La clínica clandestina de labios XXL que ganaba 4.000 euros al día y mandaba la ubicación a última hora
IDEAL ha podido saber más detalles sobre la investigación en la que se detuvo a una rusa de 29 años que cobraba unos 200 euros por tratamiento
Un detalle llamó la atención de los investigadores cuando terminaron el registro después de dos horas y se la llevaron detenida: la responsable de la ... clínica clandestina de labios bajó los plomos de la luz. Preguntada por si era algo que solía hacer, dio una respuesta poco convincente que les hizo sospechar de que no era la primera vez que los bajaba. Era, cuanto menos, preocupante, ya que se puede romper la cadena de frío, teniendo en cuenta que en el frigorífico guardaba los viales de ácido hialurónico que inyectaba a las clientas. La responsable del local, una mujer rusa de 29 años, fue detenida el miércoles de la semana pasada como presunta autora de delitos contra la salud pública e intrusismo profesional. No contaba con la formación necesaria para realizar este tipo de intervenciones y llevaba a cabo aumentos de labios sin ningún tipo de garantía médica ni control sanitario. El juez la dejó en libertad provisional.
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IDEAL ha podido saber más detalles sobre la investigación, llevada a cabo por la Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal de la Policía Nacional (UDEF) de la Policía Nacional de Granada. La Asociación de Medicina Estética de Granada les informó de la existencia de una clínica donde podían estar realizándose tratamientos fuera de la legalidad, momento en el que comenzaron las pesquisas. Había evidencias de intrusismo laboral.
La investigada se promocionaba en Instagram, donde cuenta con más de 14.000 seguidores. No figuraba ninguna dirección ni número de contacto. A priori no se podía saber ni siquiera si estaba en Granada, aunque el boca a boca permitía que aquellas que llegaban a la cuenta supieran que era «la rusa famosa que pinchaba labios» en la ciudad, según explican desde la Policía Nacional. Las clientas contactaban por mensaje privado y agendaban así su cita. «Les preguntaba cómo la habían encontrado y si venían recomendadas por alguien, necesitaba saber que eran de confianza. No les mandaba la ubicación hasta última hora», explican fuentes de la UDEF. Una de estas usuarias confirmó a este periódico que le costó encontrar el piso y, al llamarla, le dijo que no iba a bajar a por ella.
Cobraba en efectivo o por Bizum y pedía una señal por adelantado de 20 euros. El precio variaba según la oferta y la cantidad de veces que había atendido a la clienta, pero rondaba los 200 por tratamiento. También hacía descuentos si acudían dos personas juntas. «La mayoría de usuarias que estaban allí cuando realizamos la inspección comentaron que acudían una vez al año, otras, varias veces», añaden las mismas fuentes. Teniendo en cuenta que atendía a una clienta cada media hora durante toda la jornada, los ingresos diarios podían rondar perfectamente los 4.000 euros.
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La clínica estaba ubicada en un bloque del Centro de Granada, aunque no contaba con una cartelería específica, más allá de un pequeño letrero que decía 'Beauty' (belleza). Los agentes efectuaron el registro el pasado miércoles, 23 de julio, acompañados de personal de la Delegación Territorial de Salud y Consumo de la Junta de Andalucía. A priori, el piso tenía buena apariencia, con una pequeña sala de espera y una camilla oculta tras una cortina. Sin embargo, hallaron 34 cajas de viales de ácido hialurónico inyectable sin documentos de garantía sanitaria ni registro oficial. Muchos estaban abiertos y sin refrigerar o mezclados con barritas de chocolate, lo que va en contra de las normas de higiene que deben cumplir estos centros. Asimismo, ella no contaba con la titulación necesaria.
«Otro problema que nos comentaba la Asociación de Medicina Estética de Granada es que hay determinadas clientas que buscan hacerse cosas que un médico estético no recomienda ni lleva a cabo, como poner muchísimo ácido hialurónico. En esta clínica ponían más de lo normal», cuentan los investigadores, que han solicitado el bloqueo de la cuenta de Instagram, que continúa activa.
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De cara al futuro, en estos casos hay un tema que preocupa a los agentes, la itinerancia. En otras palabras, que la responsable de la clínica se marche a otra provincia a continuar su actividad, puesto que quedó en libertad provisional sin cargos y sin la interposición de medida cautelar alguna.
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