El nuevo puerto tras 117 años de historia
La Autoridad Portuaria de Motril comienza la reestructuración de las instalaciones con la creación de tres dársenas, ordenadas por usos
El puerto de Motril ha comenzado la mayor transformación de sus 117 años de historia, que consistirá en reordenar los espacios, abrirse a la ciudad ... y crear tres grandes dársenas para unificar sus usos. El objetivo es mejorar la operativa portuaria y disparar el movimiento de pasajeros y mercancías, revalorizando el turismo en toda la Costa gracias a la nueva dársena deportiva Marina Motril, que será la que inicie esta reestructuración de los servicios portuarios.
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La mayor transformación e integración del puerto de Motril y la ciudad afectará a una superficie superior a los 412.000 metros cuadrados. El proyecto contempla la actuación sobre toda la fachada marítima con la apertura de una nueva dársena que albergará los usos náutico-deportivo y pesquero, así como el relleno de la actual dársena pesquera que se convertirá en una plataforma logística para mercancía limpia.
El objetivo es agrupar los espacios, según sus usos, alejando la zona de mercancías del núcleo poblacional y creando nueva dársena integrada en la ciudad, abierta y transitable por el público, que albergará los usos náutico-deportivo (amarres, varadero y demás servicios relacionados con la actividad) y pesquero, con atraques suficientes para la flota local, lonja, zona de rederos, restauración y centro de interpretación, entre otras instalaciones.
Los puertos deportivo y pesquero estarán juntos, habrá otra zona de pasajeros y el resto, que será solo de mercancías
La actividad náutico-deportiva avanzará hacia Poniente, ocupando todo el terreno allí existente y la actividad pesquera quedará al extremo Oeste del Muelle de Costa.
El plan director del puerto es la hoja de ruta de esta ambiciosa transformación, presupuestada en 67 millones de euros, que lleva detrás años de planificación, de búsqueda de vías de financiación, de salvar trámites administrativos, de preparación de pliegos administrativos. Aunque queda mucho por hacer, se ha avanzado en trámites ambientales.
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Tres grandes espacios
El resultado de la reorganización del puerto permitirá dejar tres dársenas totalmente diferenciadas para los usos portuarios. La primera dársena de dentro hacia afuera, la más alejada de los núcleos de población, será la exclusiva de mercancías y se queda en el actual muelle de las Azucenas, con el futuro polígono industrial como zona de crecimiento comercial. La segunda, la dársena central, en el espacio ocupado ahora por los muelles de graneles, quedará destinada exclusivamente al tráfico de pasajeros, tanto de las líneas regulares norte de África como del turismo de cruceros en el dique de poniente.
La tercera será por tanto la de nueva construcción, que se abrirá para albergar los puertos deportivos y pesquero y quedará completamente integrada en la ciudad.
En esta zona se incorpora el paseo que recorre toda la fachada marítima, desde la comisaría de Policía Nacional hasta la Playa del Cable y donde se desarrollarán zonas de ocio, servicios, tiendas y restaurantes.
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Estos planes ambiciosos de futuro pasan, también, por la instalación de empresas dedicadas a la logística y los combustibles alternativos. Proyectos empresariales millonarios que ocuparán lo que ahora es el muelle de las Azucenas, la zona de actividades logísticas y el llamado Subpue1, el futuro polígono industrial del puerto, con un millón de metros cuadrados, que tiene que impulsar la Junta de Andalucía –está en proceso de reparcelación– y que incluirá un centro de transportes de mercancías.
Esta transformación comenzará con la llegada de Marina Motril, un proyecto que podría empezar a construirse en 2026, cuando pase el filtro medioambiental del Ministerio. A partir de ahí, el puerto moverá ficha para reorganizar sus usos y firmar un futuro prometedor.
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