Cariñosa acogida al nuevo pastor de nuestra Iglesia

Mucha gente acudió a una Catedral donde el rito de la ceremonia albergaba a una amplísima representación de la autoridad eclesiástica con caras muy conocidas como el cardenal emérito Ricardo Blázquez, el cardenal Antonio Cañizares y los obispos de Getafe, Ginés Beltrán y de Guadix, Francisco Jesus Orozco.

Presidió la celebración el actual arzobispo, Francisco Javier Martínez, que lo seguirá siendo hasta que renuncie por edad –el próximo mes de diciembre- y Su Santidad lo acepte. Así es la norma eclesiástica.

Fue don Javier quien, en la homilia, dio la bienvenida a quien, a partir de ahora, va a ser «una gran ayuda». No evitó ningún tema, incluso el que haya quien quiera ver tras cosas en esta incorporación.

José María Gil Tamayo se siente orgulloso de ser sacerdote, y periodista. Pacense de nacimiento (de Zalamea la Real) se ordenó en el año 80.

Fue durante trece años director del Secretariado de la comisión de Medios de Comunicación Social y, tras su licenciatura en periodismo, ha sido profesor de estas materias en distintos ámbitos.

Tiene una emotiva vinculación con Granada, concretamente con Churriana de la Vega localidad natal del arzobispo emérito de Badajoz, Antonio Montero que «ha sido y es mi maestro». Tanto, que no ha dudado en afirmar que, gracias a él, surgió su vocación periodística. José María Gil pasó muchas horas con monseñor Montero, «recorriendo pueblos» -nueve años muy intensos- y confiesa del arzobispo chirría eso que «su magisterio lo ejerció en las redacciones, sabiendo armonizar el ministerio episcopal con su vocación como comunicador».

No ha sido un año fácil para nuestro nuevo Pastor. Perdió a su mentor un mes antes (falleció el 16 de junio de este año), de que el papa Francisco le nombrara arzobispo coadjutor de Granada. Sí conoció la noticia su madre, que no ha podido disfrutar de su toma de posesion. Doña Isabel falleció en agosto .

Si estaba su hermano Diego y otros familiares como sus primos Pascasio y María Dolores que acudió con su marido Juan Antonio Paredes y su hijo José Miguel a los que estuve saludando.

Desde Ávila, donde ha estado ejerciendo como obispo hasta su nombramiento, vinieron a acompañarle el alcalde, Jesus Manuel Sánchez y Javier Ajates, que también es de la Corporación, y a los que estuvo saludando Francisco Cuenca, como representante de la ciudad de Grabada, a la que igualmente se trasladó la rectora de la Universid Católica de Ávila, María Rosario Sáez, junto a Lydia Jimenes, del Consejo Directivo.

En primera fila, la hermana de don Javier, Pilar Martínez, y Marisol Diez, Donatella Mansi y mi querida Marivall.

Todas las instituciones estuvieron representadas dese la Junta de Anlucia a la Audiencia Provincial; Diptacion, fuerzas Armadas, Cuerpos y Fuerzss de Seguridad del Estado; hermandades y cofradías y muchas asociaciones y colectivos. Y muchas personas que, de forma anónima, también quisieron estar.