La seño Patri cumple con el protocolo de poner gel hidroalcohólico en las manos de una alumna antes de entrar a la clase, en el colegio Fuentenueva. Ramón L. Pérez

Los colegios de Granada prueban su seguridad en una vuelta marcada por la ilusión y las críticas

La provincia inició el curso más difícil con dos de sus 317 centros de Infantil y Primaria cerrados por positivos entre el profesorado

Viernes, 11 de septiembre 2020, 00:38

«No es que estemos tranquilos, es que llevamos seis meses sin nuestros niños y tenemos unas ganas de empezar que nos morimos». Así explicaba ... el director del colegio Fuentenueva de la capital granadina, Luis Pinto, por qué ayer todo eran sonrisas que se intuían bajo las mascarillas e ilusión en este centro que daba la bienvenida, de forma escalonada, a sus 500 alumnos. La alegría general que irradiaban los niños y las nuevas medidas de seguridad por la Covid-19 que han cambiado por completo el aspecto y el funcionamiento de los colegios marcaron el retorno de los más de 82.000 escolares a los centros de Educación Infantil, Primaria y Educación Especial de Granada.

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Pero el primer día del curso más difícil para todos también estuvo protagonizado por la polémica en torno a los protocolos de la Junta que siguen en el ojo del huracán de las críticas de sindicatos, asociaciones de padres o profesores por entender que no garantizan una vuelta segura.

La asistencia general a las aulas fue una de las pruebas de fuego superadas en el primer día. Ni el miedo al coronavirus mermó la presencia de alumnos de forma significativa ni la convocatoria de huelga de un sindicato hizo mella en el profesorado, según aseguró la Junta.

La primera de las cuatro jornadas de adaptación en los centros sirvió para probar, ya sobre el terreno, los protocolos de seguridad que han diseñado los directores durante dos meses. Se testaron las entradas escalonadas y profesores y alumnos empezaron a familiarizarse con los recreos sectorizados, los grupos burbuja, las mascarillas obligatorias dentro y fuera de clase, los lavados de manos continuos y el gel hidroalcohólico en los pupitres.

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En los colegios de la capital que IDEAL recorrió ayer –el Cristo de la Yedra, el Federico García Lorca y Fuentenueva– las entradas estuvieron bien organizadas y los niños fueron desfilando de forma ordenada hasta el interior de los recintos donde les esperaban sus profesores, de nuevo gel hidroalcohólico en mano. «Hay que evitar las aglomeraciones a toda costa, tienen que acostumbrarse a las distancias», señalaba Dimas Martín, director del Federico García Lorca, a la vez recibía con cariño a los pequeños.

«¡Qué mayores estáis, esto parece un instituto!», bromeaban los profesores que se afanaron por mostrar tranquilidad y su mejor cara ante los niños. No obstante, Martín, que también preside la asociación de directores de colegios de Granada volvía ayer a ser muy crítico con una administración que, a su juicio ha preparado el examen de la vuelta al cole como los malos estudiantes, a última hora y ha suspendido la gran asignatura pendiente de la pública: la bajada de ratios.

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La imagen de toda la clase de segundo de Primaria de la seño Patri, en el cole Fuentenueva, con los brazos abiertos para enseñar a medir la distancia de las filas en la nueva normalidad es todo un símbolo de la disciplina que mostraron los niños de forma general en esta primera jornada.

La salida

Los padres tenían prohibida la entrada a los recintos y cumplieron esta norma aunque fue inevitable la formación de grupos a las puertas. La salida de los colegios, en general fue un poco más caótica –también para el tráfico– y por redes sociales circulaban ayer imágenes de grupos de padres sin guardar la distancia social en la puertas de colegios de la capital. Para FAMPA Alhambra, fue uno de los los fallos que se deben pulir hoy mismo. «Necesitamos más Policía Local para regular las salidas y organizarlas, si es necesario que se ocupen las calles y se corte el tráfico», reivindicaba Rosa Funes, la presidenta de la Federación de Ampas.

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En cuanto a las incidencias, si son habituales en cada inicio de curso, en este año del coronavirus a la delegación de Educación se le multiplicaron los frentes de problemas. Entre ellos el de los padres que no llevaron a niños a clase en Las Gabias o Almuñécar como protesta por la falta de medidas de seguridad o los de Híjar, Güéjar Sierra y Cenes de la Vega que están en pie de guerra por unas clases masificadas que Educación se ha comprometido a investigar y resolver.

La valoración que la Junta de Andalucía hizo del primer día de colegio, no obstante, fue la de una jornada de «normalidad» en la que las estuvieron «bajo control». En el comunicado oficial, sólo citaron los casos de los colegios 'Nuestra Señora de Los Remedios' en Darro y 'El Pinar' en Pinos del Valle, que no pudieron comenzar ayer las clases. Los positivos de profesores han obligado a activar los protocolos covid-19 antes de empezar y «en ambos centros se ha suspendido la actividad educativa presencial hasta que lo determine la autoridad sanitaria».

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En el CEIP Nuestra Señora de las Angustias de Huétor Vega un positivo en el profesorado llevó también a la administración a tomar la decisión de realizar una incorporación escalonada por cursos hasta el 16 de septiembre.

Otro imprevisto que le estalló a la administración en el primer día de colegio fue la renuncia de una empresa concesionaria, que dejó sin servicio de comedor a 17 colegios de la capital.

Por otro lado, desde el sindicato CSIF apuntaron que los directores de muchos centros pidieron al profesorado interino que no se incorporara hasta que hoy tenga los resultados de los test. También en la Escuela Oficial de Idiomas de Granada, los 38 profesores empezaron en septiembre a hacer los exámenes sin prueba de coronavirus y siguen sin fecha para someterse a ese test, a pesar de que el centro permanece abierto desde el día 1.

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