Un camionero granadino, atascado más de 24 horas por el GPS: «Temía que se cayera el muro»
El transportista se encontraba de regreso a La Zubia a la altura de Pamplona cuando el geolocalizador le condujo hasta Etuláin, una trampa para vehículos de grandes dimensiones
Un camionero granadino ha pasado más de 24 horas atascado en una pequeña aldea de Navarra a causa de un fallo del GPS. A la ... altura del kilómetro 18 de la carretera que une Francia con Pamplona, sobre las 11.00 horas del miércoles 30 de noviembre, el geolocalizador le pidió que siguiera su ruta por Etuláin, una localidad de 28 habitantes. Tras callejear por el municipio, el camión no pudo superar una curva extremadamente cerrada y quedó obstruido hasta la mañana de este jueves.
Publicidad
Noticia Relacionada
Clausuran un club de cannabis en la calle Arabial y detienen a tres personas
«Nunca había tomado ese camino, pero pensé que serviría para evitar un tramo de múltiples rotondas que siempre me topo cuando vuelvo de Pamplona», explica Guillermo, el transportista granadino que ha resultado atascado, a IDEAL. «Sin embargo, desde que accedí a la aldea me di cuenta de que la carretera era muy estrecha. Intenté abandonarla, pero no pude tomar una curva muy pronunciada y me quedé atascado».
Tuvo que frenar el camión en pendiente ascendente para no salirse de la vía y colisionar con las viviendas colindantes. Al contar con todo el peso al final del tráiler, el vehículo patinó hasta quedar obstruido entre dos muros. «He pasado muchos nervios. Tenía miedo de que la tapia se me derrumbara encima del camión», añade el camionero de 64 años. Natural de La Zubia, el transportista no avisó de lo ocurrido a su familia, que lo esperaba en casa este mediodía tras su viaje hasta Burdeos. «No quería preocuparles por mi situación, porque a mí no me ha ocurrido nada. Tendrán que esperarme un día más».
Después de dar parte al seguro, una grúa se presentó a las pocas horas en el lugar de lo sucedido para desatrapar al camionero. Sin embargo, el gran tonelaje del camión lo hizo imposible. Guillermo permaneció toda la noche en el interior del vehículo tratando de apaciguar su nerviosismo. «No probé bocado. Tenía otras cosas en mente más importantes que el hambre. Por suerte, mi camión está muy bien acondicionado y no pasé frío. Además, los vecinos del pueblo me trajeron café. Se han portado muy bien conmigo», reconoce.
Publicidad
Fin de la pesadilla
Sobre el mediodía de este jueves, una grúa de mayores dimensiones ha acudido al rescate del granadino. Ha resuelto la obstrucción sin causar daños en las viviendas, el propio vehículo ni, por supuesto, en el propio Guillermo. Con un día de retraso, el camionero ha puesto rumbo a casa. «Esta tarde llegaré a Madrid y descansaré. Mañana viernes llegaré a La Zubia para comer. Sigo sin hambre, así que me tomaré un par de cervezas para rebajar la tensión», bromea Guillermo. Fin a la pesadilla más de 24 horas después.
Suscríbete durante los 3 primeros meses por 1 €
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión