Rules ve la luz al final del túnel con el inicio de las obras de las canalizaciones

La maquinaria mueve las tierras y se cavan zanjas de tres metros para introducir las tuberías de acero soldado. 16,5 kilómetros de trazado en una doble tubería que suma 30 kilómetros serán la espina dorsal, la columna vertebral de un gran proyecto que aliviará la sed en hogares y campos.

El delegado del Gobierno en Andalucia, Pedro Fernández, el subdelegado del Gobierno en Granada, José Antonio Montilla, el delegado del Gobierno andaluz, Antonio Granados, y el presidente de la Mancomunidad de la Costa, Rafael Caballero, han asomado sus caras por los tubos para comprobar la eficiencia de la obra.

Este primer tramo, conocido como el desglosado número 9 de las canalizaciones de Béznar-Rules, acabará con la dependencia a las aguas subterráneas de una decena de municipios, aumentará la capacidad de abastecimiento, renovará el ciclo integral de agua y mejorará instalaciones que hace incluso cien años que permanecían inmutables.

Este proyecto incluye una doble conducción para abastecimiento y riego. La conducción principal para abastecimiento, para consumo humano, finaliza junto a la estación potabilizadora de Los Palmares, que gestiona la Mancomunidad de Municipios. Se empleará para garantizar unos 20 hectómetros de agua de consumo al año, lo que abastecerá unos a 150.000 habitantes fijos y  unos 200.000 habitantes estacionales. Mientras tanto, la tubería de riego seguirá su recorrido un poco más lejos, hasta las balsas de los regantes. Fernández ha destacado la importancia de la ejecución de este primer tramo para ejecutar los otros que vendrán y conectar las canalizaciones con cotas de altura de 400 metros.

Los políticos también han pedido disculpas por la espera. Hace dos décadas que concluyeron las obras del pantano y no se había logrado que llegara agua al campo. Las infraestructuras principales con las que cuenta la Costa son los embalses de Rules, que tiene 112,30 hectómetros totales de capacidad, el agua para llenar 43.000 piscinas olímpicas, y Béznar, con 53,30 hectómetros cúbicos. En la actualidad ninguno de ellos dispone de una red de distribución competente. De hecho, los recursos solo dan para regar a 50 y 100 metros de altura y los regantes gastan enormes cantidades de luz para elevar aguas a otras fincas.

El primer tramo de esta obra ha costado más de 57 millones de euros. Además, ahora mismo hay un segundo desglosado en proyecto, el 3, que aliviara la sed de Almuñécar, la más urgente. Este tramo se encuentra en fase de tramitación ambiental para evitar o descartar posibles impactos. El Gobierno reservó 105 millones de euros de fondos europeos para construir los dos primeros tramos.

Recientemente, el ministerio ha licitado la actualización del modelo general del proyecto con una inversión 296.549 euros y un plazo de seis meses. Las modificaciones permitirán tener en cuenta las aguas regeneradas (aguas residuales que se habilitan en las estaciones para riego) y actualizar los costes de inversión. Con la renovación del modelo básico se podrán preparar los pliegos para la redacción de los proyectos constructivos de nuevos tramos pendientes, aunando incluso tramos, lo que agilizará su construcción.