La Guardia Civil busca el origen del vertido azul en las playas de Motril y Salobreña
El Ayuntamiento de La Villa pide colaboración ciudadana para encontrar su procedencia, aunque las autoridades señalan que no será fácil
La Guardia Civil, a través del Servicio de Protección de la Naturaleza (SEPRONA), investiga los vertidos de color azul que han llegado a las playas ... de Motril y Salobreña.
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La Benemérita apunta que trata de localizar el origen y «nacimiento» de ese vertido, una tarea que no es nada fácil ya que, fue un vertido «muy puntual» que duró apenas «unas horas» por lo que localizar su procedencia «presentará dificultad».
Los hechos ocurrieron en la mañana del domingo cuando varios transeúntes localizaron el vertido en la playa Punta del Río, que marca la frontera entre ambas localidades costeras. La oenegé Ecologistas en Acción ha denunciado lo sucedido en redes sociales.
El vertido se detectó en la misma orilla desde primera hora. Se trataba de una mancha de color azul con una ligera capa de espuma blanca que 'coloreó' el agua durante al menos cinco horas, pese a que las autoridades aseguran que no fue tanto tiempo.
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Hasta la zona afectada se desplazó una patrulla de la Policía Local de Motril y agentes de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía, que tomaron muestras del agua para determinar de qué es el vertido.
De acuerdo con la organización ecologista, el vertido procedía desde una acequia del término municipal motrileño que confluía con el balate de la Vereda de los Pescadores, que es el que marca el límite entre Salobreña y Motril. La oenegé considera que el vertido fue arrojado al agua de manera intencionada durante la noche, «sin tener en cuenta que permanecería y que sería visible a plena luz del día».
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La concejal de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Salobreña, Mariola Martínez, ha pedido también la colaboración ciudadana con cualquier información que pueda ayudar a dilucidar el origen del vertido.
No es la primera vez que las playas de Motril y Salobreña se ven afectadas por vertidos, aunque normalmente se suelen producir en verano ante el incremento de población y coinciden con aguas residuales, restos fecales que por las mareas es difícil de localizar. El verano pasado la presencia de restos fecales obligó a cerrar una playa en Salobreña y el Ayuntamiento ha creado una comisión con organizaciones de vecinos y ecologistas, así como autoridades, para atajar este problema que daña la temporada turística.
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