Las claves para que la investigación llegue a la sociedad

Marta Eugenia Alarcón Riquelme, directora del área de Medicina genómica en el Centro de Genómica e Investigaciones Oncológicas (Genyo); Olga Genilloud, directora científica de la Fundación Medina; Elena González-Rey, investigadora en el Instituto de Parasitología y Biomedicina López Neyra del CSIC; y Germaine Escames, catedrática de Fisiología de la Universidad de Granada (UGR), son cuatro investigadoras con trabajos que repercuten en la sociedad, concretamente en el ámbito sanitario. No es fácil, pero sus investigaciones, desde la Ciencia básica hasta la práctica, tienen respaldo económico público y privado. No obstante, admiten que aún quedan muchos muros que derribar para que se incremente la inversión y tanto lo público como lo privado vayan de la mano en diferentes canales. Falta inversión.

La transferencia es una de las palabra clave para muchos. Riquelme añadió la necesidad de la generación de conocimiento. La autoinmunidad es su campo de investigación. Coordina proyectos europeos, el último 3TR, que es una continuación de Precisesads. Es una iniciativa sobre medicamentos innovadores. Explicó que es un problema que se piense que cuando acaba el proyecto- el tiempo que se da si son tres, cuatro o los años que sea- se termina. «No es así. ¿Tiro a la basura lo que tengo? No», reclamó. Ella consigue financiación europea –el último está cifrado con la inversión pública y privada en 80 millones de euros para siete años-, pero alerta que «no es fácil». «En tres meses dormí cuatro horas por noche», describió.

De financiación habló también Genilloud que describió las colaboraciones de la Fundación y de la necesidad de la traslación de los descubrimientos para que no queden aislados en el laboratorio.

González-Rey describió las diferentes acciones a través de las cuales se puede llevar a cabo transferencia. Puso ejemplos de cómo su grupo, que hace investigación básica, ha participado en trabajos sobre enfermedades como el parkinson o la esclerosis múltiple. Asesoría científica, patentes o contratos con empresas dan resultados que esperan que poco a poco vayan avanzando y sumando nuevos productos.

En el caso de Germaine Escames su investigación ha dado lugar a una empresa de proyección internacional. La investigación en melatonina –en ello lleva unas tres décadas- ha permitido, de momento, un gel para la mucositis y unas cremas con base científica. En el primer caso participan en el ensayo clínico pacientes de varios hospitales españoles. El camino no fue fácil. Para llegar hasta aquí obtuvo financiación pública y privada en los dos proyectos. La crema dio lugar a una spin-off, una empresa que ahora está en varios países y comercializa diferentes productos.

«Cuando me hablaron de plan de negocio cuando fui a la OTRI, que me ayudaron mucho, no tenía ni idea», contó Escames. Llevó un tiempo y superar las barreras de financiación, las limitaciones legales y todo tipo de trabas, pero en noviembre de 2014 se pusieron en marcha. Sus inversores llegaron de Cataluña y de los invernaderos de Almería. De Granada, nada. En la actualidad está en Chile, Italia, entre otros países, y en expansión. La empresa no deja de crecer.

Escames criticó el déficit en financiación pública en investigación en España. «Tampoco hay mucha inversión privada», añadió. Fue igual de directa en la necesidad de desmitificar que los empresarios son malos. «Hay que negociar con ellos», dijo. En esto coincidieron parte de los asistentes al desayuno informativo con responsabilidades en diferentes instituciones públicas. Para algunos de los participantes «lo ideal es complementarse».

Encima de la mesa se puso, también, la necesidad de eliminar las trabas burocráticas a las que deben enfrentarse los investigadores. Escames lo ha vivido directamente y dijo claramente que «la legislación no nos ayuda nada». Argumentó: «Yo he montado una empresa para ganar dinero, no he montado una ONG». Riquelme y Escames apuntaron que esto no ocurre en otros países como Estados Unidos o Suecia que ofrecen todo tipo de facilidades a los investigadores para saltar al 'mundo empresarial'. En la Universidad tampoco les enseñan a ser empresarios.

Para ello es necesario cambiar la ley y fomentar este cambio cultural. Pedro Mercado, vicerrector de Política Institucional y Planificación de la UGR, que estuvo en el desayuno, lamentó que los últimos diez años han sido una tragedia en inversión en investigación «y lo vamos a pagar caro». El déficit es crónico, pero la falta de dinero con los recortes empeoró. Asimismo, habló de la necesidad de cambiar la ley para facilitar la transferencia.

El apoyo en la gestión del papeleo es una de las cuestiones a mejorar. Riquelme describió como un tablero de ajedrez lo que tiene que ir haciendo en la gestión de los proyectos de una manera constante. Eso les requiere mucho tiempo que no pueden dedicar al laboratorio. Por eso, apuntaron a la necesidad de una red de conocimiento profesionalizada con especialistas para realizar estos trabajos más burocráticos.

Riquelme defendió, además, que la investigación no puede estar condicionada a lo que requiere el mercado. Insistió en la generación del conocimiento.

González-Rey destacó que transferencia también es formar a los futuros investigadores. Por su parte, Riquelme habló de los puestos de trabajo que crea la investigación. En su opinión en una ciudad como Granada si se piensa como inversión podrían ser muchos más puestos tanto a corto, medio como largo plazo.

Escames tras exponer su trayectoria subrayó que «nuestra profesión no es una profesión, es un estilo de vida». Su moraleja tras su exposición fue que si se lucha por tu proyecto se «consigue sí o sí». González-Rey dijo que investigar es sacrificado, pero es una ventura por la que apuesta. Agradeció el trabajo de sus compañeros de equipo. Marta Riquelme también lo hizo en una fotografía que proyectó.

En el desayuno participaron la directora de la Fundación Parque Tecnológico de la Salud, Ana Agudo; Carmen Delia Vicente Moreno, vocal del comité ejecutivo de la Cámara de Comercio de Granada; y la subdirectora de IDEAL, Elena de Miguel. Vicente destacó que el crecimiento económico «llega desde el talento». De Miguel habló de las investigadoras como cuatro ejemplos de talento. Asimismo, se refirió al objetivo de alcanzar el 2% del PIB en el 2020 en investigación como se ha indicado desde diferentes estamentos.

Con el lema del instituto de Parasitología González-Rey explicó que hace con su grupo Ciencia básica, pero que tiene una mirada traslacional –beneficio en el paciente, simplificando-. Investiga para comprender el sistema inmunológico. Lo hace a través de células madre (mesenquimales) y de los neuropéptidos y qué función cumplen en diferentes enfermedades, entre ellas el parkinson o la esclerosis múltiple.

Es autora de más de noventa publicaciones en revistas internacionales especializadas y de cuatro patentes. En el Instituto de Parasitología y Biomedicina López Neyra de Granada dirige el grupo 'Inmunoregulación en enfermedades infecciosas, inflamatorias y neurodegenerativas'.

Esta científica ha trabajado siempre en cuestiones relacionadas con la autoinmunidad. Entre un 5 y un 7% de las enfermedades se consideran autoinmunes. Han desarrollado su trabajo en varios países. Desde 2010 es la directora del área de Medicina genómica en el Genyo. Ya en su tesis analizó los modelos murinos de lupus eritematoso sistémico. Después ha desarrollado y coordinado proyectos de gran envergadura relacionados con el lupus y otras enfermedades.

Ahora coordina desde Granada un proyecto europeo, cuya financiación asciende a 80 millones de euros –públicos cuarenta millones- en siete años, en el que investigan sobre enfermedad autoinmune sistémica con cambios detectables en las firmas moleculares del individuo en enfermedades como la artritis reumatoide y el lupus eritematoso sistémico. Dijo que la academia es complicada y defiéndela generación del conocimiento de los investigadores y sus importantes aportaciones.

La melatonina, la molécula que regula el sueño, ha cobrado otras funciones en las investigaciones desarrolladas por Germaine Escames. Ciencia que ha dado lugar a un gel y varias cremas y la puesta en marcha de una spin-off y a varias patentes.

La empresa, que puso en marcha, cuenta en la actualidad con una proyección internacional destacada y un crecimiento anual constante. Los estudios de los efectos adversos de la radio y quimioterapia y el papel que puede jugar la melatonina han dado su fruto. En la investigación participan enfermos de diferentes hospitales del territorio nacional. Aseguró que su empresa es diferente porque se apoya en la investigación. Escames echa en falta mayor inversión en España en investigación.

Desde el más mínimo detalle hasta la farmacia. Cuenta con más de 25 años de amplia experiencia en el descubrimiento de nuevas moléculas pequeñas derivadas de productos naturales microbianos tanto en el ámbito académico (Hospital Ramón y Cajal (España) y Harvard Medical School, Boston) y en el sector farmacéutico (MSD, como líder del grupo Bacterial discovery).Tiene más de 90 publicaciones y capítulos de libros, y es inventora en 18 patentes.

En su participación en el desayuno habló de las investigaciones que se desarrollan en la Fundación Medina donde es directora científica y jefa del departamento de Microbiología. Sus principales intereses de investigación se centran en el descubrimiento de productos naturales microbianos novedosos y el desarrollo de herramientas moleculares y químicas para apoyar el descubrimiento de fármacos de productos naturales y la identificación de potenciales nuevas terapias. Enfermedades infecciosas y oncológicas son algunas en las que se centran sus líneas de trabajo.