El castillo de Carchuna recibe otra subvención que permitirá su rehabilitación total en 2016

En esta ocasión la cifra no es tan pretenciosa como en 2013, pero tampoco desdeñable: 136.280 euros, 112.628 si le excluimos el IVA, es el presupuesto que se invertirá, principalmente, en la mejora de la cubierta de la batería semicircular de la zona sur del inmueble, conocida como bastión, y en habilitar el espacio diáfano existente bajo el mismo como una gran sala de exposiciones. Todo aderezado con la correspondiente iluminación y climatización para recuperar definitivamente este trozo de la historia de Carchuna y Calahonda.

El plazo de ejecución, una vez adjudicadas, sería de seis meses. Unas actuaciones que, según afirmó la presidenta de la Entidad Local Autónoma (ELA) de Carchuna-Calahonda, Concepción Abarca, «comenzarán una vez acabado el verano para que se puedan realizar durante el invierno y así poder sacarle provecho y darle más promoción al castillo durante la época estival».

Abarca señaló que estas obras serán posibles gracias al Plan de Obras y Servicios (POYS) que solicitaron a la Diputación desde su equipo de Gobierno. «En primer lugar pedimos la subvención para otro proyecto como era la construcción de un paso elevado de la carretera nacional que cruzase La Palma, pero, como no nos dejaron porque ello suponía cortar la vía y la autovía no estaba lista, decidimos invertirlo en la fortaleza, a la que anteriormente se le arregló la parte central, el patio y las viviendas», explicó la presidenta de la ELA, quien añadió que en adecentar el entorno de la construcción le supuso a las arcas municipales «unos 12.000 euros».

Remodelación tardía

Pese a que, tras más de dos siglos, se estima que el castillo vuelva a recuperar su brillo original en 2016, Abarca lamentó el que, a su juicio, las cosas no se hayan hecho todo lo bien que debieran haber sido. «Nos hubiese gustado que la rehabilitación hubiese sido íntegra y no vernos en esta necesidad de ir por partes», dijo tras recordar que, en su día, se obtuvo una subvención para todo el fortín «que el anterior alcalde dejó perder, aunque al menos conseguimos recuperar la mitad».

La regidora de Motril, Luisa García Chamorro, destacó que con esta intervención, junto con la anterior, «se ha revalorizado este espacio y está sirviendo como centro cultural para la exposición de múltiples colecciones artísticas, escenario de conciertos e incluso como enclave para la celebración de bodas, favoreciendo un uso multidisciplinar».

Abarca, por último, aclaró que con esta decisión «se pretende recuperar un pedacito de historia porque es el punto de encuentro de ambos pueblos». «No tenemos grandes cosas: tan solo el castillo, el farillo y el peñón de Calahonda, pero hay que recuperar nuestras raíces», finalizó.

La fortaleza, construida a finales del siglo XVIII bajo la orden de Carlos III para evitar los ataques de piratas en la costa, fue decisivo para el arraigo de Carchuna y Calahonda. Durante años sede de la Guardia Civil, tras su abandono se reconvirtió en lustrosa sala de exposiciones. Hoy, aspira de nuevo a emblema.