En Cartagena piden el cierre de su campamento temporal sin saber dónde están los inmigrantes

La alcaldesa de Cartagena, Noelia Arroyo, indicó al Gobierno que el campamento está muy por encima de su capacidad, pues se instaló para 600 personas y ahora hay 750. Además, apuntó que en estos meses ya han salido más de 700 migrantes del campamento y que no tienen información sobre su destino, si necesitan ayuda o si habían abandonado Cartagena.

Este campamento se empezó a gestionar en octubre y también movilizó vecinos que recogieron firmas para intentar frenarlo sin éxito. El Ministerio de Migraciones ha decidido mantener abierto este campamento situado en unas antiguas instalaciones de un hospital naval hasta el 31 de julio.

Da la casualidad que en los papeles entregados por Tragsa, las obras del nuevo campamento de inmigrantes en Granada, en la Base Aérea de Armilla, tenían un periodo de ejecución de cuatro meses: hasta el 31 de julio.

En el campamento de Alcalá de Henares la polémica va mucho más allá. La controversia comenzó a raíz de la llegada de 1.200 migrantes a Alcalá procedentes de Canarias. La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, dijo que desde entonces en el municipio madrileño se habían producido «varias reyertas», «algunas agresiones sexuales», «peleas dentro y fuera del centro» y «un brote de sarna».

El delegado del Gobierno respondió que no había «ninguna investigación por agresión sexual» que tenga que ver con los migrantes de Alcalá. Además, reprobó que Ayuso mezclara «migración con inseguridad».