Los casos se estabilizan en Granada y doce pueblos ya rozan la desescalada tras 15 días de cierres

No obstante, ayer había doce municipios que ya tocan con los dedos la desescalada después de llevar todo este periodo sometidos a cierres perimetrales o, en algunos casos, incluso a la suspensión de su actividad no esencial. Aunque tendrán que esperar al próximo lunes, que es cuando se celebra el siguiente comité de alertas tras cumplir los 14 días preceptivos, su situación es inmejorable para poder dar un alivio a sus vecinos. La mejoría más brusca la experimentan los municipios de Calicasas, Pórtugos y Fornes, que han podido controlar la epidemia de tal forma que están en condiciones de, no solo abrir los bares, sino también sus fronteras. A estos hay que añadir Benalúa de las Villas y Capileira, que se quedan con cierre perimetral.

Pasan de 1.000 casos a menos de 500 en apenas dos semanas. Del mismo modo sucede en Albuñuelas, Cortes y Graena, Dehesas de Guadix, Juviles, Quéntar, Moraleda de Zafayona o El Valle. En todos ya se está por debajo de los dos umbrales que la Junta establece para imponer las restricciones, por lo que sus vecinos podrán salir o entrar cuando los cambios se hagan efectivos.

Pero no solo en estos pueblos se está notando la ralentización de la incidencia acumulada. En la actualización de las medidas anticontagios fueron ayer mayoría los que mejoraron sus perspectivas. El virus solo hizo brincar al umbral más restrictivo a Loja, Zagra, Purullena y Nevada, uno de los pueblos que más ha empeorado su situación desde el anterior análisis del lunes. Todos ellos tendrán que suspender la actividad que no sea esencial. Asimismo, Cortes de Baza, Dólar, Güejar Sierra, Otívar, Pinos Genil o Fonelas se añaden a los que cierran sus accesos.

Mientras ellos suben, más de una veintena de municipios presentan bajadas importantes en su tasa y cuando cumplan 14 días podrán desescalar. Es el caso de Salobreña, Iznalloz, Huéneja, Campotéjar o Monachil, por poner solo algunos ejemplos de una evolución que empieza a ser la regla general de aquellos en los que las medidas han sido severas.

Existen casos además en los que se ha cortado una mala evolución que parecía cantada. Un ejemplo de ello es la capital, que mientras que el lunes acariciaba los 900 puntos y, por tanto, el mayor grado de restricciones autonómico, ayer se alejaba de esta posibilidad, al menos por el momento, después de bajar a 806 casos por cada 100.000 habitantes. Otros municipios grandes como Guadix o Santa Fe también llevan días en el alambre, si bien mantienen una tasa que es alta, pero en la que le permite alejar el cierre de sus sectores no esenciales.

Tras el último recuento de la Consejería de Salud yFamilias, la incidencia acumulada de contagios de la provincia descendió ayer a 843 casos por cada 100.000 habitantes, cuando el lunes era de 887. Aunque las tasas son aún muy elevadas, los últimos datos invitan al optimismo al menos en cuanto a la expansión de la pandemia. El problema ahora se ha trasladado de la calle a los hospitales. En los complejos sanitarios de la provincia la situación es muy comprometida. Cada día más, tanto en el nivel de ingresados en 'planta' como en la UCI. Según los últimos datos hechos públicos, hay ya 576 personas con covid-19 ingresadas en Granada, de las que 108 son pacientes críticos.

Es precisamente la ocupación en UCI la que más preocupa. En tan solo una semana ha pulverizado las previsiones que había hecho la Junta de Andalucía en el plan 4.500 y ya va encaminada hacia el pico de la pandemia, que de seguir esta previsión podría alcanzarse a finales de la semana que viene. El problema de todo esto es que tiene una derivada fatal que es la muerte. Son muchas las personas que entran en la UCI pero que no salen de ella. Ayer mismo se notificaron otras once muertes más en Granada, que hacen ya un total de 1.200 desde el inicio de esta crisis sanitaria, unas cifras que dan pavor y que emborronan cualquier estabilización que pueda venir en los próximos días.