La Reina Sofía, junto a Felipe de Bélgica, en los actos de homenaje. Pilar García-Trevijano

Motril inaugura un museo en honor a Balduino rodeado de la realeza

La reina Sofía y Felipe de Bélgica acuden al emotivo acto en Villa Astrida por el 30 aniversario de la muerte del monarca

Pilar García-Trevijano

Martes, 1 de agosto 2023, 00:18

Una caña de pescar, una bici regalada por el gran ciclista Eddy Merckx, fotos de familia, algún traje y una silla de plástico son los ... restos que quedan de la vida de un hombre que dejó huella. La mansión de Villa Astrida se abre por primera vez en sus 60 años de historia en honor al que la habitó, el rey Balduino I de Bélgica.

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En el 30 aniversario de su muerte, sus allegados han puesto en marcha un museo-memorial que recuerda su paso por la tierra que amó y la faceta más humana del monarca extranjero y de su mujer, la aristócrata española, la reina Fabiola. Estos retales que tejieron una aventura personal, pertenencias que atesoran miles de recuerdos para aquellos que compartieron tiempo con él se podrán visitar a partir de este uno de agosto en la antigua casa del guarda, que para la ocasión se ha convertido en un espacio de exposición permanente. Los visitantes podrán escrutar y conocer a través de sus objetos cómo era el rey de los belgas, el rey que conquistó también a los motrileños.

El peso de una corona hizo que no solo dejara huella en los que le conocían personalmente, Balduino dejó su marca en la historia y en toda una nación que todavía le llora. La realeza española y europea se dieron cita en la tarde de ayer en la localidad costera granadina para rendir honores al rey. La reina Sofía acompañó al rey Felipe de Bélgica, sobrino de Balduino I, en la inauguración. El monarca belga, que recientemente ha cumplido diez años en el trono, asistió respaldado por su hija menor, Eleonora, de 15 años. También estuvieron entre los cerca de 200 invitados la princesa Margarita de Luxemburgo, hija del gran duque Enrique, y otros sobrinos de Balduino, como algunos hijos de su hermana mayor Josefina Carlota.

Las autoridades y familiares 'cortaron el lazo' al museo en una efeméride que durante el fin de semana, como antesala, se ha rememorado con un concierto de música sacra, una procesión de la Virgen del Carmen y una eucaristía. El arzobispo de Granada, José María Gil Tamayo, bendijo durante el acto que tuvo lugar ayer en la villa la placa que se encontrarán los visitantes en el memorial, mientras que la reina emérita y el monarca belga participaron en una ofrenda floral que tuvo lugar a los pies de la estatua del rey. La ceremonia finalizó con una eucaristía en Santa Josefina Bakhita. Decenas de motrileños se acercaron hasta las puertas de la mansión y la Iglesia para recibir a las autoridades, siguieron la misa desde el jardín. Por su parte, Leticia Ruiz Ojeda de Silva, presidenta de la fundación INEIS y sobrina nieta de Balduino, agradeció la visita de sus altezas y aseguró que el legado y la lección de vida cristiana de los reyes belgas permanecerá «muchos años más».

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En julio de 1993

Motril no se olvida del cercano rey. El monarca encontró la muerte el 31 de julio de 1993 en la terraza de la mansión, en una silla de plástico blanca expuesta en el museo. Balduino fue a rezar a la terraza y jamás se presentó cuando lo llamaron para la cena. Un infarto fue el responsable de su muerte y el cardiólogo motrileño Carlos Aguado nada pudo hacer por salvar su vida. A las dos de la madrugada, el gabinete del primer ministro belga lo confirmaba en Bruselas, al tiempo que convocaba un consejo de ministros extraordinario para organizar el sepelio e iniciar los trámites sucesorios, ya que el matrimonio no tuvo descendencia.

La casa, al igual que en estas celebraciones, se llenó de paparazzi.El aeropuerto de Granada abrió las pistas de madrugada para repatriar el cuerpo, los reyes Juan Carlos y Sofía acompañaron a la reina Fabiola en esos duros momentos. El vínculo de Balduino con Motril era muy fuerte. Cuentan los motrileños que, a principios de los sesenta, el joven Balduino sobrevolaba la Costa Tropical en helicóptero cuando divisó un paisaje que le cautivó: una orilla entre el intenso azul del Mediterráneo y los picos blancos de Sierra Nevada. Así fue como la conexión de la corona belga con España no se limitó a su matrimonio con una aristócrata, Fabiola De Mora y Aragón. Balduino se encaprichó de Motril e hizo realidad su sueño. Construyó una mansión de 26.000 metros cuadrados en la que encontró un remanso de paz, descanso y cierta normalidad. Era un amante de la jardinería y convirtió esa parcela a pocos metros de la playa en un pequeño vergel.

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La ciudad ganó a su vez dos discretos vecinos que, junto al barrio sencillo y marinero de Varadero-Santa Adela, hicieron despegar Playa Granada.

El secreto de Villa Astrida

Generaciones y generaciones de motrileños crecieron con la intriga de qué habría tras los muros de Villa Astrida. Coincidían con frecuencia con los reyes por el centro de la ciudad o en misa. De puertas para fuera, Fabiola y Balduino eran cercanos y accesibles, pero en casa eran recelosos de su intimidad. Cada año, centenares de personas peregrinan hasta las puertas de la villa. Para conmemorar la figura de los reyes en este aniversario se han grabado series y documentales en Motril que han suscitado interés por la localidad granadina.

El museo tiene «vocación de permanencia y de quedarse abierto todo el tiempo que suscite interés». Se cobrará entrada para hacer frente al mantenimiento de la finca y tendrá un horario, de 10.00 horas a 15.00 horas. Además, la casa principal de la Villa, que hace años se quiso transformar en hotel de lujo, está ahora en reforma y el proyecto de la fundación INEIS afronta una segunda fase de estudio para perfilar que se hará con ese espacio.

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