Las alumnas chilenas, en el taller Corpus Christi. J. M.

De Chile a Granada para bordar en oro andaluz

Un grupo de aprendices chilenas conoce las técnicas tradicionales del bordado cofrade en el taller Corpus Christi

Sábado, 9 de octubre 2021, 23:53

Bajo la dirección de Carolina Gana, un grupo de chilenas están aprendiendo a bordar en hilo de oro en nuestra ciudad. «La oportunidad surgió a ... través de Internet y las redes sociales cuando conocí a Juan Spitzley y su forma de trabajar. Yo tengo un taller de bordado llamado Rococó en el que trabajamos el bordado sobre tejidos y materiales de uso para moda y complementos pero tenía muchas ganas de adentrarme en el conocimiento de este tipo de trabajos y pude contactar con este maestro», cuenta a IDEAL la maestra que ha hecho posible que se haga realidad este deseo.

Publicidad

Desde hace ya dos años, antes de la pandemia, entraron en contacto ambos responsables de los talleres, el granadino y la chilena. «Hemos tenido que posponer el viaje en algunas ocasiones por culpa de los cierres de aeropuertos y demás circunstancias que se han dado durante estos 18 meses últimos por motivo de la pandemia, pero estamos disfrutando mucho de nuestra estancia en Granada y del aprendizaje en el taller de Juan Spitzley», cuenta Carolina Gana.

En el taller de Santiago de Chile, cincuenta mujeres bordan con técnicas similares a las cofrades, pero sin hilo de oro

El taller lo tiene en Santiago de Chile y la idea «es que se disfrute con el trabajo, que sea un aprendizaje que sirva de relax, de sosiego, de calma, reflexión y de relación entre las alumnas». «Trabajamos con todo tipo de materiales pero nos faltaban algunas técnicas que las teníamos que aprender en su lugar de origen, en Andalucía». Y por ello se han puesto en manos de uno de los bordadores conocidos del bordado cofrade andaluz, Juan Spitzley, de Granada. Llegaron a la ciudad hace unos días y ya están próximos a concluir esta primera etapa de su estancia andaluza.

Desde entonces han estado aprendiendo las técnicas, puntadas y materiales. Llegan al taller de la calle José Recuerda por la mañana y se centran en recibir los conocimientos del profesor de bordado.

Están calladas, muy silenciosas. Son seis alumnas que han podido hacer el viaje en esta primera semana y la siguiente marcharán a Sevilla, a otro taller de bordado, pero en esta ocasión para conocer las técnicas de los hilos y sedas aplicados a los mantones de manila.

Entre bromas y puntadas

«Son muy buenas alumnas y han aprendido bastante rápido en estos días y además dedican por la tarde a conocer la ciudad, nuestras costumbres, monumentos y tradiciones», cuenta Juan Spiztley mientras repasa las puntadas dadas con hilo de oro y las alumnas no levantan la mirada del bastidor salvo para alguna broma entre ellas y para recordar algo de lo vivido en estos días.

Publicidad

«Tienen ustedes una ciudad encantadora, preciosa y nos ha llamado mucho la atención la realización de los trabajos en hilo de oro y los diseños que parecen realmente de joyería, una delicia poder contemplar como salen espléndidas piezas para las imágenes y para las cofradías».

Ana María Solís, Manuela Tejada y Maured Chadwick están acompañadas por las dos Paulinas, Mingo y Salinas, y la profesora que va descubriendo en cada explicación de Spitzley un «nuevo motivo para saber todo lo que nos queda por aprender y por eso estamos ya preparando el próximo viaje. Estamos encantadas de estar en Granada y conocer todo este mundo del bordado a realce», señala Paulina Mingo, quitándose coquetamente las gafas para mirar a sus compañeras de bastidor.

Publicidad

Técnicas artesanales

En el taller de Santiago de Chile son cincuenta mujeres las que aprenden a realizar los bordados sobre diseños antiguos y nuevos, materiales y técnicas que se asemejan a las empleadas en los trabajos artesanales para las cofradías pero nunca habían empleado el hilo de oro para realizar bordados.

Ya incluso se han unido a este grupo de mujeres algunos hombres que quieren adentrarse en estos conocimientos y la destreza para practicarlos. No se dedican profesionalmente a este oficio pero «puede ser una salida muy interesante para la alumna que lo desee».

Publicidad

«La diferencia entre el bordado que nosotros realizamos y el que ellas conocen es sustancioso, sin embargo es cierto que existe cierto paralelismo en los tipos de puntadas. Es interesante conocerlas y para mí también es de alguna manera novedoso y aprovechable cuanto estoy conociendo de ellas», afirma a a IDEAL el bordador granadino que ejerce de anfitrión y que está «encantado con el interés que muestran y la agilidad con la que se adaptan a los patrones habituales del bordado cofrade».

En unos días marchan a la capital andaluza:«Nos vamos tan llenas de Granada que tenemos que reponer fuerzas y regresar de inmediato», casi que corean al unísono las primeras alumnas chilenas del taller granadino Corpus Christi. El hilo, las agujas y las puntadas las esperan para una segunda sesión de aprendizaje.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Suscríbete durante los 3 primeros meses por 1 €

Publicidad