Cincuenta inquilinos de la pobreza habitan en condiciones infrahumanas en el Camino de Ronda
Piden una alternativa habitacional, mientras el Ayuntamiento continúa adelante con el desahucio pero ahora por la vía judicial y gastará 450.000 euros en demoler las naves
Sábado, 19 de diciembre 2020, 00:11
Stop Desahucios y más de medio centenar de personas han frustrado el desalojo de los inquilinos las naves abandonadas de Villapineda, junto al puente de ... Renfe en el Camino de Ronda. Los operarios municipales junto a los trabajadores de una empresa contratada para limpiar de basura y derribar estas naves se han tenido que marchar por carecer de orden judicial para ejecutar el desalojo de estas instalaciones. Los concejales de Podemos Elisa Cabrerizo yAntonio Cambril, así como el exedil de Izquierda Unida Manolo Morales se sumaron ayer a las protestas para evitar el citado desalojo.
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La desocupación del inmueble seguirá su curso, pero ahora por la vía judicial. Dentro de estas naves semiderruidas con techos de amianto duermen todas las noches una media de cincuenta personas, así ocurre desde hace más de cuatro años. No tienen luz, ni agua, ni lavabos. Sólo disponen de un techo y paredes para guarecerse del frío, es la estampa más cruel e inhumana del chabolismo. Tanto los ocupantes como Stop Desahucios y los ediles de Podemos ayer exigían una alternativa habitacional para que los inquilinos abandonen estas dependencias.
«Aquí viene mucha gente a dormir, unos llevamos más tiempo, otros menos. Malvivimos pero no tenemos otra cosa, por eso no podemos abandonar esto porque entonces lo único que nos queda es irnos a la calle a dormir bajo unos cartones», comentó ayer Virginia, una de las personas que han montado una chabola en una parte de la nave para dormir bajo techo. El chabolo de esta mujer tiene un somier que hace de puerta, dentro tiene las paredes forradas con cartones y papeles, un colchón mugriento, una pequeña hornilla de dos fuegos y algunas estampas religiosas adheridas a las paredes de cartón... una estancia que comparada con la del resto de inquilinos se podría considerar como una suite. Son los desheredados de la sociedad, el rostro humano de la pobreza.
«Si nos dan una alternativa nos vamos y si no, pues nos quedamos», apunta otro de los inquilinos.
El concejal de Servicios Sociales, José Antonio Huertas, asegura que para ofrecerles una alternativa lo primero que deben hacer es «contactar con los servicios sociales» y «hasta ahora sólo lo ha hecho una de las familias que vive en Villapineda». El edil asegura que «deben seguirse los protocolos establecidos».
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–¿Y qué tipo de solución habitacional se les puede ofrecer desde el Ayuntamiento?
«Nosotros tenemos las camas de albergues donde cada noche duermen 121 personas y además disponemos de una decena de viviendas sociales», apunta el edil. A ello hay que añadir que en estos momentos hay lista de espera en el Ayuntamiento de Granada para conseguir un recurso habitacional y sin contar las casi cien personas que cada noche pernoctan en las calles de Granada.
El expediente para demoler estas naves no tiene marcha atrás, según dijo ayer este concejal. De hecho, Urbanismo «ha gastado 450.000 euros» –según Huertas– en la contratación de una empresa para limpiar el solar y demoler las naves cuando el juez autorice la entrada de las máquinas y el desalojo del medio centenar de personas allí instaladas.
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La multipropiedad de esta finca urbana está en manos de bancos y promotoras inmobiliarias. Se trata de un solar donde finalmente se levantarán pisos a precios de oro, debido a la ubicación que tiene en pleno Camino de Ronda, junto al Estadio de la Juventud.
Médicos voluntarios
Salvador es un voluntario de Médicos Mundi que suele visitar a los inquilinos de este asentamiento chabolista. «Llevamos viniendo aquí más de tres años voluntarios de Médicos Mundi. Esta gente necesita la atención de los servicios sociales y una alternativa habitacional», pide. Por su lado, el edil de Servicios Sociales asegura que la UVI social del Ayuntamiento suele atender a la gente que habita en estas naves. «En su circuito habitual, incluyen este asentamiento».
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Hace una semana hubo un incendio en una de estas naves. El temor a que se reproduzca una tragedia como la ocurrida en Badalona la pasada semana donde murieron seis personas en una nave abandonada ha acelerado esta desahucio, que de momento se ha visto frustrado. Los inquilinos piden una solución al consistorio.
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