Condenan a dos hermanos por apalear a un empresario que no les acabó un muro
Fueron a reclamar a la víctima la devolución de los 4.000 euros que le habían entregado a cuenta y, como no les abría, uno de ellos saltó la tapia y le dio una paliza «cegado» por la ira
Dos años de prisión. Es la condena que la Audiencia Provincial de Granada ha impuesto a dos hermanos de Deifontes por amenazar de muerte ... y finalmente apalear, hace cuatro años, a un vecino de Cájar, dedicado al mundo de las reformas, que no les acabó la obra de un muro pese a que le habían entregado a cuenta 4.000 euros.
Publicidad
Por problemas «vecinales y meteorológicos», la víctima, M. H., de 54 años, no terminó aquel encargo, con el que los hermanos pretendían separar dos viviendas. En concreto, según especificó el propio M. H. en su denuncia, fue porque para acceder al lugar de la obra había que pasar por una tercera finca y en un primer momento no tenía permiso para atravesarla. Una vez contó con autorización, se produjeron fuertes lluvias y hubo que aguardar a que se orease el terreno. Y cuando ya todo parecía estar en orden, M. H. se quedó sin personal libre para la realización de aquel muro, por lo que emplazó a los acusados, R. C. F. y C. C. F., a que se esperasen.
Viendo que el tiempo pasaba (el encargo se hizo en noviembre de 2016) y el muro seguía sin terminar, ambos hermanos, presas del enojo por el incumplimiento de aquel empresario, decidieron acudir a su casa. Antes, eso sí, efectuaron «continuas llamadas» tanto a él como a su esposa advirtiéndoles de que se iban «a encontrar sus hijos muertos en la cuneta». También les llegaron a decir «el dinero o la vida» y, el mismo día de la agresión, le anunciaron que iba a recibir una visita y le iban a «acariciar la cara».
Dicho y hecho. La sentencia dictada por el tribunal, fechada el 21 de abril y a la que ha tenido acceso IDEAL, recoge que aquella tarde, efectivamente, los dos hermanos se desplazaron a Cájar y llamaron «de forma insistente» al timbre de M. H., que no les abrió. Ante ello, C. C. F. saltó la tapia que rodea la casa y, «cegado por la ira y la desesperación», la emprendió a golpes con la víctima, que resultó con heridas de tal gravedad en cabeza y cuerpo que tardó en curarse 323 días, de los que 21 estuvo hospitalizado y tres, en la UCI. Presenta secuelas «crónicas».
Publicidad
El fallo, dictado con la conformidad de las partes, describe cómo fue el brutal ataque: los primeros golpes se los propinó «de forma brusca en la cabeza» y, una vez le hizo caer al suelo, «continuó golpeándole con patadas y puñetazos por el cuerpo». El empresario perdió la conciencia. El otro hermano se quedó fuera; no pudo saltar.
Se da la circunstancia de que los acusados, que han estado defendidos por los abogados Francisco Javier Aguilera y Fabio Barcelona, inicialmente se enfrentaban a penas muy superiores. La fiscalía reclamaba en concreto para C. C. F. nueve años de prisión. Pero la Audiencia concluye que si este actuó de aquella brutal forma fue por encontrarse en «un estado de total ofuscación debido a los problemas surgidos en la construcción del muro». Y aplica la atenuante «de arrebato u obcecación».
Publicidad
190.000 euros
El tribunal considera que C. C. F. cometió un delito de lesiones agravadas y que su hermano fue autor de dos de amenazas (uno contra M. H. y otro contra su esposa). Así, dispone dos años de encierro para el primero y otros dos (uno por cada ilícito) para el segundo. Junto a ello, el fallo, que podía ser recurrido ante el TSJA, les prohíbe acercarse durante 5 y 4 años, respectivamente, a la víctima. Tampoco podrán hablar con él.
En cuanto a la indemnización, se ha fijado en 190.000 euros. De esa suma ha sido abonada una parte (por eso se aprecia también otra atenuante: la de reparación del daño), por lo que los dos hermanos reunirían los requisitos para evitar entrar en prisión.
Suscríbete durante los 3 primeros meses por 1 €
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión