Cronología del tren Granada-Motril, la línea que solo funciona sobre papel

La reivindicación ferroviaria es tan histórica que ya se había hablado de ella en 1886 en la Cámara de Comercio. Sin embargo, lo más cerca que la Costa ha estado de un tren es gracias al 'cable'. En 1924 la Compañía de Tranvías Eléctricos de Granada (TECSA) decidió poner en marcha el teleférico como paso previo a la instalación de una línea ferroviaria. La infraestructura comunicaba el tranvía de Granada con el puerto de Motril. La línea de tranvías eléctricos partía de Armilla y en Dúrcal se pasaba a las vagonetas del cable aéreo que cubría el trayecto de 35 kilómetros de recorrido hasta el mar con el cable más largo que jamás había funcionado en España. En 1959, una vez que cesó el periodo de actividad del cable, la provincia volvió a pensar con ahínco en su tren.

Este proyecto cíclico, como muchos otros de la provincia, pero sobre todo de la Costa, ha sido una realidad para la Junta y el Gobierno de España en las últimas décadas en incontables ocasiones. Cabe destacar que la Consejería de Fomento y Vivienda, en el marco del plan l Plan de Infraestructuras para el Transporte Sostenible de Andalucía (Pista 2007-2013), contrató un estudio para la conexión ferroviaria entre el Puerto de Motril y Granada, un estudio de viabilidad económica. Años más tarde, en 2009, la Junta de Andalucía, que había desempolvado la idea de conectar Granada con Motril con un tren con destino también a Jaén, encargó por fin ese estudio de viabilidad de la conexión ferroviaria al puerto motrileño. El plan desarrollo de forma suscinta las implicaciones que tendría el tren y en una de sus conclusiones apuntó que era tan costoso que se hacía poco viable.

Más tarde, en 2016, la conexión volvió a aparecer dentro del plan Pista con la intención de que el proyecto constructivo de la línea Granada-Motril se desarrollara antes de 2020, algo que no sucedió. Por su parte, el Gobierno de España, incluyó la infraestructura en el Plan de Infraestructuras, Transporte y Vivienda estatal (Pitvi 2012-2014). Sin embargo, ha sido el puerto de Motril quien más empeño ha puesto en su desarrollo.

Desde hace casi una década se empezó fraguar la ejecución de un proyecto, un estudio previo, que vio la luz en el año 2019. Por primera vez en la historia, un estudio avalado por la Universidad de Granada planteaba varias alternativas que hacía la línea Granada-Motril viable técnica y económicamente.

La línea propuesta tendría una longitud total de 72 kilómetros y la velocidad alcanzada sería al menos de 140 kilómetros por hora, que aseguraría la competitividad del ferrocarril frente al transporte de viajeros y mercancías por carretera. El principal obstáculo que ha tenido siempre el proyecto ha sido el coste, pero hay conexiones similares o más caras que ya están construidas como la variante de Pajares o la unión entre Orense y Pontevedra. El estudio de la UGR plantea varias alternativas de trazado con un coste estimado que varía entre los 2.467 y los 2.647 millones de euros, 1.800 millones solo de ejecución material. Hasta ahora, es el único proyecto que hay.

En 2022 se abrió el plazo de alegaciones para modificar la red y un frente común entre instituciones y partidos, además del empuje de la Autoridad Portuaria que presentó su proyecto ferroviario, logró que Bruselas contemplara la infraestructura que demanda la Costa Tropical desde hace un siglo. Se realizaron varios actos institucionales, con la participación de todas las administraciones públicas implicadas, de apoyo al tren. En junio, Marifran Carazo, que por entonces era consejera de Fomento de la Junta, elevó al Consejo de Gobierno la propuesta de adhesión y apoyo al plan de inclusión de la conexión ferroviaria. El último pacto por el tren tuvo lugar en noviembre de 2023, justo un mes antes de que Europa rechazara el proyecto.

Pese a los actos institucionales, los compromisos del Gobierno han sido ambiguos. En noviembre de 2022, por ejemplo, el secretario general de Infraestructuras, Xavier Flores, manifestó que era una conexión costosa y poco rentable. «Si lleva tantos años y ha pasado tanta gente será por algún motivo, no será por maldad de nadie, quiero pensar, cuando no ha habido ni uno ni dos ni tres, sino cien años», dijo y sentó como una estocada a todos los motrileños que llevan décadas defendiendo el tren.

En abril de 2023, la exministra de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, Raquel Sánchez, visitó Motril para mostrar su respaldo a la línea. A preguntas de los medios, la exministra aseguró que en el caso de que la línea no sea incluida en la red transeuropea de transporte el Gobierno reiterará su respaldo y se planteará, tal y como se ha comprometido con el tren Santander-Bilbao, destinar recursos económicos propios para impulsarla. Unas palabras que la Costa espera que sí cumpla.

En diciembre de 2023, el tren Granada-Motril no superó los trílogos, los grupos informales que se forman para cada una de las propuestas legislativas en la UE, a pesar de que la presidencia recaía entonces en España y el Gobierno se había comprometido a apoyar esta infraestructura. Por último, la pasada semana, la aprobación definitiva del nuevo regalemto excluía definitivamente a Motril de la red europea.