Denuncia que una mujer le suplanta la identidad en Motril: «Ha engañado a más de 10 comercios»

Tal y como explica en la denuncia, la mujer que supuestamente está suplantando la identidad acude a tiendas en las que la mayoría de los dueños conocen a Ana. «Lo hace de dos formas. Una de ellas es llamando por teléfono al comercio en cuestión y pidiendo dinero para transporte o comida, alega que mi padre está enfermo en Granada y hay que ir a cuidarle. Si acceden, se presenta su hija diciendo que soy su madre. En otras ocasiones se presenta directamente ella en la tienda y lo pide asegurando que es mi sobrina. La buena voluntad de la gente hace que piquen el anzuelo y le den dinero», recalca la afectada.

Ana recorrió multitud de tiendas de la zona para preguntar si había acudido la susodicha. En caso de que no, para ponerles en aviso. Además, publicó un mensaje en un grupo de Facebook a raíz del cual supo de más negocios afectados. «Al principio creíamos que eran cuatro o cinco tiendas, pero al final hemos contado 12. Además, después amplió la zona en la que engaña con barrios que yo no suelo frecuentar», agrega.

El primer caso que les llegó fue el de una panadería, pero después se han sumado bares, mercerías, tiendas de ropa o jugueterías. «En una ocasión fui a comprar unos pantalones y notaba raro al dueño, al que conozco desde hace muchos años. Le pregunté si por casualidad le habían llamado pidiéndole dinero en mi nombre y me dijo que sí. En ese momento me sentí muy mal», manifiesta.

Ana decidió interponer una denuncia, pero no cree que surta efecto. «Al no haberme sustraído nada a mí ni haber firmado en mi nombre en principio no ha cometido ningún delito. Yo podría presentar una querella contra ella, pero sería un gran desembolso de dinero y no llegaría a nada, estamos desprotegidos. Los que sí podrían denunciar son los negocios afectados. Queremos es que no haga más daño a gente sencilla que solo quiere vivir tranquila», explica.

La Policía Nacional ha confirmado que la presunta autora de los engaños ya ha sido identificada. Será el juez el que tenga la última palabra y decida si ha cometido o no delito. Y es que en la usurpación de estado civil, que consiste en la apropiación de las cualidades de una persona real, simulando ser esta en distintos actos jurídicos, el perjuicio para el afectado es directo, pero este caso de Motril es más complejo. «Dependerá de la jurisprudencia», añade el Cuerpo.

Según Ana, la mujer se aprovecha de que tanto ella como su marido son conocidos en Motril, así que en cualquier tienda de los alrededores es fácil que confíen en ellos. «He dado la cara para que vean que no estoy detrás de todo esto, pero no es agradable que se hagan pasar por ti. Estoy atada de pies y manos, no puedo hacer nada», recalca. A la espera de que la justicia la ayude de alguna forma, Ana solo pide que la mujer deje de hacerse pasar por ella para volver a vivir en paz.