El bipartidismo se refuerza y vuelve a ser mayoritario en Granada

Este es el panorama que reflejan los datos de los comicios del pasado domingo. El bipartidismo volvió a sacar músculo de una manera no vista en más de un lustro en los registros de la provincia granadina, ya que sumó algo más de dos tercios de todos los votos emitidos; en concreto, un 67,58% del conjunto. Una cifra que consigue incluso quedarse por encima de las de 2015, las primeras elecciones en las que el sistema de dos grandes fuerzas políticas comenzó a estar por primera vez en entredicho de manera significativa. Entonces el porcentaje se quedó en el 64,59%, por lo que el actual lo supera en tres puntos.

Estos resultados, que se deben sobre todo al histórico comportamiento de los andaluces en lo que respecta a encomendar su voto al Partido Popular, aleja los días en que los dos partidos tradicionales no llegaban ni a la mitad de todo el voto escrutado en Granada. Así ocurrió, por ejemplo, en las elecciones de 2018, cuando Ciudadanos logró los 21 escaños que dilapidó el domingo y Adelante Andalucía, que entonces concurría con una sola candidatura, hizo lo propio con 17 que se han quedado en cinco. Entonces el 49,97% de los electores optaron por PP y PSOE en la provincia; el pasado domingo fueron 17,6 puntos más.

Pese a ello, los datos oficiales también apuntan a que mucho tendría que cambiar la situación en el futuro para llegar a momentos como el 9 de marzo de 2008, cuando la amenaza creciente de una crisis económica que ya amenazaba con afectar directamente a España y que acabaría por resultar devastadora tuvo como consecuencia una concentración masiva del voto en los dos partidos tradicionales. En aquel momento, fueron los socialistas quienes disfrutaron de una mayoría absoluta en lo que sería el último Gobierno de Manuel Chaves y que ahora será de Juan Manuel Moreno Bonilla. Entre ambos partidos sumaron al 88% del electorado de Granada, más de veinte puntos de lo obtenido el pasado domingo.

En cualquier caso, merece la pena remarcar que este refuerzo de las posiciones del bipartidismo se debe sobre todo al buen resultado obtenido por los populares, al menos en el caso de la provincia. Este partido obtuvo el 42,19% de todos los votos depositados por los granadinos, una cifra que solo se ve superada por el 43,52% de la convocatoria de 2012, la única hasta ahora en la que el PP había ganado en Andalucía, aunque esto terminase sin que Javier Arenas pudiese formar un Ejecutivo para San Telmo.

Por su parte, el Partido Socialista andaluz se hundió este 19J y obtuvo el peor resultado de su historia electoral en Granada, incluso más bajo que en 2018, cuando la suma de ambas formaciones no consiguió llegar a la mitad de todo el voto escrutado. En concreto, solo el 25,39% de los electores de la provincia confiaron en esta opción, prácticamente punto y medio por debajo de lo obtenido entonces; un hecho que apunta asimismo a esa transferencia de votos desde parte de los socialistas hacia los populares en un contexto marcado por la posibilidad de entrada de Vox en el Gobierno autonómico, o a lo que el experto en ciencia política, Ángel Cazorla, definía hace unos días en conversación con IDEAL como «abstención punitiva» por parte de su electorado.

Hay varios indicadores en las cifras oficiales de Granada que dan buena cuenta del auténtico cambio de tendencia que suponen los resultados de este 19J para la suma de las dos formaciones políticas de más arraigo en el conjunto del país. El primero de ellos tiene que ver con el número de municipios en los que en 2018 no consiguieron entre ambas alcanzar la mitad del voto escrutado. Entonces fueron hasta 37 de los 174 pueblos de Granada los que se encontraron en esta situación, es decir, algo más de uno de cada cinco; en concreto, el 21,3% del conjunto.

En esta ocasión, sin embargo, apenas han quedado dos localidades en esta situación, que resultan excepcionales en un mapa teñido de azul, y en cualquier caso muy cerca de entrar también en el bote. Se trata de Quéntar y Dehesas Viejas, donde el bipartidismo obtuvo, respectivamente, el 49,5% y el 49,9% del apoyo electoral. En el primero de ellos, de donde son oriundos los padres de Fran Hervías, antiguo miembro destacado de Ciudadanos, este partido obtuvo el 27,8% de las papeletas y logró ser segunda fuerza para los populares, de lejos el mayor dato de todo el entorno provincial para una formación en franco declive. Por su parte, Dehesas Viejas es el único municipio granadino en el que la opción más votada no fue bipartidista; se impuso allí la coalición Por Andalucía. Por el lado contrario, en más de un tercio de estos 174 pueblos (el 37,3%) la suma de PP y PSOE obtuvo al menos el 75% del apoyo de los electores. Destaca en especial el caso de Pedro Martínez, donde se alcanza el 93,2% del voto escrutado en este sentido.

Además, se ha triplicado el número de municipios en los que la suma de ambas opciones políticas alcanza esta cota de tres de cada cuatro papeletas depositadas en las urnas con respecto a la última convocatoria de elecciones autónomas, siempre según los datos del recuento oficial. Tras el 2 de diciembre de 2018, fueron 22 las localidades en los que se lograba este hito. El 19J, sin embargo, la cifra se ha elevado hasta los 65, prácticamente el triple (+95,4%), en el recuento de Granada. Una cifra que da una idea de lo significativo de un cambio de tendencia que habrá que ver si logra consolidarse en futuras citas electorales.