Los otros castillos privados de Granada

Según las estadísticas de la Asociación de Amigos de los Castillos, una entidad de referencia en el estudio de este tipo de arquitectura en toda España, en la provincia hay restos de 332 recintos militares. Buena parte en estado ruinoso. En muchos tan solo quedan unos pocos sillares que se confunden con la propia orografía. Eso sí, todos tienen la catalogación de Bien de Interés Cultural (BIC) por ser fortificaciones defensivas con más de cien años antigüedad. Así reza en la Ley de Protección del Patrimonio Histórico de Andalucía.

De estas 332 referencias, tan solo hay cinco propiedad de particulares que presentan un estado de conservación aceptable. Ninguno, en cualquier caso, con los valores artísticos, históricos y paisajísticos de esa joya del Renacimiento llamada Castillo de la Calahorra, comprado por 6,5 millones de euros por la Diputación de Granada al Duque del Infantado. Los visitamos.

La Casa Grande de Padul, que se puede visitar los fines de semana, se construyó en el siglo XVII, en estilo barroco, sobre los restos de una casa fuerte con las características de una fortaleza. Fue restaurada en 1981. En el frontispicio hay una lápida que recuerda sus orígenes, vinculados a Martín Pérez de Aróstegui y Aguirre, el Viejo de Vergara, soldado de los Reyes Católicos que ganó fama en la defensa de los ataques moriscos del Valle de Lecrín en 1569.

El edificio, propiedad de José María Pérez de Herraste y Narváez, no cuenta con grandes alardes decorativos, aunque llama la atención por sus proporciones elegantes y fábrica equilibrada. Se enmarca en la tipología de Palacio de Asiento, en referencia a los bancos donde se sentaban los pobres que pedían alimentos. También destaca la elegancia de los remates puntiagudos.

La Alcazaba de Orce, también conocida como de las Siete Torres, es una fortaleza militar musulmana cuyos orígenes se remontan al siglo XI. Ha sufrido múltiples transformaciones. Pese a su titularidad privada, la regencia corresponde al Ayuntamiento, que no solo facilita la visita, sino que organiza eventos en su interior.

Su planta es de forma irregular y está conformada por una muralla alta rodeada de siete torres troncopiramidales. Sobresale su galería superior que comunica las atalayas.

Las primeras noticias sobre la Torre de Galera, también conocida como el Fortín de Velilla, aparecen en el dictamen de Bucareli de 1762 –se desconoce la fecha exacta de su construcción–. En el reglamento de Carlos III de 1764 se indicaba su dotación: dos cañones y una guarnición formada por un cabo y tres torreros, que tenían como misión defender el puerto y las calas contiguas hasta la punta de Velilla.

El fuerte tiene forma de pezuña, consta de dos plantas y en la parte superior presenta un parapeto.La entrada se realiza a media altura a través de una puerta lateral. No es visitable.

La Torre de la Alquería, también conocida como la Torre Mora de Salar, fue construida en el siglo XIII, en la época del reino nazarí de Granada. Su estructura ha sufrido múltiples reformas con el paso de los años, aunque todavía se conserva en perfecto estado la torre castillo. La Torre Mora se enclava en el mismo corazón de Salar.

La atalaya, que destaca por sus importantes dimensiones, cuenta con almenas, ventanas y saeteras. También sobresale el palacio adosado a ella, una casa nobiliaria que es conocida en el pueblo como el 'Castillo'. Fue la residencia de los Marqueses de Salar, descendientes del capitán Hernán Pérez. No es visitable.

El Castillo de Alhama, junto a la iglesia del Carmen y el Ayuntamiento, fue levantado sobre la alcazaba árabe.La historiografía lo sitúa como una fortaleza clave de la conquista de Granada por parte de los Reyes Católicos.

Fue remodelado entre finales del siglo XIX y principios del XX. Es un edificio fácilmente identificable porque está pintado de rojo. Tiene una superficie de 3.800 metros cuadrados.