El conductor que colisionó con otro coche y mató a dos jóvenes en Baza: «Intenté esquivarlo y no pude»
El acusado, que está siendo juzgado por un jurado por cometer también un posible delito de omisión del deber de socorro, afirma que solo bebió «botellines» con y sin alcohol en la feria de Baza
P. T., el conductor acusado de circular ebrio, con excesiva velocidad y colisionar por alcance hace cinco años con otro vehículo provocando la muerte a ... dos jóvenes y graves heridas a una tercera, ha declarado este lunes en la Audiencia de Granada que aquel día estaba «en condiciones» para ponerse al volante, ya que solo había bebido «cuatro o cinco botellines» con alcohol, otros tantos sin alcohol y una última «jarrita pequeña» de cerveza.
Publicidad
En la primera sesión del juicio con jurado que se celebra contra él, P. T. ha tratado así de desvincular el siniestro de un elevado consumo de alcohol aquel día y ha asegurado que en la carretera donde tuvo lugar la tragedia había «un cambio de rasante», que el coche de las malogradas víctimas iba muy despacio y que no le dio tiempo a reaccionar. «Cuando me di cuenta, estaba encima. Intenté esquivarlo y no pude», ha afirmado.
El fiscal del caso, Francisco Hernández, solicita para el acusado ocho años de prisión. En concreto, le acusa por conducción temeraria con el resultado de dos delitos de homicidio imprudente y otro de lesiones imprudentes, así como de un delito de omisión del deber de socorro. Es por este último posible ilícito por el que el asunto está siendo juzgado por un tribunal popular.
En el caso ejercen la acusación particular las familias de los fallecidos y de la ocupante herida, que están representadas por el abogado Jorge Aguilera, quien ha respaldado las consideraciones que ha realizado el ministerio público durante las presentaciones de cada parte al inicio de la vista.
Publicidad
Dilaciones indebidas
Por su parte, el letrado de la defensa, Evaristo Llanos, pide la libre absolución de su cliente, al considerar que concurren tres circunstancias atenuantes «muy cualificadas». La primera la contempla en que el hombre confesó los hechos antes de judicializarse, pues P. T. se entregó en el cuartel de la Guardia Civil.
La segunda es que en aquellas fechas su cliente sufría alcoholismo -ha precisado que ya se ha sometido con éxito a un programa deshabituación- y aquel día había bebido aunque no se haya podido determinar el grado de impregnación alcohólica que presentaba cuando ocurrió la terrible colisión. En este punto, solo admite que tenía mermadas sus facultades.
Publicidad
Y en tercer lugar, la defensa, que solicita alternativamente un año de prisión, aprecia unas «dilaciones indebidas», pues han transcurrido cinco años desde que tuvo lugar el accidente.
A-92
El trágico siniestro ocurrió sobre las 20.30 horas del 11 de septiembre de 2017 y se cobró la vida de dos jóvenes veinteañeros. P.T. conducía un BMW de su padre (ya fallecido en aquellas fechas) e iba acompañado de un tío suyo, que viajaba de copiloto y con quien había estado en una gasolinera de la A-92 justo antes de la colisión tras aquel día de feria.
El choque mortal fue a la altura del kilómetro 56 de la autovía y, según el fiscal, el acusado, inmediatamente después, «consciente de que había colisionado con un vehículo y de la existencia de personas heridas y desamparadas que precisaban de ayuda inmediata, ni acudió a auxiliar a las víctimas ni llamó a los servicios sanitarios, sino que abandonó apresuradamente el lugar».
Publicidad
Allí se quedó solo su tío, «con evidentes signos de embriaguez», y que fue detenido por una patrulla de la Guardia Civil de Baza porque llegó a manifestar que él era el conductor del coche causante de la colisión.
Sobre la supuesta omisión de socorro, la defensa de P. T. ha aseverado que demostrará que no fue tal. En cuanto a la velocidad del BMW, mientras que la fiscalía sostiene que el acusado circlaba a unos 160 kilómetros por hora, el procesado ha indicado que lo hacía «a unos 130 o un poquito más, pero no mucho más» y que el tramo «era una recta». Además ha negado que fuera cansado y que circulase por mitad de la vía.
Publicidad
Junto a la pena de prisión, el fiscal Francisco Hernández reclama que se imponga al porcesado la pena de privación del derecho a conducir vehículos a motor y ciclomotor por seis años. El juicio continúa este martes.
Suscríbete durante los 3 primeros meses por 1 €
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión