La cadena de favores de los notarios
Academia gratuita en Granada ·
Los notarios saldan su deuda de gratitud con quiénes les prepararon para superar las oposiciones más duras de España enseñando sin cobrar a los nuevos aspirantesTodo el que alguna vez fue estudiante rememora años después, en sueños, el momento de los exámenes. Pero para un aspirante a notario que tras ... superar una carrera universitaria dura tiene que pasar siete años más –con suerte– estudiando una media de entre diez y doce horas diarias para jugárselo todo a una carta, lo del examen es algo más que una pesadilla recurrente.
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Para enfrentarse a unas de las oposiciones más duras de España, los aspirantes a Notaría necesitan la figura clave del preparador, notarios en ejercicio que en Granada –seguro que muchos no lo sabían– forman a los opositores de manera totalmente gratuita. El motor de la academia del Colegio de Notarios de Andalucía Oriental, con sede en Granada, es una particular cadena de favores donde no se mueve dinero. El que logra convertirse en notario salda su deuda de gratitud no directamente con la persona que a él le enseñó sino haciendo de profesor para los siguientes opositores que lo necesitan. 23 notarios en ejercicio son profesores de forma altruista en esta escuela granadina de notarios.
Uno de ellos es Emilio García Alemany, notario de Pinos Puente, que recuerda que empezó a prepararse las oposiciones en el año 95. Empezó pagando 25.000 pesetas mensuales por la formación pero justo ese año, el Colegio relanzó su academia y la convirtió en gratuita implantando este generoso modelo que siguen también la mayoría de colegios de España. «Mis preparadores fueron excepcionales, trabajaron conmigo durante seis años, entre ellos Juan Antonio López Frías. Me dijo lo único que te pido si lo consigues es que te sumes a la cadena y ayudes a futuros compañeros». Y Emilio empeñó su palabra. Logró ser notario y veinte años después, aunque su deuda de gratitud está más que saldada, sigue preparando a opositores porque no ve el momento de desengancharse de la cadena, ya que en Granada siempre hacen falta profesores.
El faro
Al estar las plazas de notaría de la provincia cotizadas, los nuevos notarios tienen que marcharse fuera y muchos tardan en volver, por lo que no pueden ejercer inmediatamente de profesores. Es el caso de Helga Téllez, que tuvo su primer destino en Extremadura, pero en cuanto puso un pie en Granada –lleva tres años como notaría de Montefrío– tenía clarísimo que iba a saldar la deuda moral que contrajo con quienes le ayudaron a prepararse, entre ellos Emilio García Alemany.
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«El preparador es el faro del opositor, ejercer ahora de profesores nos sirve también para mantenernos al día y obligarnos a investigar», asegura la notaria.
Elga y Emilio cuentan que los notarios que tienen más recientes las oposiciones son los mejores profesores de teóricos «porque las tienen más frescas» mientras que la preparación del ejercicio práctico es territorio exclusivo de los profesionales con más años de experiencia. El crack granadino en este campo es Luis Rojas Martínez del Mármol, notario desde hace 25 años y responsable también de la academia de notarios de Granada. «Lo buscan opositores de toda España para que les prepare», aseguran Elga y Emilio de su colega, especialista en entrenar a los aspirantes para enfrentarse a la bestia negra del práctico, el último y más temido de los tres exámenes.
Luis se resta mérito pero sus resultados excepcionales le avalan: 150 opositores han logrado ser notarios con su ayuda en estos años. Lo de la Notaría en casa de los Rojas es prácticamente una cuestión genética. Luis es hijo, nieto, sobrino, primo y hermano de notarios. Desde que tuvo uso de razón, sabía que él también iba a dar fe y siempre despuntó en el práctico. Aunque apenas tardó tres años en aprobar, cuenta que cuando le tocó su día, hizo «fatal» el dictamen. «Llevaba muy buenos números y me relajé. Para mitigar mi pecado los sigo preparando», bromea entre risas de sus compañeros.
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El notario defiende, que al contrario de lo que se puede pensar, no se trata de unas oposiciones exclusivamente memorísticas. «La memoria sin entendimiento no sirve, tienes que tener absolutamente asimilados los conocimientos para saber resolver cuestiones jurídicas», explica. Su experiencia le dice que no siempre los alumnos que más conocimientos jurídicos atesoran son los que se llevan el gato al agua. Pone el ejemplo de un futbolista profesional, Borja Criado, al que preparó y hoy es notario en Barcelona. «Su mentalidad competitiva fue clave para enfrentarse a la oposición», apunta.
Los tres profesores están orgullosos de los resultados de Granada –en la última oposición lograron 14 notarios– y aseguran que no les pesa en absoluto dar clases gratis. «Lo que pesa no es el tiempo que le dedicas sino la responsabilidad que asumes», resume Luis Rojas.
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Son conscientes de que también, en parte, en sus manos está el destino de personas que hipotecan muchos años de sus vidas y que no siempre obtienen la recompensa. «Tu familia te apoya muchísimo, pero solo el que ha pasado por aquí sabe lo que es ésto, por eso son tan importantes nuestros preparadores», comenta Ana Fernández Palacio, de 28 años, alumna de la academia desde hace seis años. «Sientes como si tu vida se hubiera congelado. Los amigos se casan, salen... y tú estás estudiando en una habitación», relata.
Los preparadores empatizan y aunque tienen que buscar el «equilibrio» entre generar confianza y a la vez conseguir que el alumno de lo máximo de si mismo, son el gran apoyo no solo docente sino psicólogico. Como concluye Emilio: «Se crea una relación tan intensa que ya somos familia y amigos para siempre».
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