La quisquilla, la gamba y el salmonete empujan a la Lonja de Motril a su mejor facturación
La cofradía pide que se reduzca el IVA del pescado para que las ventas no se resientan en un año en el que Europa volverá a reducirles los días de faena
A pesar de todos los obstáculos que sortean los pescadores, la lonja nada en un mar de abundancia y por primera vez en cuatro años ... la cofradía marinera de Motril logra rozar los cinco millones de euros, gracias principalmente al aumento de las capturas por la recuperación de especies.
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La descarga del pescado y la subasta, en la lonja, son todo un espectáculo, especialmente en años como este donde no ha faltado género. Cada tarde circulan por la cinta cigalas, gambas, quisquillas motrileñas…muchas quisquillas motrileñas se han capturado en este 2022: se ha pasado de coger 37.000 kilos a más de 47.000 en un año.
En 2021, la lonja logró hacerse con 4,8 millones de euros, en 2020 se ingresó 3,9 millones, frente a los 4,5 millones que percibió en 2019 antes de la pandemia. Tras los años más duros de la recesión, los marineros recuperaron ingresos anuales, situándose estos entre los 4,5 y los 5 millones de euros, a pesar de que ha disminuido el número de barcos pesqueros. Sin embargo, en 2022 los marineros rozaron de nuevo el techo establecido y vendieron en total 4,97 millones de euros. Esta cifra no se supera desde el año 2018, cuando se alcanzaron los cinco millones. Para Ignacio López, patrón mayor de la cofradía, los datos son el reflejo de lo que los marineros llevan avisando a Europa y a las administraciones un par de años. «Los caladeros se están recuperando por la disminución del esfuerzo pesquero que hicimos antes de 2014 y es visible año a año. El Mediterráneo andaluz se encuentra en mejor estado por las medidas que tomamos los marineros y no por los recortes y sangrías de Bruselas», dice el pescador.
«Antes de 2014 podíamos trabajar hasta 270 días, pero nosotros solo faenabamos unos 230 en jornadas de 12 horas frente a las 15 que trabajan en otros países de la unión. A todo esto se le suma las reducciones de esfuerzo pesquero que hizo la Junta en la flota de arrastre», explica López.
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La mejora de los caladeros es visible, además de en la quisquilla, en la gamba (131.633 kilos), en la gamba blanca (2.765 kilos) o el salmonete (17.813 kilogramos). Para los pescadores, el aumento de las capturas de las quisquillas, tan cotizadas, es una muestra de que su reproducción está siendo exitosa. Además, apuntan que el mar ha comenzado a darles un respiro tras varias temporadas en la que la pesca de este camarón se había resentido. En los últimos años la aparición de animales como las salpas, el cierre de la hostelería y la parada de la faena por la covid habían hecho caer los ingresos y las capturas.
En otras especies como la pescadilla, de la que se han capturado 35.012 kilogramos, no ha habido un aumento significativo porque en su captura en el mar de Alborán también participa Marruecos, «que juega con otras reglas y no tiene tantas limitaciones».
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Reducir el IVA
En total, en el año que se acaba de cerrar, la lonja pesquera ha vendido 936.200 kilos de pescado. La campaña de Navidad no ha ido como se esperaba, pese a que los precios se han mantenido y solo han aumentado para las cigalas, las langostas y las quisquillas. Las familias se abrochan el cinturón y prescinden de los productos frescos por tener precios más elevados. Ante esta situación, el sector pesquero y la cofradía motrileña en bloque han pedido al Ejecutivo que reconsidere «urgentemente» su decisión de no reducir el IVA de los productos pesqueros , actualmente gravados con un 10 %, en lugar de con un 4 %. El sector traslada al presidente «la profunda decepción» que ha creado en toda la cadena de valor de estos productos en nuestro país, en la que trabajan más de 120.000 personas, desaprovechar la ocasión de incentivar el consumo de un alimento de alta calidad nutricional y sostenible, como es el pescado en la dieta de los españoles, tras las medidas adoptadas para mitigar el encarecimiento de los precios de los alimentos.
A juicio del sector, la no consideración de los productos pesqueros como un alimento básico, a pesar de que el propio Ministerio de Consumo recomienda su consumo tres veces por semana, se traduce en no hacer accesible estos productos a las más personas desfavorecidas de la sociedad en el contexto inflacionario actual, y acarreará a medio plazo graves perjuicios de salud.
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El buen año de ventas que ha cerrado el sector se podría truncar en 2023. Con los nuevos recortes que ha planteado europa, las cuotas de algunas especies como la gamba roja se reducirán, lo que supone un 5% menos de capturas. El objetivo de la UE es llegar a un 40% de reducción de la faena en 2025. Esto ya ha tenido como consecuencia que los barcos del Mediterráneo tenga que estar, de media, 174 días o menos trabajando en el conjunto de 2022 y que, con el nuevo recorte, se vayan a los 150 días de faena, que en Motril se quedarán de media en 158 por el escaso tamaño de la flota.
El acuerdo alcanzado entre los ministros de Pesca de la Unión Europea (UE) sobre los Totales Admisibles de Capturas (TAC) y cuotas para 2023 levanta ampollas e indignación en la flota pesquera. Después de un 17,5% de reducción durante todos estos años, ahora se le aplicará en 2023 un 7% más que complica la rentabilidad de 92 barcos afectados en toda Andalucía, una docena en Granada. Los pescadores se enfrentan, por octavo año consecutivo, a la tijera de Bruselas, que ya logró reducir los barcos de arrastre.
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