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Encuentran envuelto en plásticos el cadáver de un promotor de viviendas: «Pensé que era un animal hasta que vi su mano»
El hombre fue asesinado «con ensañamiento» en su vivienda con un arma punzante, presenta cortes por todo el cuerpo y trasladaron su cadáver hasta el descampado
pilar garcía-trevijano
Motril
Martes, 12 de noviembre 2019, 15:18
El 'sigiloso' homicidio no despertó a los vecinos. Ni un ruido, ni un testigo en todo el vecindario del luctoso crimen. El único rastro que ... queda en todo el bloque de la calle El Merlo de Calahonda es el camino de gotas escarlata que recorre el rellano del segundo hasta el ascensor y continúa por el portal del edificio. El reguero de sangre acaba en un descampado, a unos 20 metros de las viviendas, donde fue arrojada la víctima, José M. R. T de unos 70 años de edad e inquilino del segundo piso.
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Los primeros rayos de sol despuntaban en el «tranquilo» barrio del anejo motrileño cuando el suceso interrumpió la rutina de los residentes. Francisco Salguero se disponía como cada mañana a alimentar a los gatos que dormitan en el invernadero en el que trabaja cuando, entre ruidos de los mininos, se alertó por la presencia de un «bulto» envuelto en plásticos. Semiescondido entre unos matorrales, descubrió el cuerpo ensangrentado de lo que, en un primer momento, pensó que era un animal. Destapo el plástico y se fijó en el torso de la víctima, el origen de la sangre que empapaba los trozos de tela. El susto fue mayor cuando pudo distinguir una mano humana. Con la adrenalina fluyendo por sus venas descubrió el rostro del «pobre hombre» y llamó a la Policía. A las 9.15 de la mañana las primeras sirenas doblaban la esquina del barrio, pegado a la N-340. «Lo encontré envuelto en plásticos y pensé que se trataba de un animal hasta que vi su mano», lamenta. Apunta que debieron de dejar el cuerpo sin vida durante la madrugada, ya que a última hora de la noche pasó por la zona y estaba despejada.
Los agentes precintaron el área. Los bloques de viviendas quedaron completamente acordonados y los vecinos sin la posibilidad de volver a entrar en sus casas. El hecho les helaba más que el frío de las calles. En pijama, en chándal para entrar en el gimnasio de los bajos del bloque, con el perro o con las bolsas de reciclaje. Los residentes interrumpieron todo lo que estaban haciendo para tratar de averiguar más datos sobre el suceso que ha osado perturbar su calma. En corrillos cavilaban cuando vieron a la víctima por última vez. Era un hombre que «a pesar de su edad» siempre hacía deporte y conocido en Calahonda por ser uno de los promotores de la inmobiliaria siglo XXI. José arregló la compra de viviendas construidas en 2006 a muchos de ellos. «Me vendió mi casa hace siete años. Lo conocía todo el barrio», relató a IDEAL una de las inquilinas. La víctima vivía sola, se separó hace años de su pareja y, según apuntan sus conocidos, guardaba buena relación con los hijos de ella. Se le podía ver a menudo en sus caminatas o en el gimnasio.
El presidente de la comunidad ha tenido que acercarse para identificar el cuerpo del propietario. Con la confirmación del hombre, las autoridades judiciales han procedido al levantamiento del cadáver pasadas las once de la mañana y el cuerpo ha sido trasladado al Instituto de Medicina Legal. Hasta el lugar del suceso se desplazó también la presidenta de la Entidad Local Autónomo de Carchuna-Calahonda, Concepción Abarca, para mostrar su afecto a los vecinos.
Los agentes continuaron peinando la zona. Descubrieron otro reguero de gotas de sangre junto a la puerta del garaje. Todo apunta a que el asesinato tuvo lugar en el interior del domicilio del hombre y que el autor arrastró el cadáver hasta el descampado. Fuentes policiales narraron a este medio que en el piso Las mismas fuentes aseguran que las heridas letales se produjeron con un objeto pequeño punzante y que hubo ensañamiento. El hombre presenta cortes por todo el cuerpo. La Policía Nacional trata de esclarecer el crimen y confirma que se trata de una muerte violenta.
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Mientras tanto la familia que vivía pared con pared con José mantienen que no han escuchado absolutamente nada hasta esta mañana cuando se encontraron con «el follón» tras dejar a sus hijos en colegio. «Su coche no estaba esta mañana en el aparcamiento. Cuando hemos vuelto justo en el tramo de escalera había triángulos amarillos cercando algunas gotas de sangre. No me puedo creer que esto haya pasado aquí», dice una de sus vecinas.
Los bomberos y la policía científica han entrado en el descampado en busca del arma del crimen, pensando que el asesino lo arrojó en su huida. Aún se desconoce el motivo del crimen y su autor o autores.
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