratar de rescatar el velero con la ayuda, posiblemente, de una grúa que lo adentrara en el mar; este domingo solo cabe ya la posibilidad del desguace por partes, recuperar lo recuperable y vender como chatarra o de segunda mano las piezas que se hayan podido salvar.
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Con este plan operativo, la jornada del domingo se ha ocupado en aprovechar que el Poniente ha dejado de molestar y que se podía trabajar sobre la arena de la playa, a salvo ahora del fuerte oleaje de la tarde de ayer sábado. Los operarios, ayudados de potentes máquinas conectadas a un grupo electrógeno, trabajaban a toda marcha. La pequeña playa se encontraba alfombrada por todo tio de utensilios que salían de las tripas del velero. Había un poco de todo, desde comida hasta cabos, desde ropa hasta colchones.
Una noche de temporal
La sentencia de muerte fue firmada por el Mediterráneo a última hora de la tarde de este pasado dábado, cuando el agua empezó a entrar dentro del casco del velero. Los continuos golpes contra las rocas abrieron un agujero en el casco del barco, que no pudo ser rescatado por las condiciones adversas del mar.
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El fuerte oleaje que ha azotado la costa granadina y, en particular, la bahía herradureña amainó un poco al anochecer, pero no permitó retirar la embarcación, de unos quince metros de eslora, de donde quedó encallada.
El suceso ocurrió en la mañana de este sábado entre las ocho y las nueve. El barco estaba amarrado en la mar frente a la urbanización llamada Las Terrazas, en la Punta de la Mona. Encalló después de romper amarras.
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El velero estaba anclado el viernes noche en el lugar, frente a la Punta de la Mona, pero este sábado pasado cambió el tiempo. Entró Poniente, que es un viento fuerte y que junto al oleaje, rompieron el amarre. El velero navegó entonces a la deriva hasta encallar por la fuerza de la marea en la Punta de la Mona.
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