El secretario general de UGT Granada, Juan Francisco Martín. Pepe Marín
Juan Francisco Martín (secretario general UGT Granada)

«No todo el camino es llano pero en Granada estamos llegando a acuerdos con las empresas«

La dimisión de su líder, por jubilación, abre un proceso de relevo tranquilo en el sindicato

Miércoles, 15 de marzo 2023, 00:24

Tras una vida dedicada al sindicalismo en UGT y siete año como su líder en Granada, Juan Francisco Martín (Ugíjar,1955), maestro de Educación Especial ... entiende que es hora de jubilarse y dar un paso atrás para que otros compañeros cojan las riendas de la primera fuerza sindical en la provincia. Su dimisión, meditada y consensuada en el seno de UGT, ha abierto un proceso de relevo «tranquilo» que culminará este jueves 16 de marzo con la votación del nuevo líder provincial en un comité extraordinario.

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-¿Qué balance hace de su etapa al frente de UGT Granada?

-Entiendo que ha sido un balance positivo, terminamos 2022 siendo la primera fuerza sindical en la provincia de Granada, tanto en los procesos del año 2022 como en el cómputo del cuatrienio 2019-2022. Por otra parte, estamos cerrando convenios colectivos que afectan a miles de trabajadores de la provincia, con las repercusiones que ello lleva.

-¿Qué le ha hecho sentirse más orgulloso en esta etapa?

-Son muchas las cosas y situaciones de las que sentirme orgulloso, si tengo que destacar alguna fue sin duda la dedicación y entereza que han tenido los cuadros sindicales, delegados y delegadas sindicales de este sindicato durante el periodo de pandemia en la que estaban las 24 horas a disposición de los trabajadores y trabajadoras de Granada para solucionar los problemas que se les planteaba y negociando con las empresas los ERTE para que fueran lo más beneficios para los trabajadores y trabajadoras.

También destaco haber liderado una etapa en la que tras la fusión de las federaciones provinciales en tres el clima de cooperación de estas con la ejecutiva de la unión provincial ha sido total. Al igual que, sin dejar de lado nuestras reivindicaciones laborales, hemos tenido siempre un punto de encuentro y cordialidad con la patronal y las instituciones de la provincia.

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-¿Y qué espina le queda clavada?

-Sin duda la espina clavada son esos ochenta trabajadores y trabajadoras que se han dejado la vida en el tajo por accidente laboral desde 2016, me queda la pena de no haber podido arrancar de las administraciones y empresarios ese compromiso de invertir más en la prevención de riesgos laborales, con más información, más formación, más campañas de sensibilización, mas mano dura con los incumplidores en materia de prevención... Sin duda muchas de esas muertes se podrían haber evitado.

-¿Qué momento vive UGT en Granada? ¿Se podrá hacer un relevo tranquilo con consenso interno?

-UGT vive un momento estupendo, tenemos en torno a 14.000 afiliados, hemos terminado el año y el cuatrienio siendo la primera fuerza sindical, con el reto para este año electoral en las administraciones públicas de revalidar esa mayoría. Seguro que mi sucesor o sucesora pondrá toda la carne el asador para seguir liderando esta representación. Y sin duda el relevo es tranquilo y consensuado, mi dimisión no obedece más que comenzar una nueva etapa en mi vida que es la jubilación y dar paso a compañeros y compañeras que vienen con energías renovadas para seguir el proyecto del sindicalismo de clase de UGT.

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«Me duelen las 80 muertes en accidentes laborales, algunas se podrían haber evitado»

Juan Francisco Martín

-¿El sindicalismo tiene buena salud en las empresas granadinas?

-Por supuesto, sin dejar de reivindicar derechos laborales, la negociación por parte de nuestros delegados y delegadas en las empresas es activa y está dando sus frutos, tanto en con las administraciones públicas en forma de acuerdos y convenios colectivos, convenios de empresa -destaco aquí el reciente convenio colectivo firmado en la Clínica Inmaculada HLA- así como en la actividad sectorial provincial con la firma de convenios colectivos de ámbito sectorial. Prueba de ello ha sido la firma hace unas semanas del convenio de oficina y despachos, la próxima firma de tablas salariales y calendario laboral del convenio del Manipulado y las negociaciones que estamos llevando en el convenio de hostelería y del campo.

-En 2021 cuando Ricardo Flores se despedía de la secretaría general de CC OO dejó este titular: «Me voy sin haber conseguido objetivos en común con los empresarios». Ahora, sin embargo, parece que viven una etapa muy distinta, ¿cuál es su sensación?

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-En líneas generales se puede decir que la colaboración y la búsqueda de puntos de encuentro en los grandes temas que afectan a la ciudad de Granada ha sido mutua, pongo por ejemplo el plan de reconstrucción de la economía granadina tras la pandemia, el pacto por Granada y la apuesta porque lidere proyectos de Inteligencia Artificial, la mesa por el ferrocarril, la mesa por el cambio climático, la mesa provincial para revertir la despoblación en Granada, el acelerador de partículas y últimamente la apuesta unánime de todos para acoger la Agencia Española de Salud Pública... En todas ellas hemos aunado intereses y objetivos conjuntos. Si bien es cierto que en la declaración de Granada como Zona de Afluencia Turística que conlleva la liberalización del comercio tenemos los intereses enfrentados y nos posicionamos junto con otras instituciones y organismos en contra.

-¿Están encontrando también colaboración con el empresariado granadino a la hora de negociar los convenios pendientes y pactar subidas salariales?

-La verdad que, desde el punto de vista de la confrontación de intereses que por naturaleza se le atribuye al empresario frente al trabajador, en estos últimos tiempos estamos viendo la necesidad de buscar un punto de encuentro entre empresarios y sindicatos que evite la conflictividad social y consolide la paz social en el ámbito de la empresa, necesaria para afrontar un crecimiento empresarial que a su vez repercuta en el reparto de beneficios en forma de subidas salariales y mejoras laborales en los trabajadores y trabajadoras de Granada. Desde UGT vemos esa sensibilidad. No todo el camino es llano, hay baches que cuesta sortear, pero en general estamos llegando a acuerdos satisfactorios. Si bien es cierto que echamos de menos un pacto de rentas que de uniformidad a la negociación colectiva.

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-Hace unos días el líder nacional de UGT, Pepe Álvarez, abría la caja de los truenos al plantear a posibilidad de que se pueda retirar un subsidio al demandante que rechace una oferta de trabajo, ¿cuál es su opinión?

-Como bien ha dejado claro Pepe Álvarez, esas palabras son una simplificación de una intervención de más de hora y media en un medio de comunicación debatiendo los problemas que tienen los desempleados. Esas palabras fueron sacadas de contexto, el problema de las prestaciones de desempleo es que son muy inferiores a la media europea y las condiciones para acceder a ellas son mucho más complicadas, es por lo que hay más de un 40% de desempleados que no cobran ninguna prestación. Ahora bien, si a una persona que está cobrando una prestación por desempleo se le forma y se le oferta un puesto que rechaza, habrá que ver qué es lo que falla: pueden ser las condiciones laborales del puesto o las condiciones personales de esa persona, ya sean familiares u otros factores los que motiven ese rechazo. Nadie quiere estar en las colas esperando a recibir una bolsa de alimentos o una plaza en un comedor social, porque con las actuales prestaciones por desempleo, ya sean contributivas o no, avocan al desempleado a la miseria.

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«Las prestaciones actuales abocan al desempleado a la miseria»

Juan Francisco Martín (UGT)

-Pero en el campo, la construcción o la hostelería hay empresarios que no encuentran trabajadores ¿qué está fallando?

En el sector del campo el problema es tan sencillo como que a falta de convenio colectivo en vigor, los empresarios no quieren pagar el salario mínimo interprofesional. En la construcción el problema está en la mano de obra especializada, después de la fuga de profesionales en la crisis del ladrillo es difícil encontrar trabajadores cualificados, pero es un sector que se está afianzando. En cuanto al sector de hostelería, la precariedad y las jornadas interminables no remuneradas la mayoría de las veces hace que los trabajadores fluctúen mucho y sean trabajadores de paso, estudiantes y trabajadores que están buscando una ocupación más estable.

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