El cabecilla de los trinitarios era buscado por un homicidio en tentativa en Granada el año pasado
Fue detenido en Holanda la semana pasada junto al número dos de la célula y serán extraditados a España; la Policía arrestó a otras nueve personas en Granada
La Policía Nacional desmanteló en Granada la semana pasada una célula criminal de Trinitarios, autodenominado el 'coro 717', siendo la primera vez que cae una ... banda latina de estas características en Granada. Se les atribuyen numerosos delitos violentos, tráfico de estupefacientes y centenares de estafas informáticas que llevaban a cabo para financiarse. Según ha podido saber este periódico, el cabecilla, el más peligroso de la banda -que fue arrestado en Holanda-, tenía una orden internacional de detención por ser el presunto autor de un homicidio en grado de tentativa cometido el pasado año en Granada. Este ataque no tendría nada que ver con la banda en sí, ya que fue motivado por otras causas ajenas a la organización.
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La operación se ha desarrollado conjuntamente en España y Holanda y junto al líder de la organización también fue detenido el segundo lugarteniente. Según fuentes judiciales consultadas por IDEAL, hay acuerdo de extradición por cooperación judicial europea, por lo que previsiblemente esta semana ambos serán trasladados a España para ser puestos a disposición judicial. El resto de arrestados en Granada, que ascienden a nueve, se encuentran en prisión provisional desde el pasado sábado, según decretó el juzgado de Instrucción número 3, en funciones de guardia. El que lleva las diligencias previas del caso, el de Instrucción número 8, deberá ratificar la resolución en los próximos días.
Es la primera vez que cae una banda latina de estas características en Granada
La operación es de gran relevancia, al ser la primera vez que cae una banda latina de estas características en la provincia. La célula estaba presuntamente formada por jóvenes violentos que basaban parte de su financiación en la realización de estafas y fraudes informáticos, con las que obtenían un beneficio de miles de euros. Este grupo violento organizado, de carácter juvenil y latino, también basaba supuestamente su actividad en el tráfico de drogas, el robo con violencia o intimidación, las amenazas y las coacciones, así como en la tenencia y el tráfico de armas y explosivos. También habrían cometido un delito de blanqueo de capitales, lavando el dinero procedente de las actividades delictivas.
Las estafas informáticas
Los nombres de los miembros de la célula aparecen en bastantes atestados de las autoridades tanto en Granada como en Madrid, lo que da una idea de su amplio historial delictivo. Gran parte de su actividad se centraba en las estafas a través de Internet y por teléfono, especialmente de tres tipos en concreto. La primera, la del 'hijo en apuros', por la cual las víctimas reciben un mensaje de su supuesto hijo que les comenta que ha cambiado de número de teléfono y necesita dinero. Las personas estafadas llegan a desembolsar miles de euros pensando que están ayudando a su familiar.
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En segundo lugar, la banda se dedicaba al 'smishing', haciéndose pasar por una institución (como una entidad bancaria) para ponerse en contacto con las víctimas. Les solicitan información confidencial para robarles dinero con el pretexto de cancelar una compra errónea, por ejemplo. Por último, el 'coro 717' realizaba la estafa denominada 'man in the middle', que consiste en acceder al sistema de correo electrónico de un negocio que tiene que realizar un pago para cambiar el email o número de cuenta de destino y recibir el dinero de forma fraudulenta.
En el éxito de la operación ha sido crucial el trabajo de la Fiscalía de Criminalidad Informática, la Unidad Central contra el Cibercrimen, la Comisaría General de Información y la Unidad contra la Delincuencia Económica y Fiscal (Udef) de Granada. Los investigadores tienen por delante un arduo trabajo de análisis de equipos informáticos y teléfonos móviles que podría dar lugar a más actuaciones.
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Según fuentes de la investigación consultadas por este periódico, detrás de estas estafas suele haber grupos criminales asentados en Nigeria. En el caso del 'carding', el uso fraudulento de tarjetas de crédito robadas, los expertos suelen ser venezolanos. En ocasiones se establecen sinergias entre las redes criminales e incluso se alquilan servicios entre ellos.
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