Las mujeres de la Costa también saben sacar músculo

Hace unos años eran cuatro gatos sosteniendo una pancarta para reivindicar la igualdad, pero las últimas tres convocatorias han sido masivas. Ya no faltan a la cita. Mujeres (y hombres) de todas las edades han participado en la marcha para conmemorar el Día Internacional de la Mujer. Una gran parte de los manifestantes no levantan un palmo del suelo. La presencia de tantos pequeños entre los abanderados del feminismo hace augurar algo: que el movimiento tendrá una larga vida por delante.

La comitiva partió pasadas las 12.00 horas desde la sede de los sindicatos con el lema «Dignidad y empleo para las mujeres de la Costa granadina». Entre banderas moradas y pancartas de lo más ingeniosas, los manifestantes se abrieron paso e hicieron ruido bajo el grito de «Aquí están las feministas». En el kilómetro de recorrido hasta la plaza de la Coronación los asistentes lo dieron todo y lograron unir gente a su causa por el camino.

Manolo y Berta, dos niños de unos 4 años de edad, marcaban el ritmo de los manifestantes con su particular cacerolada y su paso ligero. A su corta edad, sus ojos despiertos han visto tres manifestaciones. «Queremos inculcarles valores y que sepan cómo funciona el mundo. Al fin y al cabo son el mañana», explica la madre de uno de los menores. El año pasado acudieron a la marcha hermana de la capital y este año han elegido defender a las mujeres en casa.

Muchas caras jóvenes sujetando pancartas. El porvenir del movimiento, que no se deja tutelar por nadie, es muy largo. Con los labios morados y alzando una cartulina con escenas machistas de Los Simpson que reza «somos las nietas de las brujas que no pudiste quemar», Ainoa y Elsa han acudido a su primera manifestación. 12 años tienen y ya les ha dado tiempo para descubrir «injusticias» en el patio del colegio.

Entre la marcha, rostros y manos más ajadas que han guiado el camino. Feministas veteranos en las filas de la manifestación motrileña que vivieron una sociedad en blanco y negro que ahora se pinta de violeta. Merche y Alfonso, una pareja francoespañola, perdieron los zapatos en el mayo del 68 y ahora, con los cordones bien atados, continuan luchando en Granada. Al igual que Antonio Noguera hizo en España.

Noguera, que hoy acude con su boina de lana morada, es un personalidad reconocida en Motril. Comunista desde que tiene «uso de razón» -y una de las razones por las que dio con sus huesos en la cárcel durante la dictadura-. «Muchos palos y mucha lucha» para llegar hasta aquí en el que algunos amigos se quedaron atrás. Sin embargo, anima a las nuevas generaciones, a las que ve paradas, a seguir luchando «para avanzar antes de perder más espacio», dice este hombre de 77 años, que aún no ha perdido una pizca de su rebeldia juvenil.

Las comunicadoras y periodistas de la Costa Tropical, integradas en la plataforma, provincial tambiénm estuvieron representadas en la protesta par dar voz, como hacen a diario en su trabajo, a los derechos de las mujeres.

Hubo carteles como gustos y como pensamientos dentro de este movimiento. Desde «No soy siri, búscate la vida», «Si buscas trabajo coge un estropajo» o «Somos la resistencia» hasta «El feminismo liberal me aprieta el chocho igual». La marcha acabó poco antes de las 14. 00 horas en la plaza de La Coronación, donde se leyó un manifiesto y se lanzó una promesa: «Nos vemos en la calle el año que viene».