Voluntarios del Banco de Alimentos cargan un camión de productos frescos para distribuirlos ayer por diferentes entidades de Granada. JORGE PASTOR

50.000 granadinos recurren al mes al Banco de Alimentos, 11.000 más que antes de la pandemia

La entidad atiende a un 30% más de personas tras la incorporación de nuevos colectivos, como niños que no pueden ir a los comedores escolares

Jorge Pastor

Granada

Miércoles, 13 de mayo 2020, 02:12

Para entender perfectamente el impacto de la pandemia en las familias, quédense con estas dos cifras. Antes del coronavirus, el Banco de Alimentos de Granada ... atendía las necesidades alimenticias de 39.000 usuarios. Ahora esta cifra ha subido hasta los 50.000. Es decir, en apenas dos meses y medio, el número de personas que precisan de este recurso de emergencia ha crecido un preocupante treinta por ciento. Éste es el punto de partida. La buena noticia es que, según las estimaciones que realiza el Banco, ahora mismo hay almacenaje suficiente para garantizar al abastecimiento durante algo más de dos meses. ¿Qué pasará a partir de ahí? En principio, si no hay contratiempos en la llegada de mercancía, no debería de haber problemas, pero los responsables de esta entidad advierten: «La demanda ha crecido rápido en muy poco tiempo, pero la bajada no será tan rápida; tenemos que trabajar, por lo pronto, con la expectativa de finales de año». Es decir, hay que pensar en que la cadena de suministros no se rompa en el medio plazo. Ése es el gran reto.

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La última hora de Granada

La nave del Banco de Alimentos de Granada, situada en Merca Granada, está abriendo a diario para atender todas las peticiones que llegan por parte de las 250 asociaciones que figuran ya en su base de datos. La cantidad de colectivos beneficiarios ha aumentado de forma considerable en los dos últimos meses, pasando de 212 a los referidos 250. Entre ellos, ocho de la zona norte, donde residen las familias con menores niveles de renta de la ciudad, que soportan unas mayores tasas de desempleo y que en coyunturas tan complicadas como la que estamos viviendo son las primeras donde se detecta una necesidad de intervención urgente en ámbitos tan sensibles como el alimenticio.

Actividad en el Banco de Alimentos, que cuenta con un centro logístico en Merca Granada. JORGE PASTOR

Pero esta coyuntura no debe de analizarse poniendo el foco en unos barrios sí y en otros no. Va mucho más allá. El Banco de Alimentos de Granada también está auxiliando a otros municipios granadinos. Y lo está haciendo en colaboración con los ayuntamientos, a fin de que sean ellos quienes centralicen los requerimientos que hacen distintos colectivos que trabajan, directamente, con hogares con recursos insuficientes para llenar la cesta de productos básicos.

El Banco de Alimentos no sólo tiene que atender a más frentes, sino que estos mismos frentes reclaman más. Los datos están ahí. Según el presidente del Banco de Alimentos, Indalecio García, antes de la alerta sanitaria estaba saliendo del centro logístico de Merca Granada un promedio de 350.000 kilogramos al mes. En abril fueron 500.000. Una importante subida que por ahora, gracias al apoyo de ciudadanos, empresas, administraciones y fundaciones, se está pudiendo atender en tiempo y forma. Hay días que han entrado hasta cuatro camiones de 20.000 kilogramos cada uno.

En pocos datos

  • 250 En estos momentos el Banco de Alimentos asiste a 250 asociaciones, frente a las 212 de antes de la alerta sanitaria.

  • 500.000 En abril se repartieron 500.000 kilos de comida, unos 150.000 kilos más que antes de la pandemia.

Trabajadores más pobres

Respecto a los perfiles, Indalecio García explica que básicamente se corresponden con los mismos que ya había hace tres o cuatro meses, aunque ahora sus carencias se han agravado por el parón de la economía y porque se han esfumado un alto porcentaje de empleos eventuales o que no tenían ningún tipo de protección social en forma de prestación o subsidio –en muchos casos porque ni tan siquiera mediaba un contrato–. En cualquier caso, Indalecio García advierte de que muchos trabajadores se hallan por debajo del umbral de la pobreza porque sus sueldos son muy reducidos o porque sufren unas altas tasas de precariedad laboral. A todos ellos hay que sumar otros grupos poblacionales que requieren de la ayuda del Banco de Alimentos. Entre ellos –y esto resulta muy alarmante– el de los niños que acudían a los comedores escolares, cerrados desde hace dos meses porque los centros educativos también están cerrados.

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Cargando la carretilla con patatas y huevos. JORGE PASTOR

A pesar de que hoy día no existe un desequilibrio respecto a lo que entra y sale del Banco de Alimentos, sí se observa cierto déficit de artículos no perecederos. Fundamentalmente aceite, arroz y legumbres –mejor si están precocinadas que si no lo están–. También hay otro punto que preocupa no sólo en el Banco de Alimentos de Granada, sino en general en todos los bancos de alimentos de España. La entrada en vigor del nuevo marco financiero comunitario, que estará vigente entre los años 2020 y 2027, supone una merma del treinta por ciento en las aportaciones que realiza uno de los principales suministradores, el Fondo Europeo de Garantía Agraria (Fega), que aporta doce productos de primera necesidad. Las partidas que llegarán el mes que viene ya lo harán con esta sensible merma del treinta por ciento. O sea, cuando se precisaría un treinta por ciento de kilos más, lo que arribará por esta vía será un treinta por ciento menos. Al parecer, según ha señalado Indalecio García, el objetivo es que, tras constatar la Unión Europea esta disfunción ocasionada por la crisis del Covid-19, se aplicarán las medidas presupuestarias oportunas para corregir este déficit.

Las aportaciones del Fega se reducen un 30%, aunque la UE ha anticipado que corregirá este desequilibrio

Mientras tanto, el Banco de Alimentos está saliendo adelante con lo que viene de aquí y de allí. Ante la imposibilidad de realizar la gran recogida primaveral en hipermercados, supermercados y grandes superficies, la 'gran recogida virtual' está arrojando unos resultados muy buenos en Granada. «Sólo podemos reiterar nuestro agradecimiento a los ciudadanos por todo el dinero que se está recaudando», subraya García. Un dinero que servirá para llenar las estanterías y las cámaras frigoríficas del centro logístico y que posteriormente, todo ya convenientemente clasificado, se distribuirá entre esos 50.000 usuarios a través de las asociaciones.

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Voluntarios cargan la furgoneta de una asociación. JORGE PASTOR

Respuesta de los jóvenes para ayudar en la nave

El Banco de Alimentos necesitaba gente joven para mover tantos kilos de mercancía y la gente joven respondió, desde el primer momento, a los llamamientos que se hicieron en su día por redes sociales. Y es que un alto porcentaje de sus voluntarios habituales son personas mayores y, en consecuencia, forman parte de uno de los colectivos de riesgo frente a esta pandemia. Ayer mismo, embutidos en sus mascarillas y sus petos azules, estos chavales se emplearon a fondo para atender los pedidos del día, y cargar las furgonetas de varias asociaciones con las que se había cerrado este martes como fecha de entrega.

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