Comunicación, concepto y consenso, las tres claves para la Capitalidad Cultural Europea

La cita se inició con una introducción al tema a cargo del concejal de Cultura del Ayuntamiento, Juan Ramón Ferreira, quien puso al día a los asistentes a propósito del momento que vive la candidatura. «Queremos que se convierta en un proyecto de ciudad, que mire más hacia el futuro que al pasado», dijo, antes de explicitar que en breves fechas se pondrá en marcha el Consorcio que le otorgará forma jurídica. Por su parte, Antonio Lara recordó la implicación que ha tenido el Ateneo en el proceso, con la organización de diversas conferencias y charlas en torno a diversos aspectos, como el propio concepto de la candidatura o las infraestructuras que suelen venir de la mano de iniciativas como esta.

El primer asunto que se puso sobre la mesa fue el consenso en torno al empeño. Quico Chirino afirmó que este existe, «porque no tenemos elecciones a la vista. Se ha vertebrado un consenso hijo de la permanencia del proyecto en el tiempo, bajo distintas corporaciones, pero tenemos igualmente una larga lista de peleas, las más recientes, la de la Agencia de Inteligencia Artificial y la de Salud Pública. La Capitalidad ha escapado de esas peleas, lo mismo que lo ha escapado el acelerador de partículas».

Por su parte, Pérez echó en falta, precisamente, una comunicación sobre la Capitalidad que llegue a la sociedad, más allá del escaparate que suponen las fotos oficiales. «Tenemos un lema mejorable y un logo que también me parece mejorable, pero la ciudadanía no sabe aún qué vamos a ofrecer, no tiene claro el concepto, y es algo que deberemos definir en tan sólo ocho meses. Volvemos a encontrarnos con asuntos endémicos, como el de la agenda única, del que ya se hablaba en 1994, hace 30 años. Y mientras, nuestras instituciones culturales están en crisis». Concretamente, citó los casos de la Huerta de San Vicente, «que no pasa por su mejor momento», y los nombres que suenan para la gestión del Patronato Lorca, «que ponen los pelos de punta».

Entre los muchos temas suscitados estuvo también una cuarta 'c', la coordinación. Chirino dijo al respecto que «una agenda única no es recopilar, sino que, en lugar de que sobre un mismo objeto haya decenas de pequeños actos, se organice uno de calado. Así se despilfarraría menos». Aurelio Cappa abogó por un proyecto que galvanice la inquietud de quienes saben de la importancia de la cultura en abstracto, más allá de realizaciones concretas. «No podemos caer en el pesimismo. El fracaso no sería perder la carrera, sino que el proyecto no deje huella». Para el periodista de Canal Sur, «el papel de los medios es tanto de altavoz como de espuela. Y debe haber profesionales de la comunicación, como ocurre en el caso de Las Palmas, en una oficina para la Capitalidad que debe ser ejecutiva. Lo que está en juego es posicionar a Granada como la gran candidata de cara al exterior».

Finalmente, Chirino aseguró que el papel de los medios será estar vigilantes ante lo que ocurre, empujando en las acciones y criticando las inacciones. Y dejó un dato interesante: el fracaso de Málaga en 2016 se ha convertido, apenas una década después en un ejemplo de éxito. «El objetivo es llegar a un modelo cultural distinto, pero primero necesitamos tener un concepto claro de lo que queremos».