Motril da forma a su sueño náutico

Después de muchos intentos fallidos, el construir una dársena deportiva dentro del propio puerto de Motril es la opción que ha salido victoriosa al envite de los trámites complejos y las inversiones millonarias que suponen construir otro tipo de puerto como las marinas interiores.

De hecho, el plan director impulsado por la Autoridad Portuaria motrileña –el documento que diseña el futuro del puerto– ya marcaba un espacio para embarcaciones de recreo en esta zona.

La Costa de Granada tiene 427 puntos de atraque: 227 del puerto deportivo de Marina del Este, en La Herradura, y 200 del Club Náutico de Motril. Este déficit de espacio para embarcaciones de recreo sitúan a Granada a la cola de las provincias costeras del país en turismo náutico, algo que se paliará ahora gracias a esta nueva infraestructura.

Marina Motril será una dársena deportiva –dentro del recinto del puerto– que tendrá capacidad para 700 barcos: 450 serán amarres y 250 irán dentro de un edificio de marina seca. A cambio, desaparece el emblemático Club Náutico –creado en 1961– y la marina seca; además, se mueve el puerto pesquero, en una reordenación de los usos portuarios sin precedentes.

La empresa Marina Motril, que ahora gestiona el espacio de amarres secos en el puerto, se asoció con el grupo energético granadino Cuerva y ganó –fue la única oferta– el concurso para construir la futura dársena deportiva con 450 atraques. El concurso para la construcción y explotación de la nueva marina deportiva fue adjudicado a esta empresa en diciembre de 2023.

IDEAL ha tenido acceso al esperado proyecto y a todos los detalles de cómo será Marina Motril, un espacio que derribará el muro del puerto, lo abrirá a la playa y a la ciudad y permitirá la creación de un espacio comercial con vida parecido al Muelle 1 de Málaga, con el encanto y la tranquilidad de un pequeño puerto con todos los servicios.

Con la tramitación del estudio de impacto ambiental, Marina Motril da los últimos pasos para el comienzo de obras, que será en marzo de 2026, según tiene prevista la empresa.

Primero habrá que superar el trámite medioambiental, que será simplificado después de que el plan director del puerto ya pasase este filtro. Si todo va bien, este visto bueno del Ministerio para la Transición Ecológica podría llegar en un año o antes. Cuando se consiga este informe favorable quedará terminado el trámite de la concesión, una adjudicación a Marina Motril por 49 años.

El presidente de la Autoridad Portuaria, José García Fuentes, indica que este proyecto «supondrá un antes y un después» para el puerto de Motril. «Una vez resuelto el concurso con Marina Motril estamos terminando todos los trámites previos para otorgar la concesión, que supondrá el principio de las obras». «Este proyecto, en el que la Autoridad Portuaria invertirá diez millones de euros, mejorará la operatividad, haciendo al puerto más funcional a la vez que supondrá la apertura a la ciudad de 412.000 metros cuadrados, con todo tipo de equipamientos turísticos, en este espacio que será referente en la náutica española».

Desde la empresa, por su parte, consideran su proyecto –en su faceta económica, social y ambiental– «redondo», por lo que entienden que no hay ninguna «debilidad» inicial que frene la llegada de la autorización ambiental del ministerio. No se abre ninguna bocana nueva, simplemente, «es convertir tierra en agua de mar», puntualizan.

La empresa ha desarrollado ya el proyecto de la nueva dársena que se situará en la zona de entrada al puerto, que colinda con la avenida Julio Moreno y la playa del Cable. Actualmente es un espacio limitado por una valla, con terrenos destinados a instalaciones de empresas o al parking para ferris al Norte de África.

El puerto deportivo ocupará unos 100.000 metros cuadrados que actualmente son una zona de actividades logísticas. Esta es una de las grandes ventajas que lo hace viable; que no requiere de grandes obras estructurales que disparen el presupuesto.

El puerto se transformará por completo para acoger la nueva marina. Se podrá acceder al puerto deportivo desde la playa sin ningún tipo de limitación de seguridad portuaria. Será un nuevo espacio abierto a la ciudad y a los visitantes.

Con una inversión de más de 30 millones de euros, la empresa ya se prepara para una financiación clásica y también «por métodos novedosos que están encima de la mesa».

La lámina de agua con los atraques será el corazón de la marina que tendrá, en el lado que pega al carril interior del puerto, un varadero. Se trata de una zona de reparación de barcos con más de 21.000 metros cuadrados, que se convertirá «en el más grande del sur del Mediterráneo». Tendrá dos grúas-travelifts, con capacidad para 110 y 450 toneladas y se podrán tratar barcos de hasta 12 de metros de manga (ancho).

En el nuevo varadero está prevista la instalación de un edificio que albergará diferentes empresas de reparación y reforma de yates, cuyos espacios estarán precomercializados.

Al otro lado del puerto, el que pega a la playa del Cable, exactamente a 'playacan' –que se conservará–, contará con un espacio de más 15.000 metros de tierra con zona comercial y de alimentación, restauración, boutiques, tiendas de productos locales, joyería, complementos, alquiler de coches... todo desarrollado bajo la apariencia de un pueblo mediterráneo-nazarí, que linda por un lado con la playa y por el otro con el interior de la Marina. En esta zona se situará el parking subterráneo con cerca de 600 plazas. Al final del pueblo nazarí habrá una zona de zoco, todo rodeado de vegetación y de espacios de agua como una cascada.

En el lateral que colinda con la avenida Julio Moreno (calle de acceso a la playa del Cable) irá un supermercado, una tienda náutica y el Aula de Mar –un espacio de estudio de la UGR–, con una piscina para el estudio de las diferentes especies marinas autóctonas.

Finalizando el pueblo nazarí, se alza el club náutico sobre el espaldón del dique del puerto, que darán la impresión de que el propio edificio flote sobre el mar. Dotado de dos piscinas, una deportiva y otra de ocio, restaurante, pool-bar, gran gimnasio, casa de botes, zonas de teletrabajo y de ocio, y salones de eventos, y pequeño embarcadero para barcos de vela ligera, remo, y otros deportes náuticos desarrollados en una gran base náutica a pie de playa. Según describe el proyecto, el puerto contará con total autonomía de suministro eléctrico mediante placas solares integradas en el proyecto Green Motril, desarrollado por Grupo Cuerva, propietario a su vez del 50% de la sociedad Marina Motril SL.

La presentación del estudio de impacto ambiental es el último trámite para poder iniciar las obras de construcción. «El modelo constructivo se ha desarrollado siguiendo las directrices del Ministerio de Transición Ecológica, que informó favorablemente la nueva ordenación del puerto de Motril, siempre que las nuevas instalaciones no supusieran la apertura de una nueva bocana que afectara a la playa», aclaran desde la empresa, confiada en pasar pronto el trámite ambiental.

En una estimación inicial, desde la empresa calculan que el puerto deportivo supondrá la creación de más de 150 puestos de trabajo directos. Marina Motril tiene prevista su inauguración en la primavera 2028. Será entonces cuando Motril empezará a vivir su sueño náutico, ese que comenzó a imaginar hace ya un par de décadas.