Castell de Ferro logra desbloquear un proyecto urbano tras 20 años paralizado

Aquella construcción, que se quedó en el aire por una denuncia judicial y marcó una etapa de conflictos políticos y de abandono, da paso a una nueva promoción de 63 viviendas con vistas al mar.

Según informan a IDEAL desde el Consistorio, una promotora ya trabaja sobre el terreno y prepara el nuevo conjunto residencial.

El Ayuntamiento, por su parte, también está colaborando en la limpieza del solar, la retirada de residuos y la gestión del proyecto.

La historiade los gigantes de hormigón se remonta a principios de los años 2000, cuando, bajo el gobierno municipal del PSOE, se otorgó licencia para construir varias promociones en una de las zonas más visibles del municipio.

Sin embargo, el PP interpuso una denuncia ante la Fiscalía en medio del clima de escándalos urbanísticos que sacudían entonces a numerosos municipios. La obra se paralizó por orden judicial, y con el tiempo, la promotora cayó en quiebra.

Más tarde, una sentencia judicial dio la razón al Ayuntamiento y validó la legalidad de la licencia, abriendo la puerta a una solución definitiva.

«Hemos vivido más de 20 años con esa cicatriz a la entrada del pueblo. Hay jóvenes que no han conocido Castell de Ferro sin esas estructuras. Hoy, por fin, podemos decir que empieza una nueva etapa», afirma la alcaldesa socialista, Toñi Antequera.

Tras la resolución judicial, el Ayuntamiento inició un proceso para buscar promotores hasta que una empresa privada mostró interés en retomar el proyecto, esta vez con una nueva visión. Según el propio Ayuntamiento de la localidad, la promotora ha presentado ya un plan para construir 63 viviendas adosadas con vistas al mar.

Además, ya ha comenzado su comercialización, aprovechando el creciente atractivo del municipio como destino turístico y para residir.

Las labores de limpieza y vallado del solar ya están en marcha. Además, se ha coordinado con Ecovidrio la colocación de contenedores especiales para la gestión selectiva de materiales, y se ha establecido un sistema de transporte de residuos hasta la planta de tratamiento de Vélez de Benaudalla.

«El proyecto no solo soluciona un problema estético y de seguridad, también responde a una necesidad de vivienda para residentes y visitantes, y mejora la movilidad urbana en una zona muy transitada», añade la alcaldesa de la localidad.