El Huerto del Abuelo Cebolleta, en Cenes de la Vega, cuenta con un centenar de socios que labora sus parcelas. RAMÓN L. PÉREZ

El coronavirus te lleva al huerto

La vía verde ·

Los huertos reivindican ser declarados «servicio esencial», como«ir al supermercado», y que se reconozca su labor ecológica durante el estado de alarma

Lunes, 25 de mayo 2020, 01:09

La mañana, clara. El sol, templado. El fresco, irresistible. El silencio, completo. En el Huerto del Tío Cebolleta, en Cenes de la Vega, en la ... ruta de la Fuente de la Bicha, los 'huerteños', como les llama José Antonio Sánchez Rojas, presidente de la Comunidad Regantes de la Acequia El Cadí, la más antigua de Granada, doblan el espinazo y tocan tierra.

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Cultivar la tierra en sus diversas modalidades ha sido un problema durante el estado de alarma. Propio de la propiedad de la tierra, los tratos y la palabra dada, tan difícil de demostrar en tiempos de coronavirus, cuando los compromisos se quedan fuera de los decretos. Ha sido el caso de Jesús Morell, un jubilado de 75 años. Vive en Granada y en Monachil trabaja una finca de mil metros. «Tiene mucha agua, porque pasa una acequia por la parte de arriba y tengo de todo sembrado». Administrativamente, es un contrato ancestral, de palabra:«Es un huerto cedido. Le pago en especie. Es un intercambio. Le mantengo el huerto, le pongo árboles, lo limpio, lo cuido». Su problema es que, durante el confinamiento, los municipales y la Guardia Civil le decían que no había ninguna orden que les autorizara a ir al huerto.

El comienzo de la desescalada ha permitido que cambie la situación y estos meses de mayo y junio, cuando se ha pasado a fase cero y uno, los grupos y particulares que disponen de un huerto familiar o individual de autoconsumo han podido volver a cuidarlo. Hay condiciones. Tiene que estar en el término municipal al del domicilio o en uno adyacente. Yes obligatorio seguir el protocolo completo de higiene y seguridad.

Antes de la fase cero, los huertos sociales también han tenido problemas. «De hecho, a algunos de los usuarios de nuestros huertos les multaron», explica Pilar Merlos, de la asociación 'Somos Vega Somos Tierra', que impulsan el proyecto 'Recuperar el abrazo con la Vega' y que gestionan huertos sociales para 150 familias granadinas. «Llevamos cuatro años para que la gente se reubique económicante con la agricultora ecológica con un modelo de economía circular sostenible, reconocida por la FAO como una de las mejores propuestas para asegurar la seguridad alimentaria», explica. «Damos cursos de formación en los que colaboran los Ayuntamientos de la Vega. Les asesoramos y generamos cooperativas. Aquí entran los huertos sociales y el autoconsumo».

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Y lo que sucedió es que «el decreto del estado de alarma no definía si se podía recoger la producción de tu huerto. Si no tienes por ejemplo el contrato de arrendamiento para que te sirva de salvoconducto no podías ir al huerto sin que te multaran».

Explica también que «en la práctica hay mucha diferencia entre un huerto de ocio y un huerto social. Un huerto de ocio tiene contrato, cuota a cambio de cultivar. Un huerto social puede no tener un contrato al ser propiedad de un ayuntamiento que ha puesto al tierra».

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La conclusión es que «nuestros huertos sociales han estado cerrados. Y no solo pierden lo que sembraron en otoño para haber recogido ahora. Están al límite de poder sembrar ahora para recoger este verano».

Un vacío legal

De vuelta a Cenes de la Vega, José Antonio Sánchez Rojas, presidente de la Asociación del Huerto del Abuelo Cebolletas, explica que «ha habido un vacío legal por parte de la Administración. No sabíamos qué hacer, nadie nos decía si podíamos venir o no durante el confinamiento».

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Pero, «me mandaron del Ayuntamiento de Güéjar Sierra un escrito, que les había mandado el cuartel de la Guardia Civil, que decía que los 'huerteños' podían venir a los huertos. Entonces les firmé un salvoconducto, el contrato de arrendamiento legal, para que si les parara la Guardia Civil o quien sea pudieran venir y volver sin problema».

Una vez aclarado con la Guardia Civil que se podía ir al huerto, se quedaron tranquilos. «Luego el Gobierno dijo que se podía ir al huerto, así que algo se hizo mal». Pero ahora todo son buenas noticias. «La primera conclusión con la desescalada es que hay veinte reservas de huertos nuevas, hay una gran demanda. La gente quiere huerto. La gente está buscando otro tipo de negocio, de economía. El virus algo nos ha cambiado. El coronavirus te lleva al huerto. A la vida sana. A la vía verde».

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Quedan los huertos municipales granadinos. Su situación la explica el concejal José Antonio Huertas. «Tenemos ahora 40 huertos. 32 en el parque de las Alquerías en La Chana, dos en la Quinta en Cervantes y seis en la Escuela de Autistas de Granada». Informa que «solicitamos que pidieran el permiso por escrito, y les autorizamos a acudir a cuidar los huertos durante el confinamiento. Así, los martes y jueves, de 10 a 12, iban a los de La Chana para recoger y plantar». Ytermina:«Se hizo un esfuerzo. Entendemos que lo mismo es ir al supermercado que ir al huerto a recoger la cosecha».

Ha sido la reivindicación de los huertos, haber sido declarados un «servicio esencial» como «ir al supermercado», y que se reconozca su labor ecológica durante la pandemia.

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