Javier Martín

Molvízar, un pueblo apagado

Desde hace un mes los vecinos se sienten «inseguros» y caminan a tientas por las calles del centro sin que se conozca con exactitud la razón de los apagones

Domingo, 5 de noviembre 2023

«En este pueblo olvidado no le importamos ni a nuestro Ayuntamiento», comenta a modo de resumen la dependienta de uno de los supermercados de ... Molvízar. Los vecinos no se explican que desde hace aproximadamente un mes sus calles estén a oscuras. A tientas caminan de noche con miedo de llevarse un susto o una caída en cualquier esquina.

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Los apagones son intermitentes. Cambian las vías afectadas y en el centro del municipio se intercalan luces y sombras al caer el sol. Las farolas se encienden y se apagan a su antojo, pero no hay ninguna calle que esté completamente iluminada. Son las 17.00 horas de la tarde cuando IDEAL llega a este pueblo de la comarca de la Costa, a medio camino entre Los Guájares y Salobreña, entre la playa y la montaña. Chispea por la borrasca y bajo el cielo gris la tarde es de todo menos apacible. Un pequeño camión de basura corta el paso. Encaramado a un muro, un operario de limpieza arroja a lo alto del vehículo las bolsas, mientras el conductor avanza. Puerta por puerta dejan limpian la localidad recogiendo los residuos de los ganchos en el que las vecinas dejan la basura cuando se acerca su hora.

En las primeras calles, solo los gatos. Al llegar al centro, una Molvízar adormecida se despierta con el caminar de unos vecinos que con paso ligero y pesado afrontan la rutina; sacan al perro o van a comprar. En Molvízar, con más de 2.000 habitantes censados, hay seis bares y un 'pub', – más bien un establecimiento que abre un chorro de horas más que el resto–. También unos cuantos supermercados, un estanco y una farmacia. Y todos los negocios por los que pasó IDEAL tenían quejas por estar en calles en penumbra. Y todos ellos, al igual que los vecinos, preferían que sus nombres no apareciesen en estas páginas. Molvízar es un pueblo «pequeño y politizado». Calle Rioja, Nogal, Amapola, Pasión, San Rafael... la lista de las vías que permanecen semioscuras es larga. En el supermercado de una de ellas la dependienta se queja del daño que le ha hecho los apagones al negocio.

El Ayuntamiento desconoce el motivo de la avería y asegura que comprueba una a una todas las farolas

«Llevamos un mes sin luz y no se puede decir nada porque en este pueblo te señalan si estas con unos o estás con otros y eso te perjudica», comenta. «Este negocio funciona hasta las 21.00 horas y por la tarde los vecinos vienen alumbrando las calles con sus móviles. Al estar oscuro ha perdido ambiente y a las personas mayores les da más reparo salir de casa», señala. La luz volvió para Halloween, la noche más terrorífica del año y después se fue de nuevo. «Ya por las tardes es difícil encontrar niños para jugar», añade Ángel, un menor que acaba de entrar en el negocio. «Mi calle, Amapola, está oscura y a mi madre no le gusta», concluye.

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Los vecinos pasean con la linterna del móvil. Javier Martín

En un bar los propietarios cuentan con recelo que sus clientes se toman las cañas a oscuras en la terraza, mientras que en los bares que tienen dos partidos políticos las farolas sí que iluminan en una «casualidad conveniente». En otro establecimiento de la misma vía, el dueño cuenta que en el local no se siente inseguro pese a que afuera está todo tan negro que es como meterse en la boca de un lobo. Cuando cierra la cosa cambia y teme que alguien le sorprenda o que un vehículo le atropelle al doblar la esquina. «De mis vecinos puedo fiarme, pero de cualquiera que venga de fuera... si quieren hacer daño lo tienen muy fácil», asegura.

Miedo entre los más mayores

Poco después de las 18.00 horas ya es noche cerrada. Por las calles los molviceños se encuentran a oscuras y sienten alivio al reconocerse. Algunos sacan la linterna para alumbrar a la vez que una mujer de 80 años de edad vuelve lo más rápido que puede cargada con el bastón y un paraguas a la seguridad de su casa. «El pueblo está muy revuelto. Yo salgo poco pero ahora que está todo oscuro me preocupa. La otra noche había gente en la puerta de mi casa y me acerqué sin pegarme, me daba susto porque no les podía ver. Vivir sola se hace difícil por cosas como esta», destaca.

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Se ha convertido un entretenimiento para los residentes sentarse en el Bar Plaza a observar el espectáculo de luces y chisporroteo. «Que se vaya la luz de forma discontinua y entrecortada es porque falta tensión. Vete tú a saber, lo mismo es que alguno está enganchado», bromea o especula uno de los molviceños. Y no anda desencaminado. Varias versiones distintas han recibido sus habitantes para explicar las tinieblas que invaden algunas de sus calles. A través de las redes sociales del Ayuntamiento se comunicó que «por inclemencias meteorológicas» hay falta de iluminación. Según el Consistorio, los problemas eléctricos se han vuelto más persistentes con los años y el actual equipo de gobierno «trabaja para buscar una solución definitiva a este gran problema». El alcalde, Fermín García, que la poca iluminación se debe a una avería que tratan de localizar. «Baja la tensión en el casco urbano y no sabemos con exactitud a que se debe. Puede ser que haya algún enganche», destaca. El regidor asegura que los técnicos revisan «farola por farola» para solventar la incidencia y espera que esta semana quede ya solventado.

En el Ayuntamiento también estuvieron sin luz por impago de facturas, según confirmó el primer edil a este medio esta semana. Pero, de acuerdo con el consistorio, este incidente no estaría relacionado. Los molviceños confiaban en que con el cambio de gobierno el pueblo estaría más tranquilo, aunque volvieran a lo de siempre. García ha gobernado la localidad durante más de 20 años con un pequeño paréntesis. Se fue del PP cuando cambiaron de candidato y gobernó el PSOE en minoría hasta que una moción de censura le dio la alcaldía al PP y Centrados, que se pelearon. Por eso Centrados gobierna ahora con el PSOE.

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