Condenan a dos menores a reparar los daños que causaron en una discoteca de Granada
Fueron los propios responsables de la sala de fiesta, que eran acusación particular, los que solicitaron que arreglasen los desperfectos
Martes, 8 de junio 2021, 00:24
La 'ley de la botella, el que la tira va a por ella' es una norma popular que ordenaba qué había que hacer cuando un ... balón caía fuera de los límites del campo durante un partido de fútbol. Era una versión dulcificada de ese otro precepto que afirma que 'el que la hace, la paga'.
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Emilio Calatayud, titular del Juzgado de Menores 1 de Granada, suele utilizar ambas expresiones para explicar a los chavales a los que procesa en qué consiste exactamente el principio de reparación del daño, que es uno de los pilares de la Ley del Menor. Los chicos lo entienden. Y más aún cuando se ven obligados a poner en práctica lo aprendido, a 'ir a por la botella'. Es lo que les ha ocurrido a dos adolescentes que causaron desperfectos en una discoteca de Granada en la que habían entrado a la fuerza para robar, un delito que no pudieron consumar: fueron sorprendidos con las manos en la masa.
Del relato de los hechos se deduce que se entretuvieron en hacer el gamberro en lugar de coger el botín y correr. Esa vandálica demora propició que fueran detenidos antes de que pudieran darse a la fuga
Para entonces, los dos chavales, que irrumpieron en el local en compañía de otras personas mayores de edad, habían descargado varios extintores en distintos rincones de la discoteca. El vertido afectó a los equipos de música y de luces. Los daños fueron tasados en más de 1.500 euros. Pues bien, además de abonar dicha cantidad a los perjudicados, los acusados deberán arreglar los estropicios y limpiar la sala de fiestas. En este sentido, la sentencia impone a cada uno de los jóvenes una medida de cien horas de trabajos en beneficio de la comunidad.
Todos de acuerdo
Fueron los propios damnificados, esto es, los responsables del establecimiento de ocio, que ejercían la acusación particular, los que solicitaron que los encausados fueran condenados a reparar los daños. Y todas las partes, incluidos los chicos, estuvieron de acuerdo.
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De hecho, no fue necesario celebrar la vista oral del juicio. Los adolescentes aceptaron los cargos, un delito de intento de robo y otro de daños, y se conformaron con el castigo que solicitaron para ellos tanto la fiscalía como los abogados que representaban los intereses de los afectados. El pacto de conformidad supone que el caso ya no tiene vuelta atrás. El fallo es firme y no puede ser recurrido ante ninguna otra instancia judicial.
El suceso ocurrió una tarde de abril de 2019 en una discoteca de la capital granadina. Tras forzar una cerradura, varios individuos, entre los que se encontraban los menores ahora condenados, accedieron al interior de la sala de fiestas con la intención de saquearla. Sin embargo, no pudieron salirse con la suya porque fueron sorprendido en el mismo momento en que estaban delinquiendo.
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Aparte del intento de robo, los asaltantes habían vaciado los extintores del local sobre los aparatos de sonido y de luces, un desmán que causo desperfectos valorados en 1.513 euros, un dinero que los procesados y sus padres tendrán que pagar a los perjudicados.
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