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Motril vive un Jueves Santo pleno de emociones

La Hermandad de Pasión abrió, desde lo alto del Santuario de Nuestra Señora de la Cabeza, una tarde impregnada de suma belleza penitencial

María Escámez

Jueves, 17 de abril 2025, 22:06

La ciudad ha vivido este Jueves Santo con la intensidad que merece una de las jornadas más completas e importantes de la Semana Santa motrileña. ... El buen tiempo, con algo de viento, acompañó a los tres cortejos procesionales protagonistas del día, permitiendo que las calles -y más en festivo- se llenaran de emociones, fervor y tradición.

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La Hermandad de Pasión abrió, desde lo alto del Santuario de Nuestra Señora de la Cabeza, una tarde impregnada de suma belleza penitencial. El Maestro descendía la empinada cuesta del cerro, entre aplausos y lágrimas, regalándonos de nuevo la estampa icónica que ilustraba, semanas antes, el cartel oficial de 2025, obra del joven fotógrafo Carlos Salcedo.

Las emociones continuaron creciendo con la salida del Nazareno y la Esperanza. La calle Cañas, como acostumbra, desbordada de público, esperando vivir la «primera chicotá» del Señor de Motril. No cabía nadie más a ambos lados de la calle. No faltó la emoción, tampoco, para la Esperanza que, como siempre, vino acompañada por un reguero largo de camareras escoltando su verde palio. Esta venerada imagen robó todas las miradas y vítores de la noche a medida que el compás de sus bambalinas abrían paso durante su recorrido, destacando que es precisamente en este palio donde muchas mujeres costaleras se inician en el mundo cofrade.

Ya entrada la madrugada, la Cofradía de la Buena Muerte impuso su silencio y sobriedad en las calles de Motril, donde la ciudad derrocha toda su inmensa belleza. Con la luz tibia de los cirios encendidos y con el simple sonido del tambor ronco, las calles del casco urbano lograron llenarse de esa solemnidad tan característica y única que solo puede contemplarse en la madrugada del Jueves Santo junto a la Buena Muerte. La gloria se toca, como si el cielo estuviera en la misma tierra, en el instante que Motril anuncia la muerte de Jesús. La Plaza de la Libertad, en riguroso silencio, esperaba a su Señor. Recogimiento absoluto, como si la ciudad contuviera el aliento, para acompañar al Crucificado de Sánchez Mesa, una estampa de pura esencia de Jueves Santo.

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Así vivió Motril su Jueves Santo. Y todo lo que en sí resume la palabra Semana Santa en esta bendita ciudad, donde el Señor se entrega con todo lo que tiene. En cada caída, con su cruz en el hombro, dando la vida por los demás.

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