«Juegan con vidas humanas al retirar la tripulación de refuerzo de la Salvamar»

El delegado del comité de empresa por CGT en Salvamento y marinero de la Guardamar Polimnia, Manuel Capa, ha lamentado la nueva decisión del Gobierno de reducir a la tripulación mínima exigida en las Salvamar y las Guardamar que custodian el Mediterráneo.

Ante el descenso del flujo migratorio que se ha experimentado en las últimas semanas, el Ejecutivo –según denuncia el sindicato– ha retirado medios en las zonas que más presión migratoria venían sufriendo, como las islas de Gran Canaria, y ha reducido el número de tripulantes en las salvamar también en las costas andaluzas, entre ellas Motril, donde, al igual que en el resto de provincias costeras, la Salvamar Gienah se queda con solo tres tripulantes, personal mínimo exigido por Marina Mercante. CGT considera que esto tendrá sus efectos en las vidas humanas.

«Todas las lanchas estaban reforzadas con un cuarto tripulante y vuelven a su condición de tres tripulantes. Llevamos luchando muchos años con diferentes campañas «Más manos, más vidas» y se lo están cargando de un plumazo. Juegan con la estadística. Son refuerzos que se ponen de forma puntual con la llegada de pateras y ahora con el mal tiempo se ha disminuido un poco las llegadas, pero siguen siendo indispensalbles. Hemos exigido en numerosas ocasiones más personal para evitar una sobrecarga de trabajo en los empleados», explica Capa. «La ruta a Canarias está parada. Sobre la mesa se está negociando –España, Marruecos y Senegal– un control fronterizo en costas africanas. Estamos trasladando el control de las fronteras al continente africano», lamenta Capa.

El tripulante de la Guardamar Polimnia, cuya embarcación se retiró la semana pasada de Canarias y se encuentra atracada en el puerto de Motril hasta este sábado, cuenta que tras meses solicitando más medios para atender Canarias se han replegado en cuestión de horas. «Nos van dando largas cuando efectuamos alguna petición. Han tardado meses en mandar refuerzos a las islas, pero solo horas en quitarlos». «Hablan de estadística para recortar personal, pero también es estadístico que cuantas más personas haya a bordo de las lanchas, menos peligros habrá a la hora de efectuar un rescate. Si hay dos personas en cubierta subiendo a la gente que hay a la deriva en el mar, antes estarán a salvo. No vemos inmigrantes, vemos personas que necesitan un rescate porque están en peligro en medio del mar», reitera.

«Es febrero y ya vamos en manga corta. Ahora hay presión en el continente africano para que no se produzcan salidas, pero se buscarán rutas alternativas y tendremos que intervenir en los rescates. Cada minuto cuenta a la hora de sacar a alguien del agua. No solo rescatamos personas, nuestro trabajo es mayor y no es justo que haya una sobrecarga al disminuir la tripulación.Estamos cansados mental y fisicamente», destaca.

El sindicato ha denunciado a inspección de trabajo en varias ocasiones los recortes en personal y confía en que no haya que lamentar ninguna tragedia por haber tomado «decisiones inoportunas». La plantilla cuenta con cerca de 1.500 trabajadores en el territorio nacional de los que solo 760 se encuentran prestando servicio en la flota. De este total las manos de 42 tripulantes prestan auxilio en Andalucía. Desde este lunes serán tan solo 38 para 600 kilómetros de litoral. «De Garrucha a Huelva hay 600 kilómetros y somos menos de 40 personas», sentencia.

Según datos de la Subdelegación del Gobierno, 1603 inmigrantes fueron interceptados y trasladados a Motril en 2020. 1402 hombres, 150 mujeres y 51 menores. La mayoría de ellos, 818, eran de origen subsahariano, frente a 643 marroquíes y 96 argelinos. Todos ellos rescatados por el personal de Salvamento Marítimo.